Selección Nacional: sin sorpresas

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Selección Nacional: sin sorpresas

07 Marzo 2014

 

Por Matías Fabrizio

1. ¿Vale la pena que los jugadores dejen todo a tres meses y diez días del Mundial?

Y la verdad que no. Fue un partido preparatorio contra un equipo, Rumania, cuyos jugadores no se jugaban nada más que pasarle cerca a Messi. Es un partido de dudoso valor, realmente. El 10 anduvo con lesiones este año, Agüero hace poco lo estuvo y de hecho jugó menos de 60’. Si mañana sale el capitán, Mascherano o cualquiera a decir “y, nos cuidamos un poco las piernas, sinceramente”, ¿quién podría criticarlo? Y no salgan con el cuento barato de “hay que dejar todo por la Selección”, porque si estos mismos jugadores no lo hubieran hecho durante los últimos dos años, Argentina no jugaría el Mundial.

Si todos nosotros (hinchas, periodistas, etc) sabemos que es muy difícil que Sabella vaya a mover mucho las fichas, ¿cómo no van a saberlo los jugadores? Es evidente que la gran mayoría de los habitualmente convocados tienen claro que, salvo algo muy excepcional, jugarán el Mundial. Por ende, ¿qué necesitaban demostrar? Absolutamente nada.

2. ¿Es rival Rumania?

Claro que no, es una Selección de segundo o tercer orden. No reviste ninguna dificultad, salvo, como pasó en el partido, algún pelotazo. Lo lógico es suponer que, más allá de la capacidad de los defensores argentinos, cuando se juegue el Mundial, el nivel de atención va a ser superior y no va a cabecear en el área un 9 cualquiera de una selección del montón. Tiene que ver con el punto anterior, claro: mientras mayor importancia tienen el rival y la instancia que se juega, el nivel propio sube, ante la exigencia.

3. ¿No hay nada de qué preocuparse?

Desde luego que sí, hay varias cuestiones, y son las que sabemos todos, del medio para atrás. Hay problemas, generalmente. Los centrales no coordinan y a veces queda suelto un delantero, los laterales, particularmente Rojo, sufren cuando los encaran con espacios, etc. Con un mejor presente de Gago, él y Masche serían (lo han sido) un sostén importante que soluciona varios problemas incluso antes de que se generen.

De todas formas, la defensa sufre. El único que a grandes rasgos parece ser confiable es Zabaleta, que a la vez es el único que es habitualmente titular en un equipo importante, el Manchester City en su caso. El resto alterna o no mantiene un nivel parejo, por eso generan tantas dudas.

Desde fines del 2011, Sabella apostó por una dupla más joven que la que venía jugando. Demichelis y Burdisso salieron del equipo, el primero por bajo rendimiento y el segundo por lesión, e ingresaron Federico Fernández y Ezequiel Garay. En aquel momento, estábamos todos contentos por la renovación. Con el paso del tiempo, ni uno ni otro, ni en dupla, se mostraron con la solidez necesaria para convencer a todos.

3a- ¿Hay soluciones por fuera de la presunta lista de 23 de Sabella?

Y la respuesta es que no, realmente. ¿Qué defensores hay que garanticen algo? Repasemos. Entre los laterales hay un nombre fácil, que es el de Zanetti. Sin lugar a dudas haría mejor las cosas que Rojo, y además, también sin lugar a dudas, sumaría una fortuna a nivel grupal. Es sabido que el Pupi es un tipo bárbaro, que ama a la Selección y que es respetado por todos. Ahora, si Sabella lo convoca y eventualmente debe salir, por lesión, cansancio o sanciones, entra Rojo de vuelta y estamos otra vez en la misma. Para que el ex Estudiantes no sea parte del plantel, hacen falta dos o tres laterales mejores, no uno. Y Cristian Ansaldi no mostró ser mejor, Clemente Rodríguez se encargó de demostrar durante el último año y medio que no está a la altura. Que Sabella confía en Rojo porque lo conoce de Estudiantes es tan cierto como que es uno de lo más criticados justamente por haber jugado en el Pincha. De todos modos, está claro que no ofrece ninguna garantía, pero no hay más opciones.

Entre los centrales podemos hablar del mencionado Burdisso, pero se fue de la Roma al Genoa buscando continuidad, así que no está en su mejor momento, precisamente. Walter Samuel sólo jugó ocho partidos en el Inter en los siete meses que lleva jugándose la temporada 2013/14. Martín Demichelis está en buen nivel en el Man City, pero como dijimos antes, realmente jugó muy mal entre el 2009 y 2011, Mundial incluido, y fue merecido que pierda su lugar. Coloccini a veces estuvo, respaldado por una temporada bárbara en el Newcastle, pero casi nunca pisó el campo.

Basanta y Campagnaro simplemente son dos jugadores en quiénes Sabella confía. Seguramente, en especial el del Inter, por poder cubrir varios puestos y adaptarse a jugar con 3 ó 4 defensores. No lo han hecho mal cuando les tocó jugar, pero tampoco uno duerme sin frazada viendo que son ellos los defensores.

Lo que sí se puede criticarle a Sabella es no haber probado a algunos nombres más antes de decidirse. Pero en el 2012 o principios del 2013, no contra Rumania a 100 días del Mundial. Ahora ya no se prueba, ahora se afina lo que ya en teoría está probado. ¿A quiénes podría haber probado? Nicolás Pareja, Federico Fazio, Lisando López (fue convocado esta vuelta, quizás se mete si la rompe en Getafe). Algunos han mencionado a Milton Casco, pero la realidad es que Casco explotó en el segundo torneo del 2013, a menos de un año del Mundial, ya con poco tiempo de andar variando y probando.

La cuestión que acá queremos dejar en claro es que hay que reconocer algo: no se están quedando afuera Ruggeri, Passarella y Beckenbauer, sino que se están quedando afuera supuestos. Los que Sabella no convoca o no prueba son jugadores que posiblemente puedan hacer bien las cosas y que, por consiguiente, también pueden hacerlas mal. Sabella, criticable, desde luego, optó por elegir un grupo y apostar todas sus fichas a ellos. Podrá salir bien o mal, lo concreto es que todavía no convence.

4. ¿Tevez?

Contestamos con otra pregunta, ¿para qué? La única faceta de la Selección que no deja dudas ni a propios ni a extraños es el ataque, ¿y le vamos a meter mano? Desde luego que Tevez es superior a Lavezzi y Palacio, y no tiene casi nada que envidiarle a Agüero o Higuaín. Pero es vox populi que la Selección está bien sin Tevez. El equipo no lo necesita porque hay jugadores igual de buenos que él, y el grupo no lo quiere. El plantel está contento, y esto no es discutible, detrás del liderazgo de Messi. Y está a la vista que, producto de la personalidad de Lío, de Masche, de Sabella mismo, se ha optado estratégicamente por el perfil bajo, transmitiendo una sensación colectiva de buena onda que si uno analiza lo que es un Mundial (una competencia de 30 días más una concentración previa de otros 30), realmente parece ser una de esas facetas accesorias necesarias.

En resumen, hay muchas cosas por pulir y mejorar. Sabella y su cuerpo técnico deben tener ganas de que ya llegue la hora de reunirse en Ezeiza y afinar los detalles que faltan. Nadie, por más que piense que Argentina pueda ser campeón en Brasil, puede creer que no hay problemas por solucionar. La Selección está lejos de su techo. Ojalá sea al revés de otras veces, cuando en la previa era todo color de rosas y en el Mundial nos quedamos con las ganas.