“Gran Bretaña se maneja todavía con el derecho colonial”

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“Gran Bretaña se maneja todavía con el derecho colonial”

01 Febrero 2013

El canciller argentino envió ayer una carta a su par británico William Hague en la que lamentó la respuesta del responsable de la política exterior del Reino Unido de no poder reunirse con él durante su próxima visita a Londres "sin la supervisión de los colonos malvineses".

Timerman instó a Hague a mantener un encuentro bilateral para resolver el conflicto de soberanía mediante el diálogo entre ambos países, tal como resolviera la Asamblea General de Naciones Unidas y su comité de descolonización. Además, recordó que la semana que viene viajará a Londres para mantener reuniones con representantes de 18 países europeos de la sociedad civil que apoyan el diálogo entre la Argentina y el Reino Unido por el tema de las Malvinas y con representantes del parlamento británico interesados en la relación bilateral.

“Lamentablemente el canciller Hague del Reino Unido puso condiciones inaceptables para una reunión, con lo cual será la primera vez en tres años, desde que yo soy canciller, que un canciller pone condiciones para una reunión entre dos personas que representamos a nuestros países”, dijo hoy Timerman.

El ministro afirmó que lamenta profundamente la respuesta del canciller inglés, “porque las relaciones con Gran Bretaña son muy importantes; tenemos una larga historia de relaciones diplomáticas y por algún motivo han cambiado su posición y por primera vez en la historia deciden no reunirse con el canciller argentino, a menos que estén presentes habitantes de las Islas Malvinas, como una suerte de supervisores del diálogo entre dos estados soberanos”.

En este sentido, Timerman indicó que “las relaciones diplomáticas las llevan adelante los cancilleres, no los ciudadanos. Eso ocurre en todas las democracias del mundo” y agregó que “evidentemente la política con la Argentina, de este gobierno conservador, es la de la legalidad colonial, el derecho colonial y no el derecho internacional, que sí aplica la Argentina”.

El titular del Palacio San Martín dijo el 5 de diciembre le solicitó a la embajadora argentina en Gran Bretaña, Alicia Castro, que envíe una carta a Hague para informarle que iba a estar entre el 5 y el 8 de febrero en Londres y sería interesante organizar una reunión para hablar de la agenda bilateral.
“Ellos contestan el 10 de enero, 35 días después, que tienen que estar presente el gobierno ilegal de las Islas. Alicia Castro les contesta el 18 de enero que, para las Naciones Unidas, es una cuestión bilateral que debe ser resuelta por los gobiernos soberanos y que esto es una reunión entre cancilleres, que no tienen que estar terceras partes”, dijo Timerman.

El canciller explicó que el gobierno británico contestó, el 24 de enero, que sin los habitantes de las Malvinas no se pueden reunir y solicitó que la respuesta final del gobierno argentino sea contestada en 5 días, o sea el 29 de enero.

“Me condicionan la respuesta y me dan un ultimátum. Por eso, el 31 de enero decidí escribirles yo al canciller británico y explicarle que es extraño que un canciller imponga un temario y quienes tienen que estar en la mesa. Nunca me pasó algo así y en la Argentina nunca pasó algo así, por eso lo invité a la Argentina porque no ponemos condiciones. La obligación nuestra es reunirnos entre nosotros y tratar de mejorar, de profundizar las relaciones históricas de nuestros países”, puntualizó.

Timerman precisó: “Creo que ellos se manejan todavía con el derecho colonial y nosotros nos manejamos con el derecho internacional, por eso hacemos caso a las 40 resoluciones de las Naciones Unidas y ellos no. Gran Bretaña cree que todavía es un imperio y que puede aplicar sus políticas imperiales sobre países soberanos”.

En este sentido, dijo que “las Malvinas en este momento, debido a la política imperial y colonialista de Gran Bretaña, es la zona más militarizada del mundo, ya que  hay un soldado por cada tres habitantes” y que “en ningún lugar del mundo, ni en Afganistán, se vive esta situación”.

Además, reiteró que “la Argentina no es una amenaza” y que se sospecha que Gran Bretaña hasta ha llevado hasta armas nucleares, en violación a los tratados internacionales.

El canciller también aseguró que le apena que “el diario Clarín, porque está en contra de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y quiere hacerle el mayor daño posible, se haya convertido en vocero del gobierno inglés, cuando titula que Londres dice que ya había avisado en diciembre. Históricamente Clarín siempre tuvo una posición pro Argentina en el tema Malvinas”.

Referéndum ilegal

Timerman fue consultado además sobre el referéndum que realizarán los habitantes de las Islas Malvinas en marzo, en el que podrán responder por "sí" o "no" a la pregunta "¿Desea que las Islas Malvinas conserven su estatus político actual como un Territorio de Ultramar del Reino Unido?”.

“El referéndum es ilegal, porque así lo ha decretado las Naciones Unidas cuando dice que el Derecho de la Autodeterminación no le asiste a las Islas Malvinas”, dijo y aseguró que Gran Bretaña expulsó, en 1833, a los habitantes argentinos que había en las islas e implantó una población, razón por la que no tienen derecho a la autodeterminación. “Si no, el día de mañana, compramos una estancia en el sur, ponemos algunos habitantes y declaramos un territorio independiente”, indicó.

El funcionario dijo no entender “por qué Gran Bretaña critica tanto a Israel con sus territorios ocupados cuando tienen la misma política con las Malvinas”.

Por su parte, la embajadora Alicia Castro aseguró hoy que “las Naciones Unidas ha reconocido la existencia de una controversia de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido” y que agregó que “la Argentina reconoce los derechos y los intereses de los isleños a tener y conservar su modo de vida”.

“Son británicos, pero el territorio que habitan no lo es”, enfatizó la embajadora y afirmó que “no tenemos una guerra con el Reino Unido, tenemos una disputa” y “no negociar los temas de soberanía, no es una opción”, agregó.

“La política del siglo XXI no puede seguir concibiéndose como la ley del más fuerte, si no como diálogo y negociación”, concluyó.