Feminicidio de Úrsula Bahillo: ¿Cuántas veces hay que pedir ayuda para evitar que nos maten?

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Feminicidio de Úrsula Bahillo: ¿Cuántas veces hay que pedir ayuda para evitar que nos maten?

10 Febrero 2021

Por Josefina Figueroa y Belén Ruiz Diaz | Foto: Lucía Merle

El caso

Un agente de la policía bonaerense, Matías Ezequiel Martínez, asesinó a su ex novia en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires. Tras conocerse la noticia, familiares, amistades y vecinos de la joven, Úrsula Bahillo (18), se movilizaron hacia la comisaría de la ciudad para pedir respuestas. En ese momento, la policía comenzó a reprimir desde adentro de la comisaría hiriendo a una de las amigas de Úrsula en el rostro.

Según informaron las fuentes policiales, Úrsula denunció en reiteradas oportunidades a Martínez  por violencia de género, al punto de que tenía una restricción perimetral. La madre de Úrsula, Patricia Nassutti, mencionó en un video viralizado mediante las redes sociales, que el femicida había violado dicha restricción. Por otro lado, también mencionó que el fin de semana fueron a realizar la denuncia correspondiente a la Comisaría de la Mujer y les respondieron: “No trabajamos los fines de semana”.

Amigas de Úrsula publicaron en redes sociales algunos mensajes en los que la propia víctima les contaba que había sido golpeada y amenazada por su pareja, el policía Ezequiel Martínez. La joven les contaba que tenía miedo, relataba los tipos de violencia sufridas y les pedía que no borren la información por si le pasaba algo. “7 meses me pegó. Me callé siempre. Hasta que me vi muerta”, escribió Úrsula en uno de los mensajes hacia una de sus amigas.

El que realizó la denuncia del femicidio fue el tío de Martínez, quien mencionó que creía que su sobrino había matado a la joven ya que lo llamó y le dijo “me mandé una cagada”. Para cuando la policía llegó, encontró a Úrsula asesinada y al femicida intentando escapar, con lesiones autoinfligidas en su abdomen. Fue detenido en sede policial a disposición de la justicia acusado de "homicidio calificado por violencia de género".

Matías Ezequiel Martínez, femicida de Úrsula Bahillo

Un sistema patriarcal que no cesa

Este caso evidencia una serie de sucesos que visibilizan las lógicas patriarcales más extremas de la sociedad y pone de manifiesto cómo las estructuras del Estado las reproducen al punto de ser cómplice y responsable de algunos femicidios.

Durante el 2020, la línea 144 recibió más de 108 mil llamados, de los cuales el 90% de ellos, fueron referidos a violencia psicológica y/o física. Sobre los mismos llamados, alrededor de 2.900 ya tenían una llamada o denuncia previa. Es decir, que no era la primera vez que denunciaban al agresor, que en el 90% eran varones. Debido al ASPO y DISPO establecido a causa de la pandemia del coronavirus, estas denuncias se profundizaron, ya que las víctimas se vieron obligadas a convivir con sus agresores.

Por otro lado, mencionando los números obtenidos mediante el informe de las Violencias de Género “Ahora que si nos ven”, en el mes de enero ocurrieron 33 femicidios, de los cuales 9 se podrían haber evitado, ya que contaban con denuncia o medida judicial previa. Esto evidencia el gran problema que existe a la hora de denunciar: las fuerzas de seguridad no están lo suficientemente preparadas para atender a las víctimas. Algo más grave a mencionar es que del total de los femicidios ocurridos en el primer mes del año, 3 de los femicidas pertenecían a dichas fuerzas.

Ahora bien, además de la impotencia, quedan algunas preguntas en el tintero: ¿Por qué no se previenen los femicidios en los casos que las víctimas denuncian a sus agresores? 

¿Cómo puede, la institución que representaba al femicida y debía brindar herramientas de protección a la víctima, responder con más violencia frente a un feminicidio?

¿Cuántas más deben ser asesinadas para que, de una vez y para siempre, dejemos de morir a manos de un sistema machista y patriarcal?