Denuncia al Estado por parte del Colectivo Ni Una Menos de San Juan

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Denuncia al Estado por parte del Colectivo Ni Una Menos de San Juan

14 Julio 2017

Por Colectivo Ni Una Menos San Juan

De los mismos creadores de "algo habrán hecho" se viene "otra muerte a manos de una mujer" y "basta de hablar de femicidios". Ante las iniciativas de la Dirección de la Mujer de cambiar el nombre del área, nosotras también tenemos algo que decir. 

En el último mes cobraron relevancia mediática una serie de planteos por parte de los medios de comunicación hegemónicos de la provincia, donde se cuestionan las movilizaciones referidas a los femicidios comprendidas bajo el movimiento Ni Una Menos. Dichos posicionamientos toman lugar a partir del asesinato de Turcuman en manos de su pareja. 

Hubo violencia de género por parte del Estado cuando, según lo relatado por allegados al joven, la policía no recibió la denuncia por violencia, acusándolo de “maricón”. El uso de la palabra “maricón” como insulto, la denegación de un derecho como es el derecho a denunciar un delito, constituye una denegación de justicia y violencia por parte de la fuerza policial, supuestamente encargada de garantizar la seguridad. 

No nos sorprende esto a las feministas, ni al activismo LGBTI, que constantemente sufrimos estas actitudes y otras violencias más explícitas por parte de la policía, llegando incluso a detener dos jóvenes en el parque por besarse. Somos las organizaciones feministas y las de la diversidad sexual quienes constantemente denunciamos este tipo de discriminaciones desde diferentes instituciones del Estado, entre las cuales la policía tiene un lugar privilegiado. 

Somos las feministas y las organizaciones LGBTI quienes continuamente demandamos y realizamos acciones para destruir la norma por la cual las personas deben responder a determinados estereotipos de género y sexuales, ya que si no lo hacen son castigados de distinto modo por la sociedad y el Estado. 

Somos quienes solicitamos Educación Sexual Integral, formación de lxs agentes del Estado con perspectiva de género y derechos humanos, desde lxs docentes, el personal de salud, las fuerzas de seguridad, los agentes de la justicia y cada persona que cumple funciones en el Estado y que por lo tanto debiera ser respetuosa de los derechos del resto. 

Por supuesto las responsabilidades van de acuerdo a las jerarquías, no es la misma responsabilidad la del Ministro de Gobierno que la del Policía de turno, no es la misma la de una docente que la del Ministro de Educación. 

En este caso particular, como en cada uno de los casos de mujeres violentadas sin respuesta judicial, como en los de niñxs abusadxs, como en lxs de trans, lesbianas, gays y trabajadorxs sexuales perseguidas acosadas y criminalizadas por la policía y la justicia, hay responsables. Como repetimos en cada marcha de Ni una Menos, el Estado y los Gobiernos son responsables, y es a los funcionarios del Estado a los cuales la ciudadanía debe dirigirse para demandar respuestas, ante el caso Turcumán y ante cada caso donde pudo evitarse un crimen y no se lo evitó. La policía que persigue gays, lesbianas, trans, trabajadorxs sexuales, jóvenes pobres y mujeres es la misma que se negó a tomar la denuncia de Turcumán. 

Pero negar la importancia del Ni Una Menos, y pretender cambiar el nombre de la Dirección Provincial de la Mujer, solo logra invisibilizar un tipo de violencia específica que ataca principalmente a las mujeres y a las diversas identidades sexuales. En Argentina una mujer es víctima de femicidio cada 18 horas. En los primeros diez días de julio ya fueron asesinadas 10 mujeres. Ponerle nombre nos ayuda a identificarla y combatirla, en un país donde el simple hecho de ser mujer, puta, trans representa un peligro. El caso de Turcuman constituye un homicidio agravado, pero de ninguna manera puede ser equiparado al genocidio sistemático de mujeres que atraviesan nuestras sociedades. Ningún hombre muere por ser hombre. Según declaraciones de Adriana Ginestar, encargada de la Dirección, en la actualidad se registran 42 casos de denuncias por parte de varones, mientras que en las mujeres el número asciende 2.318, representando el 98,2% de los casos. No existe punto de comparación. Tal vez una de las pruebas del machismo encubierto por los medios hegemónicos de comunicación sea hablar de irregularidades en los procesos de denuncia y contención solamente a partir del asesinato de un hombre por su pareja. Según el Registro de Femicidios y Travesticidios de la Justicia, en 2016 el 25% de los femicidios contaban con denuncias previas de sus víctimas. 

El sector de la sociedad que niega la violencia de género y culpa a las feministas es el mismo que mira para otro lado cada vez que denunciamos que las mujeres estamos siendo asesinadas todos los días, que las trans tienen como promedio de vida 35 años, que ser gay, lesbiana, puta constituyen peligro de muerte en esta sociedad. Es el mismo que se preocupa más por el Estado de las paredes y los patrulleros que por el derecho a una vida libre de cualquier violencia para todxs, incluyendo a quienes desafiamos la norma heterosexual. En este caso, la preocupación pasaría por cambiar el nombre de la Dirección pero no en dar respuestas rápidas y eficaces a la violencia de género. Seguimos esperando la implementación de la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, erradicar y sancionar la violencia hacia las mujeres en la provincia de San Juan, sancionada en el año 2009. 

Denunciamos y responsabilizamos a la encargada de la Dirección de la Mujer de San Juan, Adriana Ginestar, por la decisión tomada respecto al área y por la situación de violencia de las mujeres en la provincia. Ante este caso, una vez más las feministas repetimos: el machismo mata! El Estado es responsable!