Sin novedad en el frente ni en ningún otro lado

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OSCAR 2023

Sin novedad en el frente ni en ningún otro lado

11 Marzo 2023

¿Existe una mejor manera de representar una guerra en el cine? En la búsqueda de ese retrato más certero, las películas bélicas siempre impactan en las audiencias mientras, en simultáneo, alrededor del mundo siguen floreciendo nuevos conflictos. Podemos nombrar, entre otras, Rescatando al soldado Ryan y Dunkerque. Sin embargo, ¿qué hace que una destaque por encima del resto? Más allá de la tradición de las academias y el posible lobby de Netflix como productora, ¿qué coloca a Sin novedad en el frente como una de las cintas más nominadas en los premios a nivel general a lo largo de esta temporada?

Estrenada en septiembre de 2022 durante el Festival Internacional de Cine de Toronto -al mes llegó a la plataforma-, Sin novedad en el frente es un film antibélico basado en la novela homónima de Erich Maria Remarque de 1929. Dirigida por Edward Berger, es la tercera adaptación del libro pero la primera en su idioma original. Es la selección alemana para competir en la categoría a mejor película internacional en los Premios Oscar -donde acumula un total de nueve nominaciones- frente a Argentina, 1985.

La película aborda la historia de Paul Bäumer (Felix Kammerer), joven alemán de 17 años que se alista, junto a un grupo de amigos y sin aval ni conocimiento familiar, para combatir en la Primera Guerra Mundial. El entusiasmo patriótico inicial rápidamente choca con la realidad de las trincheras en el norte de Francia. Durante un año y medio -o dos horas y media de duración-, Paul, Albert (Aaron Hilmer), Ludwig (Adrian Grunewald) y Stanislaus (Albrecht Schuch) vivirán con crudeza y desilusión la pérdida de su idealismo juvenil. 

En paralelo, se presentan las intrigas palaciegas alrededor de la firma del armisticio, en donde contrastan las posturas del político Matthias Erzberger (Daniel Brühl) y del general Friedrich (Devid Striesow). La propuesta de Berger es sostener de manera continua y desde el principio la oposición entre la vida y la muerte -y entre cargos altos y soldados rasos-, a los que suma momentos de felicidad para forjar cierto dramatismo. Con varias licencias, no dedica tiempo a finales felices, así como tampoco lo hace la vida misma en la guerra.

Sin Novedad en el frente

Que la adaptación sea finalmente alemana es importante para comprender tanto el reconocimiento como las críticas. La historia regresa a su país de origen. Remarque es parte de una generación de escritores que vivió de cerca los dos conflictos mundiales. No sólo estuvo en el frente de batalla sino que, después de dedicarse al periodismo e iniciar la publicación de la novela en cuestión como folletín, debió exiliarse por la persecución del nazismo y su obra fue quemada en hogueras públicas al ser tildado de “antipatriótico”.

A lo largo del film también contrastan la épica heroica y varios instantes rutinarios de humanidad, un equilibrio bien logrado por Berger que permite enfatizar la lógica antibélica. Sin embargo, el guion de Lesley Peterson e Ian Stokell no apuesta al desarrollo de los personajes, por lo que, más allá de la crudeza escenificada, es poco viable la conexión con el espectador. A lo sumo, el protagonista conforma una personalidad en combate mientras aumenta su grado de compasión. La cabeza del director está puesta en las secuencias fotográficamente bélicas desde un expresionismo que subordina el relato a la estética.

 

La recta final a los Oscar

Sin novedad en el frente, irónicamente, carece de novedad. No sólo por la abundancia de cine bélico o de las historias de guerra y fascismo alemanas, sino porque toma elementos de películas anteriores, como el carácter inmersivo de Rescatando al Soldado Ryan o la notable técnica de 1917. De hecho, casi que es una respuesta a la obra de Sam Mendes, aunque termina sin decir nada nuevo y resultando bastante estándar.

En comparación a las adaptaciones anteriores -Lewis Milestone en 1930 y Delbert Mann en 1979 para televisión-, es obviamente más precisa en las escenas de batalla representadas. No obstante, también recurre a ciertos clichés del género. Pero, al hablar de premios, hay un detalle no menor: la versión de Milestone fue la primera película de guerra hablada en ganar un Oscar y la primera en general en obtener mejor película y mejor director.

Es cierto que en el último tiempo Hollywood ha comenzado un proceso de apertura a films en un idioma diferente al inglés, como ocurrió con Roma y con la histórica Parasite. Más allá de que los premios no lo son todo, ¿qué credenciales muestra una película que ni siquiera triunfó en su Festival de origen? Sí, nominaciones récord en los BAFTA para no ser inglesa y en el podio de las que acumulan mayor cantidad para los Oscar, pero lo fundamental en este caso es el contexto. Es especulación pura, pero el eco del conflicto en Ucrania favorecería sus chances. Antes bien, uno optaría por otras obras sobre la Primera Guerra Mundial como fueron en su momento La patrulla infernal o Caballo de guerra.

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