Las 13 esposas de Wilson Fernández: reivindicar las producciones argentinas

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Las 13 esposas de Wilson Fernández: reivindicar las producciones argentinas

25 Julio 2020

Por Diego Moneta

Comúnmente, las series argentinas, y la ficción nacional en general, son criticadas por su nivel, a partir de los exponentes que nos encontramos en los medios y en las plataformas masivas. Rara vez aparece una excepción y, cuando esto ocurre, resalta de inmediato. Así mismo, los ejemplos que reivindican la producción de la industria de nuestro país no suelen recibir la difusión y visibilidad que merecen.

Este es el caso de Las 13 esposas de Wilson Fernández. La serie dirigida por Gastón Portal comenzó a emitirse el 23 de julio de 2014 por la TV Pública. La producción estuvo a cargo de GP Media y contó con el apoyo de programas públicos de fomento. En 2017 fue adaptada en México, y este año comenzó a emitirse en Uruguay.

Wilson Fernández (Mex Urtizberea), pianista, se presenta a una entrevista laboral en el Club Atlético Brillanté para hacer un reemplazo en un evento organizado para Nochebuena, esa misma noche. El club es una fachada, ya que detrás hay una organización mafiosa, a cargo de Betty (Alberto Ajaka), que busca pisar fuerte en el negocio del narcotráfico. Ante la consulta e insistencia de los barras bravas, Wilson contará lo más loco que hizo en su vida: se casó 13 veces.      

De esta manera, la narración de las 13 historias de amor y desamor, en donde abundan los detalles, le permite cautivar la atención de los presentes, entre los preparativos para la noche y la espera de la llegada de un representante del Cártel de Sinaloa. Además del elenco fijo, en esta comedia encontraremos artistas invitadas e invitados, como Inés Palombo, Jazmín Stuart, Sergio Denis, y otros más.

 

Si bien la temática de época es común en nuestra industria, el foco de la tira es innovador, y es complementado con material de archivo. En diálogo con APU, el director afirmó: “Como había que contar la historia de 13 casamientos consecutivos, me pareció buena oportunidad para contar algo de la historia argentina de las últimas décadas. La elección de ubicar la adolescencia de Wilson en la dictadura se debe a que Javier Castro Albano (co-guionista) y yo la vivimos así. Siempre en mis series se trata el tema del Proceso de una u otra manera, en lo posible de modo original. Podría decir que es una de las obsesiones que me persiguen". 
 
La ficción, de 13 episodios, cuenta, en cada uno, la historia de una de las esposas (todas muy diferentes entre sí) en un determinado momento de nuestra historia, desde la previa al retorno de la democracia hasta el presente (2014). La relación entre la narración del protagonista y la trama de la serie varía con el desarrollo a través del tiempo, y el ritmo del mismo. Todo sucede entre la mañana del 24 y la madrugada del 25 de diciembre, pero la historia de Wilson abarca alrededor de tres décadas.  

En relación a lo anterior, el trabajo en el guión es la gran carta de Las 13 esposas de Wilson Fernández. Podemos decir que se rige por el principio dramático del “arma de Chéjov”, postulado por el escritor ruso. Cada elemento en la narración debe ser necesario e irremplazable, de lo contrario debe ser eliminado. De esta manera, la presentación y el desarrollo de cada personaje, e incluso la música, entre muchos otros elementos, juegan un papel determinante en la historia, lo que está atado al gran final de la serie.

La utilización de la música es central. Está presente en la figura del pianista, en la apertura de la serie, en el himno del Brillanté, en la relación con cada esposa —por personalidad y momento histórico—, y en el vínculo construido entre el protagonista y el resto de los personajes.   

La serie cuenta con un elenco en el que cada parte tiene sus aportes y momentos de atención. El punto de partida en el protagonista es una de las causas: “Hace muchos años le tiré una idea a Mex, pero quedó perdida en el olvido. Cuando se me ocurrió hacer una serie con esta premisa fue claramente con él a la cabeza”, cuenta Portal. Papeles no estereotipados y útiles para la trama demuestran un gran trabajo de casting. A su vez, destaca la inclusión de ciertos personajes por fuera del mundo de la actuación, como el caso de Pablo Marchetti, en el papel del director técnico del equipo del club.  

En cuanto a los personajes, Betty es secundado por Coágulo (Manuel Callau) y Salvat (Agustín Rittano), y juntos componen el trío que lidera la organización. También resaltan “Churrasquito” (Claudio Torres), que dirige al resto de los barras bravas, y Rocío (Natalia D'alena). Otros papeles destacados están representados por Mónica Antonópulos, terapeuta de Wilson, y por Andrea Carballo, como Elizabeth, pareja de Betty y relacionada al conflicto con el anterior pianista.

Portal también analizó el panorama de la industria nacional: “El cine argentino es muy bueno, más allá de no haber demasiada incursión en diferentes géneros y estilos, que es una opinión personal. También hay series muy buenas, aunque el gran problema es que el mercado argentino no es lo suficientemente grande para que puedan existir sin pensar en llegar a otros mercados”. 

Además, agregó: “De todos modos, las ideas, guiones y profesionales argentinos del mundo audiovisual son muy valorados en todas partes, y están insertándose definitivamente en otros mercados extranjeros.” El director firmó un acuerdo con la compañía Elefantec (México/EE.UU.) para desarrollar tres series de ficción originales por año, por los próximos cinco años.

En conclusión, Las 13 esposas de Wilson Fernández demuestra que las producciones argentinas tienen mucho potencial. Los elementos mencionados conducen a un desenlace a la altura del desarrollo de la serie, volviendo más icónica la propuesta. Con un giro inesperado, sin cabos sueltos y acorde a la narración.

Se encuentra disponible para ver en la plataforma Cont.ar

 

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