El antiperonismo no aprendió nada: el odio gorila como combustible

La detención inminente de la principal dirigente del peronismo (en este contexto más que nunca), Cristina Fernandez de Kirchner, da vuelco al tablero de la política y las instituciones del país.

La intervención de la Casta Judicial o Partido Judicial (como gusten llamarle, bajo la presión de otros actores de Poder por detrás) es una muestra de la falta de aprendizaje sobre la historia argentina del siglo XX.  

Las elites de Argentina parecen concebir una visión de puro presente donde nuestro pueblo no tiene conexión con su pasado. Creen que en nosotros no vive la historia de nuestros padres, nuestros abuelos y abuelas, los compañeros y compañeras que vivieron los años de proscripción y dictaduras.

Esta forma de condicionamiento de la vida democrática subestima la memoria del odio antiperonista como un combustible ilimitado para el peronismo. El peronismo se hizo más fuerte a partir de 1955. Todo lo que hizo fue crecer y potenciarse aun estando proscripto. La proscripción convirtió en un personaje mítico a Perón de tal manera que su vigencia sigue siendo actual.

En nuestra editorial de diciembre 2023, AGENCIA PACO URONDO advertía sobre la crisis del peronismo y los debates sobre la conducción que suponían una suerte de “renovación”. Ese plano de discusión queda obstruido por este nuevo escenario. Queda relegado a un nuevo contexto donde los peronistas luchamos contra un frente que busca nuestra extinción política.  

Además, los riesgos de este nuevo escenario son similares a los que enfrentó el General Perón en 1955. Si la política peronista no tiene los caudales electorales legítimos para expresarse, ¿dónde se va canalizar? ¿En la calle? ¿En la insubordinación civil? Si no hay reglas de juego y el Partido Judicial puede anular judicialmente a nuestros dirigentes: ¿Cuál es el escenario que se abre? Una etapa de puro vértigo, incertidumbre e inestabilidad, que no afecta sólo al peronismo sino a toda la nación. La contracara de esta detención es el inicio de un proceso que puede terminar con los funcionarios judiciales acusados por la sociedad por una intromisión monárquica.

Resta ver ahora las consecuencias peligrosas de una decisión judicial irresponsable y peligrosa que lo cambia todo.