La Economía de Francisco: el movimiento mundial de jóvenes que propone transformar la economía

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La Economía de Francisco: el movimiento mundial de jóvenes que propone transformar la economía

23 Noviembre 2020

Por Federico Perez Wrubel*

Durante los días 19, 20 y 21 de Noviembre se realizó el Encuentro de Economía de Francisco (EoF sus siglas en Inglés) en donde fueron convocados por el Papa Francisco dos mil jóvenes de todo el mundo con la intención de generar “una economía diferente, la que hace vivir y no mata, que incluye y no excluye, que humaniza y no deshumaniza, que cuida la creación y no la depreda” .

Los y las jóvenes elegidos para el Encuentro de EoF no solamente vienen de diferentes países, sino también de diferentes trayectos e historias, entre ellos: universitarios/as, empresarios/as, emprendedores, miembros de ONG, miembros movimientos sociales y populares, entre otros actores que en sus diferentes territorios y geografías ya realizan acciones de transformación de la realidad, en busca de un mundo más justo e inclusivo. 

El Encuentro de Economía de Francisco, reprogramado por causa de la pandemia del COVID-19, se realizó de manera virtual. Los y las miembros, desde marzo a estos días,  participaron de villas/aldeas de trabajo divididos en la siguientes temáticas: Agricultura y Justicia, Energía y Pobreza,  CO2 y Desigualdad, Vida y Estilo de Vida, Políticas de Felicidad, Negocios y Paz, Trabajo y Cuidado, Mujeres en la Economía, Beneficios y Vocación,  Negocios en Transición, Gestión y Don, y Finanzas y Humanidad. 

Esta dinámica de trabajo tuvo la intención de fortalecer los lazos entre los diferentes jóvenes de todo el mundo, en busca de generar proyectos, iniciativas y acciones en conjunto. 

Durante el Encuentro Virtual se desarrollaron paneles temáticos, presentación de los ejes, acciones y resultados de las villas/aldeas y charlas con distintos profesionales: Leonardo Boff, Vandana Shiva, Kate Raworth, Stefano Zamagni, Mauro Magatti, Juan Camilo Cárdenas entre otros. 

Por otro lado, a nivel local se realizaron seis encuentros preparatorios entre los miembros de Argentina . La intención de esos encuentros fue generar espacios de diálogo, debate y discusión entre los actores de Argentina, con la metodología teológica del “Ver, Juzgar, Actuar” como el marco de análisis de la realidad de Argentina y de América Latina, utilizado desde la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizada en Medellín. El “Ver” como reconocimiento de la realidad de pobreza y exclusión que interpela; el “Juzgar”, el entender el porqué de esa realidad, las causas y sus motivos; y el “Actuar”, como una interpelación a generar proyectos de transformación de dicha realidad. 

El trabajo a nivel nacional estuvo dirigido a reconocer los “dolores de Argentina”. Se resaltó el tema de la pobreza como eje,  comprendiendo que las pobrezas individuales traen como consecuencias las pobrezas estructurales que generan la desigualdad y exclusión. Destacando lo escandaloso de la inequidad que se vive mundialmente y la necesidad de generar organización entre los diferentes miembros de la comunidad, con la intención de garantizar las Tres “T”, Tierra, Techo y Trabajo y que nadie sufra la cultura del descarte.  

En el mensaje de cierre de EoF, el Papa resaltó el compromiso  y la sensibilidad de los jóvenes para detectar los aspectos centrales del actual sistema económico insostenible, que son necesarias de trasformar, entendiendo que este primer encuentro es el inicio de ese proceso y otros procesos para marcar horizontes y generar pertenencias. Consideró que para generar un cambio y que esto no quede como un rumor superficial y pasajero, los jóvenes están “llamados en incidir concretamente en vuestras ciudades, universidades, trabajos y sindicatos, emprendimientos y movimientos, cargos públicos y privados, con empeño, inteligencia y convicción”. . 
Recalcó la responsabilidad que tienen los sistemas de créditos, en la generación de pobreza y dependencia en los países cuando imparten sus decisiones de manera solitaria; y la necesidad de un modelo de “solidaridad internacional que reconozca y respete la interdependencia entre las naciones y favorezca los mecanismos de control capaces de evitar todo tipo de sometimiento”. 

El Papa marcó la necesaria fraternidad que debe ser vivida para sentirse interpelado por el dolor de los excluidos, y tener el corazón abierto para escuchar esos dolores. En este sentido, contó la experiencia de la primera vez que vio un barrio privado en el 70´ como representación de la cultura de la indiferencia, y con ella interpeló “¿Tu corazón es como un barrio cerrado?”

Finalizando, remarcó la responsabilidad que tienen los jóvenes  en esta nueva economía donde cada uno tiene  “su lugar de acción y decisión” pero que debe ensuciarse las manos, mezclarse como la levadura sin atajos individualistas, para fomentar la cultura del Encuentro y “a desarrollar un estilo de vida capaz de decir nosotros”.

*Magister en Economía Social y miembro de Economía de Francisco Argentina