La basura que los parió: de donde nacen soluciones

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PRODUCCIÓN Y AMBIENTE

La basura que los parió: de donde nacen soluciones

31 Enero 2023

La humanidad está obligada a cambiar y a replantearse algunas formas de producción y desarrollo, de comportamientos de consumo y de originar basura por doquier. Ciertos índices y expertos vaticinan que de seguir así con este modelo extractivista e irracional, el ambiente tal cual lo conocemos va a cambiar a catastrófico e inviable. Sin embargo, y por suerte, existen ciertas personas inquietas y entusiastas con ingenio para generar emprendimientos que den soluciones para una transición hacia lo seguro y sostenible.

Problemas que los hay…

Para proyectar un devenir y futuro más amigable con al ambiente, con más conciencia ambiental y de verdad viable a futuro, con urgencia se tienen que aplicar soluciones afines a ese propósito. Hay investigaciones y estudios alrededor del mundo que dan cuenta de la grave desaprensión con que la raza humana viene tratando al planeta y sus recursos. La tendencia consumista global que, por el otro lado y en consecuencia, produce la brutal deforestación de vastas áreas del planeta, la pérdida de su biodiversidad, la contaminación y sus múltiples efectos,… como, por supuesto, el cambio climático.

Según el sexto informe del IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático), entidad perteneciente a Naciones Unidas, publicado en agosto 2022 pasado, da a conocer una contundente alarma: el aumento de los gases invernadero en la atmósfera ha tenido, tiene y tendrá un grave impacto sobre el clima de la Tierra. El informe dice que el cambio ya es imparable, lo que queda saber es qué niveles alcanzará. Por lo que es urgente empezar a tener gestos y responsabilidades en sintonía con la naturaleza y todo su ecosistema.

La humanidad ha ocasionado la emergencia climática, y en ella, paradójicamente, también está la clave en poder apaciguar el devenir alarmante que nos acecha. Por ello, somos capaces todavía de re-conectar, re-aprender y re-inventarnos con la naturaleza de manera que propongamos innovadoras estrategias y conceptos que sumen eficiencia, ecología y economía. Es cuando, reciclar - reutilizar - reducir… se vuelven no sólo palabras sino bandera y acción.

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"En Argentina, cada dos segundos, el país produce una tonelada de basura"

Basta de falsas soluciones…

Se sabe que toda actividad productiva genera algún tipo de basura o externalidades indeseadas que no son re-utilizados, propias de cada dicha actividad. Por ello, cómo manejar adecuadamente esos residuos es de primera importancia. La infinidad de materiales sintéticos que no se degradan y la expansión del consumo bajo la modalidad del descarte provocaron un crecimiento exponencial de residuos, traducidos en contaminación y degradación progresiva del ambiente. En Argentina, cada dos segundos, el país produce una tonelada de basura. Una fracción grande termina en rellenos sanitarios, que son literalmente basureros a cielo abierto, sin ningún tipo de tratamientos y al borde del colapso. Siendo el promedio diario de residuos sólidos urbanos (RSU) por habitante es de 1,03kilos.

Según un estudio realizado por la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) sobre los RSU, el 40% son elementos reciclables (papel y cartón, plástico, vidrio, metales), 5% textiles, 4% pañales y apósitos sanitarios, 10% otros y… un 41% de materia orgánica. En este último porcentaje está la clave, dejar de pensar a los residuos orgánicos como un mero desecho sino entenderlo como un recurso sustentable y para cambio de paradigma. Es así que emprendimientos con mucha astucia, ingenio y ánimo lograron revalorizar y transformar la materia orgánica descartada en un medio fértil para la crianza de organismos vivos, quienes son responsables de abrirnos un panorama fantástico de innovación y desarrollo de biomateriales. A saber: generar artículos para diseño como lo investiga Simbióticas_Lab o setas comestibles como lo realiza Agrolibertad o mediante larvas transmutar a biofertilizantes y alimentos proteicos para animales como los elabora Procens.

Los siguientes emprendimientos prometen muchos beneficios, tomando la premisa de utilizar un proceso con cero emisiones, presentar un modelo escalable y que otorguen la posibilidad de sustituir o ser alternativa complementaria a otros consumos.

Un proyecto totalmente disruptivo es Simbióticas Lab que está conformado por las diseñadoras Paola Maldonado y Camila Marabotto de Uruguay quienes explicaron que los biomateriales son una nueva forma de elaborar materiales con base de organismos vivos, utilizando bacterias, levaduras, hongos, algas y almidones. Según ellas, el objetivo es producir materiales con un diseño más regenerativo y más sustentable y proponen que hay diferentes formas de realizarlos. Sigue Marabotto “Una -de las formas- es cocinándolos a partir de la utilización de biopolímeros como el almidón o la gelatina, que son insumos que podemos encontrar en nuestras cocinas.

De esta manera, se pueden generar láminas más flexibles, similares a un biofilm u objetos más rígidos como macetas o luminarias a partir de la incorporación de hojas, residuos de café o cáscaras de huevo.” Además, explicó que hay un material que se llama biocerámica, cuya base es alginato con cáscaras de huevos o mejillones, que al mezclarse con vinagre se parece a un cerámico.

Desde Ranelagh, conurbano bonaerense, aparece el apasionante emprendimiento Agrolibertad, se trata de producción de hongos comestibles Girgolas que para su fructificación utiliza como sustrato residuos urbanos orgánicos, además de papeles y cartones. “Fomenta el cultivo domiciliario para autoconsumo y siendo ésta una alternativa de soberanía alimentaria, la salud y la economía circular” explica desde sus redes Dulce Carnevale, la creadora del entusiasta emprendimiento.

“Agrolibertad surge desde la curiosidad que generan estos ejemplares maravillosos, los hongos, que pertenecen al reino Fungi, los cuales se alimentan de la descomposición orgánica de otros seres o materiales.” El Pleurotus, más conocido como hongo ostra, orellana, seta o girgola son muy valorados por sus propiedades medicinales y nutricionales como también por su versatilidad gastronómica. Carnevale, Técnica en Cultivos Intensivos, cuenta de los nobles beneficios de cultivar hongos comestibles hogareños: “Funciona mejor que el compostaje ya que ocupa menos espacio y acorta tiempos. Reducís la basura orgánica y reciclas elementos biodegradables como papeles transformándolos en un súper alimento para una dieta saludable. En uno o dos meses ya los cultivas, listos para consumo.”

Otro novedoso y prometedor proyecto proviene de la joven empresa Procens que surgió en Colonia Caroya, Córdoba, que ahora realiza una prueba piloto en la localidad bonaerense de Balcarce con los residuos de la papa, bagazo de cerveza y suero. Fundada por el francés Julien Laurençon y el belga François Nolet, la empresa brinda una solución integral para bioconvertir residuos orgánicos de municipios y otros actores de la agroindustria. Para esta transformación, el trabajo lo ejecuta una mosca llamada Hermetia illucens, también conocida como mosca “soldado negra”, que es nativa de América y tiene la apariencia de una avispa porque es más bien alargada. A diferencia de la mosca común, cuando llega a la edad adulta no se alimenta y sólo se dedica a reproducirse. Su larva, en apenas 14 días, es capaz de aumentar exponencialmente su peso, solamente alimentándose de desechos orgánicos. Así explican sus fundadores que “Alimentándose, esta larva convierte residuos orgánicos en proteína de manera muy eficiente. En solamente 2 semanas, multiplica su peso por 4000. Luego de eso, la cosechamos y la transformamos en fuente de proteína premium. Y toda la materia fértil sobrante se convierte en abono natural. En resumen, Procens desarrolla un modelo de triple impacto para: reducir la basura orgánica, producir proteína alternativa, regenerar los suelos”.

Traigan oportunidades, que active sobra…

El complemento de dichos emprendimientos, así como de recuperar y sumar otros cultivos olvidados como el lino o sistemas de producción y comercialización como la agroecología y los nodos, se puede ir vislumbrando un camino para una transición segura hacia un modelo productivo sostenible. Es elemental que la sociedad mediante entes públicos y/o privados se empiecen a apostar y a valorar emprendimientos genuinos, pudiendo ser replicables, que se dediquen fehacientemente en trabajos regenerativos y ecológicos.

Hoy en día, existen fuentes renovables como la energía eólica y solar o con cáñamo, algunos de los cuales están en pleno crecimiento y que son muy aplicables en ciertas partes geográficas. Será un trabajo arduo y exhaustivo poder entrelazar todas las producciones para un desarrollo sostenible. Imaginar un futuro más verde es posible. Basura siempre hubo, es tiempo de transformarla. Faltan programas de concientización e investigación para propiciar un cambio cultural, sobran cráneos y capacidad.

Fuentes consultadas: