Histórico: el Congreso aprobó la recuperación de YPF
Miles de militantes celebraron frente al Congreso el abrumador apoyo al proyecto oficial que establece la recuperación de YPF. A partir de su reglamentación, la empresa petrolera tendrá como principal accionista al Estado Nacional, que controlará el 51% de las acciones. Privatizada durante los 90, fue un símbolo de la entrega del patrimonio nacional en el marco del neoliberalismo.
La recuperación contó con el voto positivo de 207 diputados, representantes del kirchnerismo y de fuerzas opositoras. Muchos opositores eligieron como estrategia acompañar el proyecto, señalando críticas a la política energética del Gobierno Nacional. "Cómo no vamos a acompañar que YPF sea estatal", resumió el legislador radical Ricardo Alfonsín. Por su parte, el PRO y el peronismo disidente votaron en contra, la Coalición Cívica se abstuvo, y algunos radicales se retiraron.
La votación llegó a eso de las 22 horas. El cierre entre los oradores quedó en manos del kirchnerista Agustín Rossi: "El 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner anunció que venía a proponerle un sueño a la sociedad argentina. Esta recuperación de YPF es parte de ese sueño que nos propuso", dijo entre los gritos y aplausos de los militantes presentes en el recinto.
Mientras ocurría la expropiación, los principales medios opositores al Gobierno de Cristina, La Nación y Clarín, insistieron con su argumentación contra el proyecto. La señal de cable TN puso en el aire a Luis Cané, al que presentó como "economista internacional": "Esto aleja a la Argentina del mundo, no van a venir inversiones". El exsecretario de Energía, Alieto Guadagni, coincidió: "Esta es la peor estrategia posible. Esto no debió realizarse de este modo, es un grave error", aclaró.
Afuera del Congreso miles de militantes de diversas agrupaciones (La Cámpora, Movimiento Evita, Kolina, JP Descamisados, Nuevo Encuentro, Peronismo Militante, Frente Transversal, entre otras) celebraron que nuevamente la principal empresa petrolera estará en manos del Estado. Saben que se trata de una medida histórica imprescindible para pensar una Argentina soberana.