Néstor y la igualdad de género, por Marcela Pantoja

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20 AÑOS DE KIRCHNERISMO

Néstor y la igualdad de género, por Marcela Pantoja

24 Mayo 2023

Hace 20 años cuando Néstor asumía la Presidencia de la Nación expresó que venía a proponernos un sueño. Y ese sueño se materializó en la vida misma de muchísimas personas, históricamente vulneradas, para quienes la política como herramienta de transformación de la realidad se hizo efectiva. 

La ampliación de derechos en materia de género fue una iniciativa de suma importancia durante el gobierno de Néstor. Se pusieron en ejecución varias políticas que dieron forma a una nueva institucionalidad. Los programas y lineamientos creados obedecían a las recomendaciones plasmadas en las convenciones regionales e internacionales. Asimismo, las históricas demandas de las organizaciones de la sociedad civil que proclamaban una vida sin discriminación de género empezaban a encontrar respuestas en el Estado. 

En distintas áreas de acción pública se propuso un abordaje, intentaremos rescatar aquí los más significativos.

 En materia de Salud, en el año 2003, se reglamenta la Ley 25673, que había sido votada el año anterior, y se creaba el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. Luego, se promulgaron las leyes de Parto Humanizado (2004) y la de Contracepción Quirúrgica Gratuita (2006). Mientras que en el año 2007, desde el Ministerio de Salud se firmaba el protocolo de Aborto No Punible, promoviendo que en los hospitales se llevaran a cabo los procedimientos de interrupción de embarazos para los casos que la ley contemplaba. Lo cual marcó un avance frente a la resistencia que implicaba la lucha por el aborto legal y gratuito  que finalmente hoy se conquistó.

En materia de educación, se creó el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (2006), popularizado como ESI. El mismo fue un cambio sustancial dentro del sistema educativo, que hasta el momento seguía sosteniendo la educación sexual como un tabú o como algo del ámbito privado, relegándolo a las familias. La ESI vino a garantizar el derecho a la información, al saber y a la educación sobre el cuerpo y la sexualidad, como parte integral de toda persona. También se comenzó a trabajar en la erradicación de estereotipos negativos, y a promover el respeto a la diversidad sexual y la prevención de las violencias. Por supuesto, este programa fue muy atacado desde los grupos eclesiásticos y tal cosa operó como resistencia para su plena implementación en todo el país.

En materia de violencia de género se creó en 2006 el programa Las Víctimas contra las Violencias para el cual fue convocada la Dra. Eva Giberti, una de las mayores expertas del país sobre la temática. Este programa cambió el paradigma de abordaje de las violencias, pasando de políticas de corte asistencialista a políticas de intervención, con personal especializado y con una filosofía política que se expresa en el mismo nombre que la define, tal como lo señaló Giberti en varias oportunidades. El concepto “contra” significa “oponerse a” y en este sentido se trataba de asentar la idea de que las víctimas tienen el derecho de demandar protección al Estado y éste debe garantizárselos.

Por último, una gran medida de impacto significativo en la vida de las mujeres, en este caso de las mayores, fue la primera Moratoria Previsional, del año 2005. Se trató de una respuesta que vino a reparar el desastre provocado por el tendal de desocupación, trabajo informal y ausencia de aportes patronales, ocurrido durante los años del menemismo. Pero, incluso, ésta política, fue más allá: brindó la posibilidad a mujeres, que no tenían ningún tipo de aportes, de  acceder a la previsión social, mediante el mecanismo de la moratoria. Jubilación y obra social para quienes no hubieran tenido nada sino fuera por la intervención del Estado.  Una política pública cuasi universal. El 76% de las personas cubiertas fueron mujeres y por lo tanto se la llamó popularmente: Jubilación de Ama de Casa. 

Esta definición permitió poner en valor la idea del trabajo doméstico como trabajo productivo. Un emblema de la lucha feminista, que por supuesto, hay que decir, no fue plenamente aceptado; por el contrario, fue atacado desde el sentido común más individualista, liberal y machista. No obstante, por primera vez ganaba visibilidad pública la discusión en torno al mote de: “las que nunca trabajaron”. 

De este modo el imaginario social comenzaba a transformarse y la ampliación de derechos se acrecentaba y luego fue profundizada en los gobiernos de Cristina. Para terminar, es imposible no hacerlo, debemos recordar el apoyo honesto y arduo que encaró Néstor Kirchner, ya como diputado, para que la histórica ley de Matrimonio Igualitario viera la luz.

Un sueño, nuevos derechos, la posibilidad de transformar la vida y la existencia y hacer de este país un lugar más justo e igualitario. Gracias Néstor.