“Alfonsín nos negó, nos olvidó, nos consideró unos parias, hizo que la gente nos tratara de loquitos”

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    La ex combatiente Tahiana Marrone
    La ex combatiente Tahiana Marrone
MALVINAS, A 41 AÑOS

“Alfonsín nos negó, nos olvidó, nos consideró unos parias, hizo que la gente nos tratara de loquitos”

02 Abril 2023

A días de cumplirse 41 años de la Guerra de Malvinas, AGENCIA PACO URONDO dialogó con Tahiana Marrone, veterana de Malvinas, que con apenas 18 años fue a pelear como soldado varón en la primera línea. Estuvo 76 días defendiendo la Patria, padeciendo frio y hambre. En 2016 le detectaron “síndrome de klinefelter”, y después de 20 años de sentirse un “bicho raro”, decidió salir a la vida como Tahiana Marrone: hoy en día, sigue luchando como lo hizo en las Islas, pero ahora lo hace para la gesta de Malvinas nunca se olvide y por una sociedad más inclusiva e igualitaria.

APU: ¿Qué recordás de cómo te llegó la convocatoria para ir a combatir en Malvinas?

Tahiana Marrone: En realidad no fue que me llegó una citación para ir a combatir a Malvinas, ya que en el 82 yo vivía en Corral de Bustos, provincia de Córdoba, que dependía del distrito Militar de Rio Cuarto, y de ahí nos mandaron al sur, estábamos haciendo el Servicio Militar en la guarnición Militar Sarmiento, en la Provincia de Chubut, a 200 kilómetros de Comodoro Rivadavia, ahí fue que nos convocaron un 2 de febrero 1982. En mi compañía éramos unos 300 más o menos, en marzo una parte estaba alistada para un “supuesto” entrenamiento militar, como había conflicto con Chile, pensábamos que tal vez íbamos a ir para allá, como yo estaba con otro muchacho en la parte de comunicaciones, nos vieron “al cuete”, y nos dijeron "pónganse en la fila", cuya fila era para ir a Malvinas. Nosotros no sabíamos nada, así fue que el 2 de abril bien temprano, nos llevan a Comodoro Rivadavia, ahí nos suben a un avión, y minutos antes de aterrizar en Puerto Argentino, nos avisan que iba a haber un posible enfrentamiento bélico.

A un grupo nos llevan hasta Puerto Darwin, y después hasta el rompehielos Ara Almirante Irizar, estuvimos ahí un par de días, y después en el buque carguero “Islas de los Estados” navegamos dos días hasta llegar a la Isla Gran Malvina, en Bahía del Zorro. El 26 de abril por única vez en la historia, juramos la bandera, generalmente se jura para el 20 de junio. Como estábamos en conflicto, aún no éramos soldados por no haber jurado la bandera, por eso la juramos ese día.

APU: ¿Qué fue lo peor que te tocó vivir en la guerra, y si hay algo bueno que se puede rescatar de ella? ¿Cuántas veces temiste por tu vida en los 76 días que estuviste en las islas?

T.M.: Si bien no tuvimos enfrentamientos cuerpo a cuerpo, porque donde estábamos no desembarcaron, sí nos tuvieron en jaque permanentemente con bombardeos aéreos y navales, para distraernos, para mantenernos ocupados ahí, para que no vayamos para el lado del estrecho donde desembarcaron. Sí, tuvimos bombardeos todas las noches, a partir del 1º de mayo. Más allá de eso lo peor que me tocó vivir fue el hambre, la falta de provisiones, porque cuando llegaron los ingleses se produjo un bloqueo tanto marítimo como aéreo, no entraban ni armamentos ni comidas, y después el intenso frío, la nieve, la llovizna persistente.

Siempre digo que las cosas suceden por algún motivo, y suceden en el momento justo, también digo que dentro de todo lo malo, siempre hay algo positivo, obvio no es lindo ir a una guerra. Yo rescaté el amor por la vida, la ganas de vivir, la amistad, Malvinas me hizo una persona muy resiliente.

Temí por mi vida, en los pozos, y los bombardeos eran constantes, uno de los  que nunca me voy a olvidar duró 5 horas, mi posición era la que estaba más expuesta, entonces recibí un bombardeo, esquirlas por todos lados, más que temer por mi vida, tenía ganas de irme de ahí, porque estar en un pozo te da la sensación de un sismo de 7 u 8 grados, se te cruzan mil cosas por la cabeza, no salir, quedarme en el pozo hizo que hoy estuviera viva. Yo soy muy creyente de la Virgen y ella puso su mano en mi pecho y me dijo "quedate y no salgas".

APU: ¿A quién se le ocurrió simular "cañones" con caños de PVC?

T.M.: Eran caños de plásticos, ahora se conocen como de PVC, se le ocurrió a un oficial que sabía todo tipo de tácticas aéreas, de cómo se ven desde el aire, entonces le sacamos unos carromatos a los kelpers, más algunos caños, simulamos unos cañones varias veces, cañones que los bombardeaban y nosotros teníamos que ir a volver a armarlos al otro día o a los dos días y acomodar todo otra vez, eso hizo que los ingleses se distrajeran y ataquen los falsos cañones, y no a nosotros los soldados.

APU: ¿Creés que si la guerra se hubiese ganado, a los Veteranos se los hubiese reconocido de otra manera?

T.M.: Mirá, no sé si nos hubiesen reconocido de otra manera de haber ganado la guerra, lo que sí es seguro es que hubiésemos tenido por varios años más ese gobierno de facto, de militares asesinos, mejor dicho: genocidas.

No se nos reconoció en su momento a los veteranos porque, recordemos que al año siguiente hubo elecciones que las ganó Alfonsín (Raúl) y él metió todo en una misma bolsa, a quienes estuvimos en Malvinas, a los soldados que fuimos a defender la soberanía, que nada teníamos que ver, nos asoció con el gobierno militar de ese momento.

En aquel entonces la presidencia duraba 6 años, y durante ese tiempo Alfonsín nos negó, nos olvidó, nos consideró unos parias, hizo que la gente también nos olvidara, hizo que ni nosotros ni la gente pudieran hablar de la gesta de Malvinas, era mala palabra en esa época. Tal es así que cuando empezamos a armar la famosa “carpa verde”, buscando una ayuda por parte del Estado, nos tildaron de “los loquitos de Malvinas” y no los soldados de la guerra. Recién en el segundo mandato de Menem (Carlos) y después de tantos reclamos y tantas luchas, conseguimos algo, y con el paso del tiempo fuimos cada vez más reconocidos y vistos de otra forma por la sociedad, no fue fácil, nos llevó 10 años ser reconocidos por el Estado y muchos años más reconocidos y respetados por el pueblo, es una lucha que aún continúa, por eso yo no me considero una ex combatiente, sí una ex soldado, una veterana de guerra, pero ex combatiente nunca, porque aún sigo combatiendo por la causa Malvinas y sigo combatiendo contra la “desmalvinización y el olvido”.

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Malvinas

APU: ¿Cómo fue qué te enteraste que padecías "síndrome de klinefelter"? Y también quería saber específicamente lo que siente dentro de su cuerpo una persona con este síntoma.

T.M.: Cuando tenía 20 años no daba más de estar toda una vida sintiéndome como un bicho raro, ya trabajaba para la lotería de la provincia de Córdoba, viajaba por trámites contables a Córdoba capital, y me hice unos estudios, lo único que te hacían era un espermograma, y determinaron que era estéril. Por falta de conocimiento mío y una mala idea del médico que me aconsejó que me inyecte testosterona, estuve un montón de años inyectándome, y con el correr del tiempo me hacía cada vez más daño, hasta que el 2015 doy con una endocrinóloga genetista que me sugiere que me haga un estudio de cariotipo (La prueba de cariotipo es un tipo de prueba genética. Ésta examina el tamaño, la forma y el número de los cromosomas en una muestra de células de su cuerpo) y ahí me entero que soy XXY como actualmente se conoce o “síndrome de klinefelter”, o sea que tengo un cromosoma más. El estudio arrojó que soy un 78% XXY y un 22% XY, a pesar de la testosterona que me puse, me masculinice bastante, pero sentía una tendencia a todo lo femenino, me sentía femenina en todos mis aspectos, desde que tengo uso de razón, aprendí a disimular y ocultar.

APU: ¿Cuando empezaste tu transformación, tuviste miedo al qué dirán por vivir en un pueblo chico?

T.M.: Cuando me enteré que era XXY, tiré todo al carajo, me separé en 2016, por problemas de carácter mío, que me los daba la misma testosterona que me inyectaba, y me saqué una mochila de encima. En 2016 pude salir del closet y apareció Tahiana en ese momento. Pasaron los meses y ya era Tahiana en mi intimidad, ya estaba separada. Siempre pensé en irme a un lugar donde nadie me conozca, un lugar grande: Rosario, Córdoba o Buenos Aires, a vivir como Tahiana que era lo que yo sentía, porque acá en un pueblo chico pensaba "me van a crucificar, me van a tirar más bombas que en Malvinas". Tenía un Facebook trucho en aquel entonces, y algunos que se creen vivos, descubrieron que ese Facebook era mío, y allá por agosto de 2016 salí a la calle como Tahiana, obvio todos me miraban con cara rara, no lo podían creer, todo lo que yo pensaba que iba a ser algo estrepitoso, algo inconmensurable en lo malo, estaba equivocada, porque la gente no digo me aceptó, porque en realidad no se trata de aceptar, sino de respeto. Yo siempre fui una persona amable, respetuosa con todos, así que recibí el mismo trato, todo lo contrario de lo que yo pensaba, que me iban a mirar como sapo de otro pozo. Obvio debe haber y hay pero nunca me dijeron nada en la cara.

También me ayudó un montón el ocultar mi género femenino durante muchos años, hizo que yo pudiera desarrollarme laboral e intelectualmente, pude tener un título secundario y terciario, soy técnica en sistemas.

APU: ¿Cómo has vivido las políticas de género a lo largo de estos años en la Argentina?

T.M.: En 2012 se promulgó la ley de Identidad de Género y dejamos de ser perseguidas por la policía las personas del colectivo LGTBQ+, perseguidas por vestir ropas de sexo opuesto. Eso me favoreció, me ayudó y me dio la fuerza y la voluntad para salir a la vida como Tahiana.

APU: Vos te definís intersexual, ¿cuál es la diferencia con transexual?

T.M.: Me defino intersexual porque genéticamente soy intersexual a nivel genético, y a nivel físico soy mujer, como te dije antes mi cuerpo está formado por hormonas femeninas y masculinas. Ambos géneros tienen hormonas femeninas y masculinas, nada más que la mujer tiene más femeninas, y el hombre al revés; en mi caso tengo más hormonas femeninas que masculinas, no a los niveles de una mujer, ni a los niveles de un hombre. Y la persona transexual es una persona que se cambia de género con medicación, con cirugías, y genéticamente a lo mejor sus cromosomas ya sean masculinos si es una mujer transexual y femeninos si es un varón transexual.

APU: Vos decís que no elegiste ser mujer, que naciste mujer. ¿Has recibido algún tipo de discriminación?

T.M.: Digo que nací mujer, que no lo elegí, porque nadie elige ser algo que no es. Las mujeres trans, los gays, los varones trans y las lesbianas, no eligen ser así, se nace así, porque si uno pudiera elegir, elegiría ser una persona digamos normal, que vaya acorde con esta sociedad “heteronormada” machista que tenemos, quién va a elegir ser “puto” o gay, sabiendo que va a tener el rechazo de la sociedad, el gay si pudiera elegir, hubiese elegido ser un varón, un “chongo” como digo yo, hecho y derecho, como en cualquier otro caso del colectivo LGTBIQ+. Por eso recalco, no se elige, se nace.

Discriminación siempre he tenido, tal vez menos que la gran mayoría del colectivo LGTBIQ+, pero he tenido, no recibo tanta discriminación por que soy una veterana de Malvinas, donde no encajo como veterana de guerra, encajo como mujer intersexual.

"Fuimos a recuperar la soberanía de nuestras Islas Malvinas, usurpadas durante tantos años por los ingleses".

APU: Hace poco fue el 8M ¿Qué más falta para que de una vez por todas las mujeres tengan el lugar que se merecen?

T.M.: Faltan muchísimas cosas, porque las leyes están para las mujeres, para la diversidad de género, pero la gran mayoría no se cumplen. Si bien hay muchos lugares en el país donde ir a hacer una denuncia por violencia de género, da lo mismo que la hagas o no, porque nadie te protege, te dan una perimetral, suponte que yo tenga que hacer una denuncia con una perimetral, ¿me tengo que ir yo del pueblo o se tiene que ir la persona? Vivo en un pueblo que tiene 12 cuadras por 12 cuadras, ¿o sea que me tendría que ir a vivir al campo…?

No hace mucho una mujer con problemas de violencia de género fue a hacer la denuncia, le dieron una perimetral, el tipo no la cumplió, y le terminaron diciendo que se mude a otro pueblo, esa es la solución que le dieron…

APU: Pronto se va a cumplir un nuevo aniversario del 2 de Abril. 41 años después, ¿qué te dejó esa guerra?

T.M.: Ya pasaron 41 años, yo no diría que fue una guerra absurda, diría que fue una guerra mal manejada, hay que recalcar que fuimos a recuperar la soberanía de nuestras Islas Malvinas, usurpadas durante tantos años por los ingleses. Cuando se propuso hacer la recuperación, EEUU como muchos países estaban a favor, pero cuando la Thatcher (Margaret) decidió zarpar hacia las islas, creo que tuvo que fijarse en el mapa dónde quedaban, porque ni idea tenían, como muchos de los soldados de ellos. EEUU como muchos de los otros países se dieron vuelta a favor de Inglaterra, uno de esos países que nosotros les decimos “hermanos” como Chile, que era gobernado por Augusto Pinochet, nos jugó en contra, les dio apoyo logístico y táctico, les dio todo lo que necesitaba Inglaterra, esa es una de las razones por la cual también perdimos, a cambio de eso, vaya uno a saber la cantidad de cosas que les han prometido. Por eso no considero que haya sido una guerra absurda, fue una recuperación de nuestro territorio, podría haber sido absurda porque la podían haber hecho diplomáticamente, pero pasaron los años y diplomáticamente no hubo ninguna mejora. Recuerdo que el único país que nos ayudo fue Perú, que incluso mandó aviones con sus pilotos, ploteados con la insignia argentina para entrar al combate. Finalmente no lo hicieron porque llegaron sobre el final del conflicto y se tuvieron que ir.