Jorge Aleman: “No hay un imaginario social alternativo al capitalismo”

Por Martin Massad y Melany Grunewald 

En exclusivo, el psicoanalista, ensayista y escritor Jorge Aleman charló con APU RADIO sobre su nuevo libro “Capitalismo, crimen perfecto o emancipación”. Sus principales definiones.  

El capitalismo

“El capitalismo se acelera, los efectos son crueles, la gente va perdiendo las referencias, y ese miedo lleva a soluciones de odio que son precisamente las que se están viendo en Europa, con la emergencia de las nuevas ultraderechas, en donde en vez de poner el acento en la violencia sistémica del capitalismo, se pone el acento en los extranjeros, en los que amenazan la seguridad. Se trabaja sobre la fragilidad de la gente”

“Se agita el miedo y en vez de transformar esa angustia en una decisión de tipo colectivo puede dar lugar a quienes canalicen eso mostrando qué es lo que verdaderamente nos amenaza y construir un simulacro”

“Desde el momento en que la realidad se ha vuelto única, que no podemos imaginar su después histórico, es la primera vez después de años que no hay un imaginario social alternativo al capitalismo. Hay frenos de mano, modos de atemperarlo, pero no hay un modo de salir de él. Si existiera un modo tendría que ser a través de una voluntad colectiva internacional que estamos muy lejos de ver por ahora”

Medios de comunicación

“Este es un país con medios de comunicación muy especiales, es difícil encontrar en otros países tantos personajes monstruosos juntos. Habría que preguntarse qué pliego de la cultura ha surgido, eso es un fenómeno cultural que merecería su propia genealogía. ¿Cómo pudo un país producir tal cantidad de monstruos? Hay muchos”

“Acá se ve un efecto de la dictadura, un montón de colaboracionistas. Hubo un gran avance en memoria histórica, pero el concepto del colaboracionista debería ser indagado porque hay muchos que parecen servicios de inteligencia”

“La misma vida bajo el capitalismo ha producido una serie de mutaciones antropológicas”

Argentina

“Las ultraderechas de allá (Europa) ponen acento en los extranjeros; aquí, desde la constitución misma se odió al local, el odio está puesto hacia el nativo, hacia el argentino, es un racismo elaborado de una manera más sutil. Después está en segundo grado el racismo con los extranjeros, pero este país en primer lugar fue racista con su propio pueblo”