Un sobrino de Vicente Massot, presidente del bloque oficialista en Diputados

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Un sobrino de Vicente Massot, presidente del bloque oficialista en Diputados

02 Diciembre 2015

Por Diego Kenis

Si algo faltaba para redondear el arco de nombres y funcionarios del próximo oficialismo, ayer llegó: La Nueva Provincia de Bahía Blanca confirmó alborozado, minutos antes de las 21 horas, que un sobrino de su director, Vicente Massot, será quien reemplace a Federico Pinedo como líder de la bancada del PRO- Cambiemos en la Cámara Baja del Congreso nacional.

Se trata de Nicolás Massot, electo diputado este año por la provincia de Córdoba. Mano derecha cordobesa del futuro presidente de la Cámara Emilio Monzó, el nuevo legislador es hijo de Alejandro Massot, hermano del director de La Nueva Provincia imputado por delitos de lesa humanidad, y yerno del ex funcionario menemista e intendente de Córdoba Germán Kammerath, condenado en octubre último a tres años y medio de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por haber realizado negocios incompatibles con la función pública.

En otra extraordinaria demostración de fina ironía, Cambiemos decidió que sea Massot junior quien reemplace a Pinedo, el único diputado macrista que se mostró permeable a participar del proyecto para fijar un compromiso parlamentario a la continuidad de las políticas de Estado en materia de juzgamientos por delitos de lesa humanidad.

Aunque ninguno de los dos vive ya en Bahía Blanca, Alejandro y Vicente Massot comparten aún la propiedad de la radio familiar LU2, que heredaron de su madre y que por treinta años tuvo como principal editorialista al empresario agropecuario Héctor Gay, el flamante intendente electo bahiense por Cambiemos.

Lo primero es la familia

“Si bien Federico era de derecha, sus múltiples estudios cursados en Estados Unidos le daban un toque liberal a sus pensamientos sobre economía”, describió el represor bahiense Adolfo Scilingo, condenado en España a 1084 años de prisión, al mayor de los Massot, ya fallecido. “No ocurría lo mismo con sus hermanos Alejandro y Vicente cuyos pensamientos recogía la revista de ultra derecha Cabildo y luego El Fortín y se los vinculaba con el movimiento Dios, Patria y Familia”, completó Scilingo, que conocía de cerca a la familia, en su libro autobiográfico de confesiones criminales y políticas.

Un camarada suyo se encargó de describir a la madre de los Massot, Diana Julio. “Esa mujer venía a Puerto Belgrano a incitar a (el comandante de Operaciones Navales Luis) Mendía a tomar el poder, a embalarlo. En una de las últimas alocuciones de Isabel Perón puso en su canal un cartel para decir que no entrarían en cadena nacional”, refirió el capitán de navío retirado Oscar Alfredo Castro, condenado el 25 de noviembre a prisión perpetua por su participación en el plan criminal. “Cagones”, era el término usado por Julio para increpar a Mendía, ideólogo de los vuelos de la muerte como forma de eliminación de personas secuestradas. El mismo exabrupto reproducían sus hijos ante Scilingo, reclamándole fusilar, advirtiendo que la desaparición de personas traería problemas para la impunidad de los crímenes en el futuro.

El fallo del juicio en que fueron condenados Castro y otros veintiún represores incluyó un artículo en que dispone que, una vez que la sentencia quede firme, el diario La Nueva Provincia deberá publicar una rectificación por haber difundido noticias falsas que encubrían los secuestros o asesinatos de nueve víctimas.

Por esas prácticas, que el mismo Tribunal consideró parte de una “comprobada campaña de desinformación y propaganda negra” ya en 2012, se encuentra imputado en instancia de instrucción Vicente Massot. Los fiscales que lo acusan, Miguel Palazzani y José Nebbia, entienden que la cúpula directiva del diario proveyó “aportes esenciales” al plan criminal del terrorismo de Estado, mediante la ejecución de operaciones psicológicas perfectamente tipificadas en reglamentos castrenses. El juicio que finalizó el 25 de noviembre incluyó además a los delitos de que fueron víctimas Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, dos obreros gráficos de La Nueva Provincia que fueron secuestrados, torturados y asesinados en 1976 tras mantener un extenso conflicto sindical con la patronal. Por sus crímenes también está imputado, como instigador y coautor, el tío del nuevo diputado.

Tiempo nuevo y viejos tiempos

De perfil bajo, Alejandro Massot tuvo bastante menos exposición que su hermano mayor  y entre sus contadas apariciones públicas se encuentra una participación en una festiva edición de 1989 del ciclo televisivo Tiempo nuevo, que conducía Bernardo Neustadt.

La celebración incluía al conductor del programa, Massot, Héctor Magnetto y Lucio Pagliaro. Los cuatro celebraban la decisión política del entonces recién asumido presidente Carlos Menem, que empeoró la Ley de Radiodifusión de la dictadura, suprimió su artículo 45 y abrió el juego de los privatizados canales de televisión abierta a las empresas dueñas de medios gráficos.

Extasiado, Neustadt festejaba que Menem había tomado tal determinación “al principio de su gobierno y no al final”, lo que según él la hacía aún más valedera. Magnetto, que disfrutaba su acceso a Canal 13, asintió. “Siento la misma preocupación y alta responsabilidad que seguramente compartiremos con los colegas del 11”, respondió el contador de Chivilcoy mirando a su izquierda. El padre del inminente jefe de la bancada oficialista en Diputados sonrió levemente. Acababa de hacerse con Televisión Federal, más conocido como Telefé.

El apellido volvería a sonar fuerte en la década siguiente por su hermano Vicente, que fue designado secretario de Asuntos Militares del Ministerio de Defensa en 1993 y debió renunciar meses después cuando trascendieron declaraciones suyas a favor de la tortura. Diez años más tarde, el ex funcionario acompañaba los primeros tímidos pasos de Macri en la política nacional, en reuniones con jefes militares y empresarios que lo entusiasmaban con la reedición de los pactos de los viejos tiempos, y se habría hecho lugar en su agenda para aportar a la redacción de la carta con que Menem renunció a enfrentar a Néstor Kirchner en el que hubiera sido el primer balotaje por la Presidencia de la historia argentina. Las brevas todavía no estaban maduras.