Entrevista a querellantes argentinas contra los crímenes del franquismo

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Entrevista a querellantes argentinas contra los crímenes del franquismo

12 Abril 2018

Por Nadia Mayorquin

APU: ¿Cuál es la postura del gobierno de Rajoy con respecto a los juicios e investigaciones de los crímenes franquistas?

Adriana Fernández: El gobierno del presidente Rajoy desconoce que en España hubo un genocidio. Para ellos estas causas son crímenes comunes y, por lo tanto, se encuentran prescriptas. Lo que hace que se cierren y no se permita el juzgamiento de los hechos que el juzgado de Servini de Cubría ha presentado en el marco del principio de justicia universal.

APU: ¿Cuál es el estado en que se encuentran las causas a la fecha?

AF: Las últimas novedades que tenemos de la querella, son que se han hecho pedidos de declaración a personas en Cataluña y hubo pedidos de exhumación en Cataluña y en Granada. El problema es que, luego del dictamen de la Fiscalía General donde se da por sentada la prescripción de estos crímenes (septiembre de 2017), en cada exhorto que ingresó al juzgado se dio vista a la Fiscalía, la cual se opuso automáticamente a tomar cualquier tipo de medidas, basándose en lo establecido por aquél dictamen general.

Esta situación generó que en varios casos, sean los mismos juzgados los que se adelanten rechazando los pedidos, no necesariamente acompañando los argumentos que viene fijando la fiscalía, sino indicando la falta de algún dato o buscando algún detalle de procedimiento que justifique el rechazo para que la presentación no tome curso. El informe de Naciones Unidas del año 2017, que hizo el Grupo de Desaparición Forzada encabezado por Pablo de Greiff, insta al gobierno español a que en un plazo de 90 días, aproximadamente, de solución al tema de exhumaciones y desapariciones forzadas. En estas últimas exhumaciones, solicitadas por la querella fue adjuntado este documento, con el fin de reforzar el pedido. A su vez, Amnistía Internacional sacó varios documentos en los cuales instaba a España a que investigue los crímenes, cosa que nunca hizo.

APU:¿Qué interpretación le dan las querellantes argentinas a los dichos de Rajoy acerca de “cero euros” para la Memoria Histórica?

AF:Se dice que este año no va a pasar nada en este sentido, no va a haber ningún aporte para el avance en este campo, cosa a la que ya estamos acostumbrados dado que las exhumaciones son financiadas por las asociaciones de Memoria Histórica. La ARMH nunca ha recibido ningún subsidio o ayuda de este gobierno. Es más, los estudios de ADN se han hecho con ayuda del Equipo de Antropólogos Forenses de Argentina. De manera que en España tenemos muy claro que está todo cerrado para las investigaciones.Pero la incertidumbre no se limita a la disponibilidad de recursos, sino a todo tipo apoyo y gestión que permita seguir avanzando. Por ejemplo, aún no sabemos qué va a pasar con la declaración de Martín Villa (ex ministro de la dictadura franquista) como imputado, no sabemos cómo va a ser. O sea, somos conscientes de que todavía tenemos muchísimo por lo que seguir luchando.

APU: En este contexto que señalan, ¿Qué es lo que las mueve a seguir adelante?

AF: Somos conscientes de que la mayoría de los asesinos de nuestros familiares están muertos, pero quedan muchos torturadores y quienes han firmado sentencias de muerte. Todavía quedan los presos políticos, los bebés robados, víctimas de preventorio, víctimas de la masacre de Victoria, la ejecución de Puig Antich a garrote vil. Nos quedan demasiadas cosas para pedir justicia y también reivindicar los nombres de nuestros familiares porque a muchos de los que han sido encarcelados y torturados se les dio el título de ‘traidores a la patria’, cuando lo que realmente hacían era apoyar a un gobierno legítimamente elegido por el pueblo.

Para que se nos entienda, es bueno dejar en claro que así como en Argentina las Abuelas buscan a sus nietos, los nietos y nietas de republicanos buscamos reconstruir las historias de nuestros abuelos para terminar de construir la propia identidad. Es muy importante que sepamos qué ocurrió con ellos, y así llevar sus banderas y levantar los nombres de quienes dieron su vida por la democracia. Tenemos claro que si la República hubiera gobernado, hoy viviríamos en un mundo distinto. Por haberse jugado por ello, les debemos demasiado a los nuestros, y exigimos memoria, verdad y justicia. Por otro lado, no podemos ignorar que hay 114.000 personas en las cunetas. Son 114.000 historias sepultadas y, como decimos, la peor muerte es el olvido. De manera que hay que rescatarlos, hay que seguir.

Falta mucho, pero no importa. Del mismo modo en que acá, después de muchos años en que Madres y Abuelas lucharon y un buen día se derogaron las Leyes de Impunidad, quizás en algún momento en España pase lo mismo y por fin se puedan juzgar estos crímenes, entonces tendremos la satisfacción de decir que hicimos justicia por los nuestros.

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