"Tracción a sangre": la relación entre el cuerpo, el trabajo y la explotación

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"Tracción a sangre": la relación entre el cuerpo, el trabajo y la explotación

08 Noviembre 2020

Por Daniel Mundo 

El martes de la semana pasada se lanzó la serie virtual Tracción a sangre, producida durante la cuarentena por actores, actrices, investigadores e investigadoras de renombre como Luis Ziembrowski, Kate Rodríguez, Luis Machín, Dora Barrancos, Juana del Carmen Britez, etc. La dirección está en manos de Ana Celentano y Sergio Suárez. Se puede ver en sangrre.com.ar.

La serie trata un tema urgente: el reconocimiento del trabajo doméstico, que recién fue regularizado hace menos de una década, y que frente a las tormentas económicas y sociales que vivió nuestro país, no llegó a controlarse como es debido. El trabajo doméstico, en más de un sentido, es el último resabio premoderno que aún queda entre nosotros.

No es casualidad que en su gran mayoría el trabajo doméstico sea un trabajo “en negro”, ni es casualidad que se lo denomine así: en negro. Era un trabajo de esclavos. En una de las entrevistas de la serie (la misma entremezcla escenas de ficción con entrevistas de especialistas), el Dr. Alberto Robles cuenta que la palabra “mucama” proviene de la lengua de Angola y significa esclava, la esclava que es a su vez amante de su señor. Una esclava sexual. Aclara también que la palabra “criada” es el nombre que tomaron los libertos cuando comenzaron a independizarse del trabajo esclavo, lo que no se hizo de un día para otro, sino que llevó años y décadas. La figura del o la criado/a, de hecho, recién fue derogada hace pocos años del código civil de nuestro país. Era una figura jurídica que permitía el trabajo hasta los 15 años en unas condiciones de semi esclavitud gratuita. Si bien es un término que casi ya no se usa, todos y todas entendemos de inmediato a qué remite. Como se plantea en una de las ficciones de la serie, hay que diferenciar la venta de un servicio de la venta de la persona, lo que en estos trabajos domésticos a veces no queda claro.

Con respecto a esta palabra, doméstico, la serie también nos ilustra. Es un trabajo históricamente no reconocido. Carga con ella una idea de sometimiento, proviene de domesticar, una tarea propia de esclavos.

La serie ayuda a tomar conciencia de prácticas y hábitos que se suelen naturalizar y pasar desapercibidos. No puede no afectar nuestra visión del mundo. El cruce entre las entrevistas y las ficciones agiliza la narración, lo que colabora para que el telespectador se vaya adentrando en estas problemáticas tan actuales.