Royendo a la familia

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17 Noviembre 2019

Por Elías Alejandro Fernández

Las Ratas, “tragedia sonora para seis actores y operación de sonido en tiempo real”, de Vinicius Soares y Guillermo Vega Fischer, es una propuesta que nos entierra en un clima sórdido de tensión pos-apocalíptica. Con recursos de sonido ingeniosos, entre lo digital y lo artesanal, llegamos pronto a un ambiente de caótica locura consecuencia de una humanidad maltratada y devaluada por la competencia salvaje del hambre y el miedo a lo que sucede fuera de su grupo. La combinación de variadas técnicas sonoras rompe a cada rato las dinámicas para crear momentos muy marcados, por inmersivos e hiperbólicos.

Una familia vive en el subsuelo de su casa, refugiados de una catástrofe que no entienden. Confinados a la paranoia, experimentan una locura retroalimentada cada vez más por el deterioro de sus condiciones de vida, mentes y vínculos humanos. En medio de esta destrucción lenta, que los lleva a alimentarse de huesos y mantener unas leyes violentas y patriarcales, llega una refugiada del exterior rogando que le permitan quedarse una noche.

Una fantasía donde ya no existe la palabra “epifanía”, y los vínculos se redujeron a lo mínimo necesario para asegurar la supervivencia individual. La destrucción de las relaciones producto del hambre y el veneno pero, sobre todo, la emocionalidad purulenta, desdoblada por los patrones hostiles de los valores individualistas y un apocalipsis provocado por el afán de lucro.

Cuando el plan neoliberal se va de las manos y sus intervenciones sobre la vida a favor de la ganancia destruye el mundo conocido, se activa un canibalismo inconsciente. Una violencia caótica. Es el encierro ante un mundo del que se ignora todo, salvo que es hostil. De gente escondida de otra gente, de ratas que se comen a otras ratas.