“Nos dimos cuenta de que pasarnos al otro lado, a la negación del tango, nos daba la libertad para desarrollar diversos caminos estéticos”

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    NOESTANGO
    Foto: Gabriela Ferreyra
Danza contemporánea y tango

“Nos dimos cuenta de que pasarnos al otro lado, a la negación del tango, nos daba la libertad para desarrollar diversos caminos estéticos”

04 Septiembre 2022

Agencia Paco Urondo entrevistó a Ollantay Rojas, director, coreógrafo, productor y gestor cultural en danza contemporánea, teatro y tango. Dirige el grupo coreográfico NOESTANGO, grupo de investigación y producción en danza, fundado por Ollantay Rojas, Lisandro Eberle y Milagros Rolandelli, que lleva como objetivo principal la creación y la autoría en el género del tango a la hora de ponerlo en escena. Esta presentación de NOESTANGO es fruto de dos años de investigación llevada adelante por el grupo NOESTANGO, en colaboración con el Quinteto Revolucionario. Plantea una pregunta por el tango como expresión artística que está por venir, teniendo en cuenta su pasado glorioso y su presente tan marcado por el homenaje a lo que ya no es. La obra se presenta en cuatro únicas funciones en El Galpón de Guevara, barrio de Chacarita, hasta el martes 6 de septiembre.

Agencia Paco Urondo: Ollantay, tu trayectoria está ligada a la danza contemporánea, danza teatro, teatro, tango. ¿Por qué el tango?

Ollantay Rojas: Comencé con el tango desde la adolescencia y me enamoré del abrazo y de la improvisación. Luego me permitió trabajar y vivir como bailarín, fue un gran sostén económico para poder estudiar danza contemporánea o teatro. Nunca lo abandoné porque siempre me dio un acercamiento a lo popular, una veta social que tiene en su ADN y que tal vez otras disciplinas escénicas requieren de un ejercicio racional para llegar a tocar esa fibra. 

(El tango) siempre me dio un acercamiento a lo popular, una veta social que tiene en su ADN y que tal vez otras disciplinas escénicas requieren de un ejercicio racional para llegar a tocar esa fibra.

APU: Te hago la misma pregunta que vos y tu compañía se hacen: ¿Qué sucede cuando una música y una danza estrechamente atadas al pasado se sumergen en un presente lleno de deconstrucciones y rupturas?

O.R.: El proceso de trabajo consistió en un análisis de la propia práctica, reflexión sobre lo circundante y en ensayos para aplicar a cuerpos moldeados con una técnica tradicional herramientas compositivas diversas y contemporáneas- las cuales tienen mucho de ruptura y deconstrucción-. Fuimos evaluando en qué casos el tango resultaba más permeable y en qué casos no, como para orientarnos en la construcción coreográfica. De todos modos no hemos llegado a responder esa pregunta, nunca fue nuestro objetivo, a lo sumo planteamos hipótesis de resignificación.

APU: ¿Te gustaría agregar algo acerca del equipo que te acompaña en esta producción, el Grupo NOESTANGO y el Quinteto Revolucionario?

O.R.: Es un grupo de excelentísimo nivel, todos tienen mucho camino recorrido en el género, y eso para nosotros fue fundamental a la hora de crear. Para deconstruir algo entendemos que primero hay que saber hacerlo muy bien. A la vez fue un desafío enorme producir de forma independiente la obra con diez artistas en escena, pero era la única manera para poder asumir riesgos artísticos con un género que es comercial y oficial al mismo tiempo. De alguna manera, el parate de la pandemia permitió que estos artistas buscaran alternativas, acercarse a procesos de investigación a los que no estaban acostumbrados por el día a día que demanda la industria cultural. 

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Foto: Gabriela Ferreyra

APU: NOESTANGO es tu última creación. Interesante como la nombrás, ya desde el título: No.  No es un espectáculo de tango, no es la repetición de un homenaje, es una pregunta que busca generar otra poética, otro lenguaje, otro universo de posibilidades. ¿Podrías contarnos cuál es el camino que hiciste para llegar a este No? 

O.R.: El no ya estaba instalado desde hace mucho tiempo en la cultura argentina- que algo es y otra cosa no lo es- sobre todo en un patrimonio tan grande como el tango, que aparentemente para cultivarlo hacía falta diferenciar entre qué era y qué no era tango. A la hora de buscar que haya autoría o creación con el género, sin apelar a los caminos o herramientas habituales, emerge esta gran pregunta. Así nos dimos cuenta de que al pasarnos al otro lado, a su negación, nos sacaba una gran mochila de encima, nos daba la libertad para desarrollar diversos caminos estéticos, así nadie va a poder protestar. Además, una negación de algo tan contundente, en el fondo podría esconder una gran afirmación, tal vez cierto ejercicio terapéutico de “matar a los padres” se torna necesario. No olvidemos que el tango danza como expresión artística y lenguaje reconocible o identificable tiene más de 40 años de existencia, o sea que bien podría tener una vuelta de tuerca ante la merma de su presencia en las carteleras teatrales locales e internacionales.