Mariano Moreno y el Plan Revolucionario de Operaciones, por Nahuel Placanica

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Mariano Moreno y el Plan Revolucionario de Operaciones, por Nahuel Placanica

02 Febrero 2013

Estimulado por la “sagrada causa” de la Patria y a pedido de Manuel Belgrano, Mariano Moreno redactó el Plan Revolucionario de Operaciones entre el 17 de julio y el 30 de agosto de 1810. La obra es un fiel reflejo de la lucidez y compromiso militante del revolucionario de Mayo que pone su conocimiento al servicio de “la verdadera libertad de la Patria”.

Consciente de la fragilidad de una Revolución que daba sus primeros pasos e influido por la experiencia revolucionaria francesa, el autor apunta contra aquellos que promulgan la moderación ya que “fuera de tiempo no es cordura, ni es una verdad; al contrario es una debilidad cuando se adopta un sistema que sus circunstancias no lo requieren”. En esa misma línea, agrega: “Los cimientos de una nueva República nunca se han cimentado sino con el rigor y el castigo, mezclado con la sangre derramada de todos aquellos miembros que pudieran impedir sus progresos”.

De proyección continental, el Plan de Moreno incluye detalladas instrucciones para la toma de la plaza de Montevideo. Para lograr ese cometido, analiza el fallido asalto a cargo de Don Prudencio Murgiondo el 12 de agosto de 1810 y reflexiona, “no es el golpe el que debe dirigirse primero a la plaza de Montevideo, es realmente a los pueblos de su campaña”. A partir de este eje estratégico, desarrolla distintas líneas de acción que incluyen tareas de contrainteligencia, espionaje, cooptación de figuras públicas y agitación de convulsiones internas.

Con el ojo puesto en el tablero geopolítico mundial, piensa un esquema de alianzas posible para el éxito de la causa. Aconseja una falsa relación de lealtad con la corona española que permita retrasar una confrontación directa “en la infancia de nuestro establecimiento”.

En el mismo sentido, considera necesaria una alianza con Inglaterra por “ser una de las más intrigantes por el respeto del señorío de los mares” y “por dirigirse siempre todas sus relaciones bajo el principio de la extensión de miras mercantiles”. Un acuerdo “defensivo y ofensivo” con los ingleses equilibraría la balanza de fuerzas en caso de que una España liberada de la ocupación francesa intente, con la colaboración de Portugal, recuperar sus colonias en América.

La factibilidad de lograr el acercamiento con los ingleses residiría en su interés por comerciar sin intermediarios en América. Así, resulta clave la separación de las colonias tanto españolas como portuguesas de sus respectivas Metrópolis. “¿Y qué más podría apetecer la Inglaterra ya, que tener unas colonias inglesas en el Brasil”, se pregunta retóricamente Moreno.

El financiamiento de la guerra y el desarrollo económico de la Patria es abordado también por Moreno en su obra, considerando que “las fortunas agigantadas en pocos individuos, a proporción de lo grande de un Estado, no solo son perniciosas, sino que sirven de ruina a la sociedad civil”. Este precepto es el que lo llevará a proponer el monopolio estatal en la explotación de minas, el autoabastecimiento para la “conservación de sus habitantes” y la inversión en agricultura, fábricas y navegación”.

En su trabajo se aprecia el rol que le asigna a la Gaceta de Buenos Aires, diario que él mismo fundó, en tanto órgano de difusión de la Junta del gobierno revolucionario e instrumento de acción concreta. De esta manera, concibe al diario como correa de transmisión de los intereses e ideales del nuevo gobierno y como trinchera crítica del sistema colonial.  

Una lectura desde la actualidad de la obra de Mariano Moreno permite, en primer lugar, descubrir las tramas que atravesaban los pensamientos de los hombres que forjaron nuestra independencia, y en segundo lugar, aportar una visión integral y comprometida que sirva de inspiración a todo aquel que se conciba como parte activa de un proyecto emancipador.