La experiencia más mágica

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La experiencia más mágica

10 Noviembre 2012


APU (Por Soledad Guarnaccia y Juan Ciucci) : ¿Cómo era trabajar con Favio?

Andrés Echeveste (AE): La conclusión no sé si existe, a vuelo de pájaro te puedo decir que fue la experiencia más mágica, más impresionante, que me va a llevar muchísimos años para que me caiga la ficha y que me baje todo lo que pude aprender y ver con Leonardo. Hablaba más desde los silencios, desde lo que no te decía. Acá está Víctor Massuh, te voy a contar una pequeña anécdota que lo va a pintar a Leonardo y él es mi testigo. A Leonardo lo conocí acá a seis cuadras en el Paseo La Plaza, yo estaba haciendo un retrato a una señora que me dijo: “¡Mirá, Leonardo Favio!”, salí a su encuentro, me presenté ya los quince días estábamos haciendo la película de Perón Sinfonía de un sentimiento y me puso a cargo de la dirección de arte. Eso sólo ya muestra la humildad de Leonardo, las palabras sobran.

APU: En ese trabajo puntual, Sinfonía de un sentimiento, el documental aborda lo artístico.

AE: Esa película nos llevó seis años de trabajo, yo me ocupé de hacer todos los story board, en un principio hicimos más de quinientos dibujos. Además hicimos varias animaciones que van dentro de la película, algunas en 3D. Inauguramos el 3D en la Argentina porque todavía no se usaba, me refiero al 3D digital. Hicimos fotomontajes y mostramos muchas imágenes a través de dibujos, tuvimos que hacer dibujos mucho más elaborados que el story board, incluso llegamos a hacer pinturas hasta de 2 metros de largo que la cámara recorría. Fue un trabajo enorme, gigantesco, muy duro, no existían los sábados ni los domingos ni las vacaciones, sólo Perón. Finalmente fue hermoso hacerlo.

APU: La película estaba dedicada a Carpani y hay algo de Carpani en el aire ¿No?

AE: Sí, a lo último Leonardo puso algunas cosas de Carpani. Era una manera de homenajearlo porque Carpani la peleó desde el exilio, desde donde estuvo la siguió peleando con la pintura, fue un reconocimiento a su labor. Trabajamos muchísimo.

APU: Participaste también en Aniceto.

AE: En Aniceto hice la dirección de arte, participé colaborando con la escenografía. Aniceto llevó muchos años de previa también porque cada escena se fue dibujando, se fue planeando, borrando y volviendo a hacer. Hicimos escenarios gigantes de 60 x 50 metros, donde había cielos pintados, gigantescos que pintó  la gente del Teatro Colón. Todo nació de pequeños dibujitos y terminó siendo una cosa impresionante.

APU: Ahí Favio, en el final, subía la vanguardia, porque fue una película con danza que acá no estamos acostumbrados.

AE: Vanguardia por muchos años, porque van a pasar muchos años para que la gente reconozca y comprenda lo que se hizo en Aniceto. Eso es lo que pienso, fue un trabajo extraordinario de Leonardo y también los riesgos que corrió haciendo esa película. Creo que hay diez palabras en toda la película pero nunca para el diálogo, nunca para la tensión, se cuenta todo con imágenes. Él me llamó y me dijo, quiero hacer una película donde la danza, la música y la pintura vayan unidas pero separadas, no como en el cine que se funde todo, sino que cada cosa tenga su entidad y coordine en sus personalidades y eso fue lo que ocurrió. Iván Wyszogrod hizo la música, trabajaron más de ciento cincuenta artistas entre músicos, escenógrafos, fue un laburo impresionante.