Horacio González: el don de la amistad

  • Imagen

Horacio González: el don de la amistad

01 Diciembre 2016

En el Prólogo que Diego Tatián escribió para Yo ya no se lee: “El vitalismo –la contigüidad de la cultura y la vida– que María Pia López ha indagado en otros libros de manera teórica se aloja aquí en una experiencia que tal vez como ninguna otra atesora esa contigüidad: ‘no imagino –dice– cómo sería mi vida sin esa persistente amistad’. Acaso la amistad sea lo único que permite desentrañar el amor del otro, además de reconocer en él una inspiración, que no siempre es voluntaria –más: casi nunca lo es. Yo ya no recorre los modos del don que, en la amistad conversada, adoptan una universalidad concreta –y por ello es necesario darlos a su vez en ofrenda.” Un recorrido con puntos precisos, con direcciones que, además de capítulos, pueden leerse como citas –mitad secretas, mitad públicas– de una biografía intelectual, en parte individual, en parte colectiva.

Yo ya no. Horacio González: el don de la amistad será presentado por María Moreno, Eduardo Rinesi y amigos. Canta Liliana Herrero y toca Pedro Rossi. La cita es el sábado 3 de diciembre, a las 19hs. en Caburé Libros, México 620, junto con la autora y los editores.

Yo ya no es alquimia de ensayo, narración, crónica y filosofía plebeya, escritura intensa y precisa que responde también a una exigencia, porque una conversación es también eso: exigencia de darnos al otro. Este libro es entonces ofrenda y conversación incesada. María Pia López nos invita con hospitalidad a entreverla, a vislumbrarla, porque en ella se cifra también una época en la cual las prácticas intelectuales no estuvieron escindidas de la vida y la amistad.

La publicación de Yo ya no. Horacio González: el don de la amistad, segundo libro de la colección, es el resultado de un esfuerzo cooperativo de la Revista El río sin orillas y la Editorial Las cuarenta. El nombre, más que el sello que ofrece esta publicación, es la expresión de un trabajo de larga duración que espera proponer nuevos títulos en los años venideros. El hilo conductor que orienta este esfuerzo es la necesidad de pensar el derrotero de la cultura argentina de las últimas décadas a partir de una mirada generacional o, al menos, de una mirada afectada por la época de un modo intelectual y afectivamente intenso. La constelación de las fuerzas sociales, económicas y políticas argentinas, los vínculos profundos con unas tradiciones y unos nombres que parecen transformar sus sentidos al comienzo del siglo XXI, los modos de leer y escribir sobre ellos, son los desafíos que nos circundan y que, esperamos, puedan ser abordados por el equipo editor de CUARENTA RÍOS.