A 11 meses de tu siembra, Comandante

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A 11 meses de tu siembra, Comandante

07 Febrero 2014

“En las sociedades donde se enfrentan la revolución y la contrarrevolución, el ejército se divide y la lucha armada decide el desenlace, destruyendo o subordinando al poder civil existente y creando otro. Los golpes militares suelen ser preventivos o represivos de insurrecciones populares, pero cuando el movimiento de masas tiene pujanza y cuenta con dirigentes revolucionarios, el Ejército se descompone y una parte pasa a integrar las fuerzas transformadoras del orden social”. (Rodolfo Puiggrós - Peronismo: sus causas - Carlos Pérez Editor)

Por Álvaro Erices

4F: día de la dignidad venezolana

Hace 22 años, Hugo Chávez junto a su grupo cercano (una especie de GOU caribeño) y 200 soldados iniciaron la rebelión cívico-militar del 4F (Operación Zamora, por Ezequiel) de 1992, que si bien no triunfó en aquél momento, “la acción fue un golpe directo al sistema capitalista de miseria” imperante por décadas en el país de Alí Primera, aseguró Nicolás Maduro en el discurso 2014 del Cuartel de la Montaña.

Uno de los principales objetivos de aquella gesta fue terminar de raíz con las recetas del FMI. Lo que por lógica y consecuencia, y luego del alejamiento de Carlos Andrés Pérez del poder, sumado al triunfo electoral de Chávez 7 años después: se hizo carne en los menús de ajuste que nunca más se aplicaron en Venezuela y que fueron a desembarcar a otros puertos (europeos y alianzapacíficos).

El mayor triunfo de la rebelión del 4F fue haber iniciado una revolución de las consciencias ciudadanas en el proceso de cambio social e integración más significativo en la historia latinoamericana junto a la experiencia de la Revolución Cubana y la del primer peronismo, 40 y 55 años antes, respectivamente.

Es común pensar, por la cantidad de dictaduras perpetradas en Latinoamérica y las heridas sufridas en su cultura, que todos los militares son fascistas, proimperialistas o liberales conservadores. Aunque no es razón para apuntar con el dedo a quien lo predique, seguramente ese tipo de opinión plantee una ausencia de historicidad, puesto que los tentáculos de la reacción han hecho muy bien su trabajo de deshistorización en las repúblicas suramericanas y caribeñas.

“San Martín y Bolívar, eran, por cierto, militares”, sostuvo Rodolfo Puiggrós (RP) en el libro citado en el epígrafe de este artículo. De acuerdo al carácter colectivo de las rebeliones que lideraron esos próceres, “las revoluciones y guerras de la Independencia tuvieron carácter militar y popular, doble atributo patente en sus ejércitos constituidos no mediante levas forzosas, sino sobre la base del reclutamiento de gentes, en su inmensa mayoría jóvenes, movidas por el entusiasmo y la combatividad que despertaba en todas partes la lucha desentumecedora y emancipadora de la larga modorra colonial”, prosiguió el periodista y ex interventor de la UBA en tiempos de Héctor J. Cámpora.

Otro dato que refuta la teoría del dictador o del caudillo que no suelta la manija del poder –expresado también por Eduardo Galeano– es que desde 1999 y hasta 2013, el gobierno de Chávez fue sometido a más de 17 elecciones que lo reconfirmaron líder indiscutido del movimiento revolucionario bolivariano. Dichos sufragios fueron populares, plebiscitarios y universales. Solamente perdió una elección y fue la que reformaba algunos artículos de la Constitución Bolivariana (CB).

Para discutir estas cosas y dejar en claro hacia qué nuevo mundo tendía el proyecto político instaurado por Chávez es preciso comprender que la CB permite la elección indefinida de Presidente de la República, lo que el propio Comandante expresó como parte de un cambio social que precisa décadas de transformación yendo en contra de la democracia liberal que sostiene la alternancia de 6 o 4 años de mandato.

A 11 meses de su deceso, el combate cultural –que, entre otras cosas, es político y económico– sigue en pie.

Acciones paralelas

Sobre los alcances sociales de la nueva hegemonía política denominada Socialismo del Siglo XXI hay mucha estadística y dato maduro. Pero dentro de sus principales números hay uno que es irrefutable: en la gestión chavista (desde 1999 a la actualidad) la pobreza y el hambre extrema se redujeron en más de un 50% (AVN).

Al respecto, la CEPAL sostiene que "el aumento en la indigencia (en estos últimos años) ha sido causado por el incremento del costo de los alimentos por encima de la inflación general".

Desde hace doscientos años hasta hoy; ¿Se puede salvar a la política de los intrigantes, los especuladores, los mentirosos, los traidores y los hipócritas?, ¿O está en la especie humana caer en esas conductas?

Tal vez la última reunión de la CELAC fue un momento propicio para iniciar acciones en conjunto: al día de hoy, mientras el gobierno argentino aplica una medida de Acuerdo de Precios para paliar la inflación y la especulación y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, renuncia a su candidatura para presidir el PJ de la CABA por razones de gestión y sostenimiento de su cartera en un tiempo económico complejo, el gobierno bolivariano llama a los empresarios a adecuarse a la Ley Orgánica de Precios Justos y a fomentar la producción y el trabajo.

Paralelismos o similitud en los rumbos, por estos días de verano América latina vive lo que según Emir Sader es un intento de la derecha por volver a los 90 en toda la región. Además de sostener categóricamente que “los únicos que crecen en el mundo son los países con gobiernos no neoliberales: China y los gobiernos progresistas de América del Sur”.