Petróleo y gas con tecnología propia
La discusión que vamos a desarrollar en este artículo pareciera estar fuera del tópico central del período que en nuestro país estamos atravesando, período caracterizado por desindustrialización y destrucción sistemática de nuestras capacidades en Ciencia y Tecnología que son las que nos deben dar las herramientas para desarrollar conocimientos científico – tecnológico propios.
Sin embargo, la etapa neoliberal – libertaria más temprano que tarde pasará y el campo nacional y popular, como siempre debió hacerlo, deberá volver a reconstruir lo roto, reinstalar a la Justicia Social como principio guía y avanzar con el desarrollo apoyado sobre ciencia y tecnología propias.
YPF, salvo en el período Repsol, ha sido la herramienta fundamental para que los argentinos podamos acceder a nuestro derecho a tener disponible la energía necesaria y deberá volver a serlo.
Lo primero debe ser la decisión impedir la entrega de YPF a la angurria de los fondos buitres y sus socios locales y externos. La participación del 51% estatal no puede ser objeto de negociación alguna.
Después, lo urgente es terminar los gasoductos y oleoductos, hoy detenidos en su construcción por acción de la motosierra, para poder llevar el gas y el petróleo hacia donde son necesarios, ya sea para consumo interno (terminar con la pobreza energética) o para exportar el remanente de lo que se consuma internamente.
Pero si bien lo anterior es lo urgente, no alcanza.
Deberemos pegar un salto cualitativo pasando de un extractivismo hidrocarburífero a un desarrollo industrial traccionado por los hidrocarburos.
Actualmente gran parte de la tecnología y de los equipos y herramental utilizados en la cadena de producción de petróleo y gas, en particular en Vaca Muerta, la desarrollan las compañías internacionales de servicios petroleros: SLB (Schlumberger), Halliburton, Baker Hughes, Weatherfod, etc.
Esas compañías internacionales tienen un ecosistema de innovación formado por fuertes centros de investigación y desarrollo (I+D) en los países del hemisferio norte donde tienen sus “headquarters”, en donde trabajan asociadas con las universidades de esos países y en donde tienen su red de fabricación de equipos y herramental.
Los problemas que este esquema presenta para YPF son varios:
1. Costos demasiado elevados: el actual presidente y CEO de YPF ha mencionado sobrecostos del orden del 35% (Econo Journal, 19/03/2025).
2. Diseños orientados, en el caso del shale, al yacimiento Permian (EE.UU.) formación que no es idéntica a Vaca Muerta en lo que hace a la dureza de la roca y a la temperatura; en ambos casos Vaca Muerta presenta una situación más desfavorable y por lo tanto las herramientas de perforación direccional fallan más que en el Permian y los tiempos no productivos son mayores acá. Es necesario desarrollar herramientas de perforación direccional ad hoc para Vaca Muerta, tarea que no están dispuestas a acometer las compañías internacionales de servicios petroleros.
YPF, coordinando el conocimiento de sus profesionales, acumulado en años de operación; el apoyo en I+D de Y-TEC (acciones 51% propiedad de YPF y 49% propiedad de CONICET) y la capacidad de fabricación de las Pymes nacionales puede y debe constituir una compañía de servicios petroleros propia.
Sabemos que las compañías internacionales apostarán al fracaso de la compañía de servicios nacional y que recorrer la curva de aprendizaje implicará inevitablemente por lo menos un par de años de menores rendimientos; pero, finalmente se podrá extender el accionar de una “YPF Servicios Petroleros” a las otras operadoras trabajando en el país, a las operadoras nacionales de las repúblicas hermanas de Latinoamérica y, ¿por qué no? a presentar una opción competitiva en el hemisferio norte.
Empresas nacionales, socias necesarias para el desarrollo de “YPF Servicios Petroleros” son INVAP, que ya desarrolló historia de trabajo en conjunto con YPF e Y-TEC e IMPSA, indispensable para el desarrollo de grandes equipos (ej. los AIB – las famosas cigüeñas que se ven en los campos petroleros). El tema es que IMPSA fue vendida a una empresa estadounidense que usará sus capacidades productivas en proyectos que no necesariamente se corresponderán con nuestras prioridades. La recuperación de IMPSA para el estado nacional será urgente.
En lo que hace a la producción y exportación de GNL se deberá retrotraer la situación a la existente al 09/12/2023; nuevamente en sociedad, si fuese posible, con la empresa pública malaya PETRONAS. En este segundo intento el proyecto deberá incluir entre sus objetivos prioritarios la participación de la ingeniería e industria nacional.