Necochea: la bonaerense reprimió en un centro cultural

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Necochea: la bonaerense reprimió en un centro cultural

02 Septiembre 2015

El sábado pasado, el centro cultural "Casita Popular" del Frente Popular Darío Santillán (FPDS) de Necochea, fue escenario de un abuso de autoridad por parte de la Policía Bonaerense. Mientras terminaba un recital, un concurrente que se encontraba en la puerta fue detenido sin motivo y un vecino perteneciente a esta fuerza, que se encontraba de civil, propició golpes a los presentes con una cachiporra.

En diálogo con Agencia Paco Urondo, la militante del FPDS Eugenia Ferrario, sostuvo que al momento de la finalización de la jornada, efectivos policiales que acompañaban a Control Ciudadano del municipio se acercaron al lugar y advirtieron que si no cortaban con el recital “se iba a poner peor”. Según Secretaría de Gobierno del Municipio, los móviles policiales deben acompañar a los inspectores municipales en los operativos.

“El móvil aprehendió arbitrariamente a un pibe que estaba en la vereda, mientras compañeros mantenían una charla con el inspector municipal”, sostuvo Ferrario. Asimismo, afirmó que los efectivos policiales primero sostuvieron que la detención se debía a que el joven los estaba filmando; luego que se encontraba bebiendo alcohol en la vía pública y, finalmente, que había intentado sacarle el arma reglamentaria a uno de ellos. Respeto del vecino que también intervino, Ferrario recordó que fue partícipe de otro episodio violento: en febrero del año pasado “entró con una botella de vidrio y la partió sobre una mesa al grito de ‘los voy a matar a todos’”.

“En la Comisaría no le querían dar ingreso”, dijo Ferrario, quien también afirmó que gracias a la insistencia de sus compañeros, los oficiales accedieron a inscribirlo en el libro de registro. Hasta el momento, en Necochea no existe ninguna ordenanza que legisle el funcionamiento de los centros culturales.

A continuación, reproducimos el documento emitido por el FPDS de Necochea:

Con los espacios de cultura popular no

La Casita popular no es un boliche, no es un lugar de eventos, es un espacio que viene resistiendo hace más de cuatro años y construyendo cultura popular en la ciudad de Necochea, a través de la realización de diversas actividades tales como talleres, emprendimientos autogestivos, asambleas diversas, manifestaciones culturales; además de contar con la participación de distintas organizaciones sociales y políticas, como así también artistas de distintas disciplinas donde se proyecta una perspectiva de cultura diferente a aquella que impone una lógica mercantilista y de negocio. Si reprimen la Casa Popular reprimen esta forma de manifestarnos.

No alcanzan las excusas… que los vecinos se quejan por los ruidos, que el jefe de seguridad pública vive atrás de la casita, que hay gente en la vereda, que esto y que lo otro, como vecinxs no podemos permitir que DOS POLICIAS BONAERENSES encierren y esposen en un patrullero a un pibe que fue a pasar un buen rato sin dar una explicación clara. Tampoco se puede permitir el despliegue policial represivo que se generó después, trece patrulleros y muchísimos policías intimidando con sus itacas y armas largas a jóvenes que sólo estábamos escuchando música. Hace tiempo ya que venimos soportando la fuerte presencia de la fuerza policial. En la noche de ayer hubo policía de civil dentro de la Casita Popular y móviles pasando constantemente por la calle. Anoche fue diferente, anoche nos reprimieron.

Esto no fue por la actividad de anoche, fue porque estamos molestando construyendo cultura popular y una alternativa política desde abajo. Instantes previos a que empiece la represión habíamos llegado a un acuerdo con agentes de Protección Ciudadana Municipal para terminar la actividad lo antes posible.

 Haciendo un raconto de los hechos podemos decir que, mientras que una oficial y un oficial esposaban como dijimos antes a un concurrente al lugar, algunxs nos acercamos para preguntar por qué se lo querían llevar, no nos respondían nada, seguimos insistiendo y una de las respuestas fue porque el pibe supuestamente quería filmar el despliegue policial (raro porque hasta ahí sólo era un intercambio de palabras), luego fue porque estaba consumiendo alcohol en la vía pública, y más tarde porque supuestamente le había querido quitar el arma a uno de los oficiales.

Ahí comenzó el descontrol fomentado por el accionar policial. Nosotrxs sabíamos que no se estaba cumpliendo el procedimiento, no podían llevarlo sin una explicación, no le habían pedido identificación. En un instante eran alrededor de doce o trece patrulleros, y nosotrxs que como máximo éramos 60 personas que intentábamos frenar la detención. Nos paramos delante del móvil, que de todas formas avanzó… ahí comenzaron los forcejeos, oficiales por todos lados, intentando agarrar a más de nosotrxs, y con todas sus armas expuestas, sabiendo que no teníamos forma alguna de defendernos. Sacaron los barrotes, comenzaron a empujar y nos tiraron con gas pimienta. 

No nos comemos el verso que esto fue por el evento, esta situación forma parte de un escenario de conflicto más amplio, que se viene visibilizando con más fuerza en diversas ciudades con el cierre sistemático de decenas de lugares que fomentan la cultura popular.
Llamamos a todos y todas a que nos acompañen en este proceso de lucha defendiendo la cultura popular, trazando un camino de unidad.

Denunciamos y hacemos responsable a las autoridades municipales y policiales. Es llamativo que bajo la gestión del actual Secretario de Gobierno, responsable del área de Protección Ciudadana, pasen estos actos de represión. No nos olvidemos que también fue el que propuso como responsable de la seguridad a un policía exonerado de la bonaerense por apremios ilegales.

 Piden habilitación cuando no existe para centros culturales, no somos ni un restaurant ni un boliche nocturno. Somos UN CENTRO CULTURAL. Tener la habilitación como tal para realizar actividades artísticas es una deuda histórica de este municipio. Creemos que no promulgar una ordenanza así, evidencia la visión no inclusiva como Estado de la construcción de la cultura.

Fue Fernando Birri, cineasta del cual lleva su nombre un centro cultural autónomo de la ciudad de Santa Fe quien, ante la amenaza de clausura del espacio con características similares a la “Casita Popular”, escupió al viento: “Nadie tiene derecho –ni el rey ni el papa ni el general- a impedir a un niño que crea que las mariposas son estrellas que vuelan, nadie tiene derecho –ni el que pisa con el pie diestro ni el que pisa con el pie siniestro- a caminar aplastando los malvones, nadie –ni el que vive en la cueva o en la intendencia o en la casa rosada de vergüenza- puede arrogarse insolentemente el derecho de llevarse el índice a la boca y ordenar el silencio en el concierto de ruidos, rugidos, suspiros, himnos, alaridos, llantos y canciones amorosas del mundo. Nadie.”

El pornográfico uso de la fuerza contra quienes dan vida al centro cultural puede convertirse en un hecho fundacional. Todxs quienes coincidimos en que “LA CASITA POPULAR” debe seguir siendo “LA CASITA POPULAR”, deberemos encontrar el mejor camino para lograr ese objetivo. De la otra vereda han quedado alineados los intereses. OTRA VEZ LA POLICÍA Y EL (DES) GOBIERNO DE TURNO JUNTOS. Será necesario un paso adelante. Pues ya se han llevado el índice a la boca y ordenaron silencio. Por una noche, HAN CALLADO los ruidos, rugidos, suspiros, himnos, alaridos, llantos y canciones amorosas. Pero la disputa promete ser larga.