Universidad de Avellaneda: las mentiras de Clarín

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Universidad de Avellaneda: las mentiras de Clarín

27 Septiembre 2012

Por Paola Spinelli

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo piensa que está evolucionando la Universidad desde sus orígenes hasta ahora en cuanto a cantidad de alumnos que se están anotando?

Jorge Calzoni: En realidad empezamos con las clases en 2011. Tuvimos una primera etapa en 2010 de armado de lo que fue el proyecto institucional, cuyo Estatuto se aprobó, y durante el 2011 empezamos con las clases. 1100 inscriptos aproximadamente, 800 en el primer cuatrimestre, hubo un refuerzo en el segundo cuatrimestre y en este momento estamos, entre alumnos presenciales, distancia, regulares, los que no lo son pero están cursando, alrededor de 3400 estudiantes lo cual es un número realmente importante.

Ha crecido mucho. El primer año tuvo una etapa de normalización. A fin de año, de todas las universidades, fuimos la única que normalizó. Nos pareció que era importante todo el proceso político porque implicaba la decisión de claustros estudiantiles, elección de claustros docentes, no docentes, consejo social. Nuestra Universidad tiene un Consejo Social con voz y voto en el Consejo Superior lo cual también es novedoso, en algunos casos hay consejos sociales pero sin voto, en Lanús, por ejemplo, tiene voz pero no tiene voto y acá me obligo a reunirme una vez por mes a reunirme con el Consejo Social y a rendirles cuentas, lo cual me parece que corresponde y está muy bien.

Todo ese proceso llevó a que a lo largo de 2011 y a fin de año normalicemos con las carreras que teníamos previstas en el primer año. Este año incorporamos dos carreras nuevas, Ingeniería Informática y convertimos la Tecnicatura en Periodismo en Licenciatura y para el año que viene tenemos previstas dos carreras nuevas más que ya estaban escritas, no son cosas que se nos ocurrieron sino que ya venían programadas, una es una Licenciatura en Guiado de Turismo que tiene que ver con nuestro Departamento de Deportes y Recreación, y la otra es un ciclo de complementación en Historia que está pensada para articular con los profesorados. Acá, muy cerquita, hay un colegio, el Pio XII, que tiene profesorados de Historia, Geografía, Biología, entonces lo que armamos son ciclos, uno de ellos el de Historia y estamos muy entusiasmados por la cantidad de docentes que ya nos han dicho que sí: Galasso, Eric Calcagno, Barcesat, Pedro Brieger, gente que nos parece muy interesante y estamos esperando los procesos de aprobación para lanzarlo formalmente.

APU: ¿Cuál es el criterio de selección del personal docente?

JC: El acceso a la educación superior es por concurso como en todas las universidades. Lo que tuvimos al comienzo –había que empezar- fue una base de datos de cerca de 3.000 docentes que, espontáneamente en algunos casos, se acercaron con CV, hicimos un comité de selección para evaluar esos CV, vimos los antecedentes y priorizamos los que vivían en la zona. Lo que sucede es que estamos en concurso, se terminó la subjetividad entonces, a partir de ahora, ha ganado gente que incluso no estaba allí. Hace poquito, Clarín sacó una nota bastante fea donde habla de una cantidad de cosas…

APU: Sí, las digo: Habla de una reducida oferta académica, presupuestos abultados y una nómina de autoridades con apellidos conocidos pero de poca trayectoria académica.

JC: El primero que salió a contestar fue un docente que había ganado el concurso a quien todavía no conozco y el tipo se sintió afectado ya que no lo conocíamos ni sabíamos de dónde venía y ganó el concurso como corresponde. La oferta académica es de 17 carreras, no sé a que llaman “poca oferta académica”. La segunda cuestión tiene que ver con que todas las universidades nuevas nacemos proponiendo carreras alternativas y no con un aspecto competitivo de decir: “Estoy haciendo un análisis de graduados”.

Te doy un ejemplo: Se reciben por año 3400 ingenieros, decime de abogados, ¿tenés una idea?

APU: No, pero calculo que deben ser más que el doble.

JC: ¡Hay algo que está mal! No tiene gollete que hagamos carreras tradicionales cuando tenés abogados y médicos para tirar por la ventana, sí hacen falta enfermeros entonces hacemos Enfermería, no hacemos Medicina. Creemos que hay que profesionalizar el deporte, por eso tenemos una Licenciatura en Actividad Física y Deporte y estamos trabajando fuertemente en eso, de hecho, hay un grupo de investigadores que trabaja violencia en el deporte que es un tema, hoy, candente, al presidente de un club acá muy cerca lo están cascoteando todo el tiempo. Queremos profesionalizar la cultura -la Presidenta lanzó el Polo Audiovisual- creemos firmemente en las industrias culturales, nos parece que ahí, Argentina tiene un desarrollo interesante.

Ni hablar de las ciencias ambientales, faltan profesionales y demás, lo de Periodismo surge, fundamentalmente, por la Ley de Medios, hay una cantidad de chicos –y de gente grande- que tienen sus programitas de radio, que tienen sus cosas y quieren hacerlas y una carrera que me gusta mucho que es Diseño de Marcas y Envases que está pensada para las PyME que exportan y tienen graves problemas con lo que es el packaging y algunas situaciones de marcas para colocar sus productos en el exterior y es una demanda de la industria de la zona muy fuerte Ingeniería Informática, de hecho no la tiene la UTN –si la tuviera no la hubiéramos hecho- entonces complementamos también la oferta de Ingeniería en ese sentido así que la oferta académica tiene una lógica, una razón de ser.

Lo de los apellidos: La gente que está tiene una trayectoria. Creo que nombraron a la Vicerrectora diciendo casi despectivamente que es profesora de Educación Física –lo cual es cierto- pero aparte es Licenciada en Ciencias de la Educación, tiene un postrado en Didáctica y está haciendo un Doctorado con lo cual, viendo su currículum esto se cae. En realidad, la nota está hecha con mucha mala fe y el Ministro me pidió que no contestemos porque no valía la pena y el mismo Consejo Superior quiso hacer una nota propia de repudio y no lo pudo evitar. Yo estaba muy enojado, uno no está acostumbrado a estas cosas y él me dijo: “Bueno, hay que acostumbrarse”.

Estamos muy contentos con nuestra propuesta académica –no hablamos de “oferta" sino de “propuesta” académica porque pensamos que nacemos para complementar- de hecho, trabajamos muy en conjunto con universidades de la zona y la UBA. En el tema de los contratos, pagamos lo mismo que pagan todas las universidades, acá no hay paritarias propias, tenemos la potestad, por la autonomía, de hacerlo pero imaginate que en una universidad nueva sería una tontería. Si analizaran lo que cobran las distintas universidades verían que cobramos exactamente lo mismo y, es más, tenemos menos autoridades superiores que el resto de las nuevas.

APU: Otra de las críticas de Clarín es que por cada alumno de la Universidad de Avellaneda, el Estado aporta $47.327 al año, casi 5 veces más que por un alumno de la UBA.

JC: Totalmente mentiroso, lo han hecho con el presupuesto de este año y sacando los primeros ingresantes con lo cual el número no te da nunca. Toma una base de 800 alumnos y estamos en 3.400, sacá la cuenta y la diferencia baja más de 5 veces con lo cual es absolutamente mentiroso, es más, dice Villanueva que está en la UNAJ, que a él le da menos que lo que le debería dar por fórmula que es como se saca la relación alumno-presupuesto en todas las universidades. Tuvimos un presupuesto, este año, de 40 millones, la UBA tiene casi 3.000, hay una pequeña diferencia.

Lo que no tenemos son docentes ad honorem, todos ellos cobran y con los concursos, cobran lo que corresponde según lo definen las paritarias docentes. Los que están por contrato son aquellos que aún no pudieron concursar pero estamos en concurso permanente y nuestro objetivo es cumplir lo que dice la Ley: que el 70% de nuestros docentes están concursados. Este es el desafío que nos damos.

APU: ¿En qué se basa el concurso de los docentes, en las planificaciones o en los programas que presentan ellos?

JC: No, hacemos un llamado con los siguientes criterio –pasó algo muy lindo en estos días, me llegaron dos cartas de felicitaciones de docentes que perdieron agradeciéndome la transparencia, el proceso y lo bien tratados que estuvieron, lo cual es raro-, convocamos por área de conocimiento, no hacemos concursos por asignatura. ¿Por qué hacemos esto? Porque los docentes somos corporativos, tendemos a atarnos a una cátedra y seguir en ella toda la vida pero los planes hay que actualizarlos, hay que generar una cantidad de cuestiones académicas que tienen que tener el grado de flexibilidad necesaria. El objeto son los estudiantes, no el docente.

Este es el primer criterio. Concursamos áreas de conocimiento de manera tal que un docente tiene Análisis Matemático 1, 2, 3 y Álgebra, tendrá que dar lo que disponga la Secretaría Académica o el Departamento que amerita y no Análisis 1 porque ganó ese concurso o 3 y ya no existe más. Pasa en muchas universidades que quedan docentes enganchados porque ganaron su concurso, esa materia no existe más y le tienen que seguir pagando para nada. Este es un  primer criterio –y casi todas las nuevas lo estamos haciendo de la misma manera-: concursar por áreas de conocimiento.

Después, cuando presentamos los diseños curriculares, un programa de lineamientos mínimos que se deben dar en esa cátedra, con objetivos generales, específicos. Eso está armado dentro de lo que es el diseño curricular. Si lo hiciera un docente sería casi tendencioso porque estaría armado de acuerdo a eso.

Esos diseños mínimos los hicimos un grupo de docentes con que empezamos a trabajar –esto es así- y están contrastados con diseños curriculares similares porque no vamos a inventar la pólvora, no somos los primeros en dar Ingeniería Informática, entonces lo que hacés es ver el resto de los diseños, tomás eso y le das la impronta de lo que vos querés. Con eso se concursa y cuando el docente concursa presenta su propio proyecto. Tenés tres posibilidades: Dedicaciones simples, que son 10 horas de clase, semiexclusivas y exclusivas. Cuando son semiexclusivas pueden hacer actividades de extensión o investigación, cuando son exclusivas les pedimos investigación, entonces vamos haciendo concursos exclusivos de manera tal de ir generando masa crítica en cuanto a investigación.

Metidos en ese tema –investigación- tenemos dos programas propios, un acuerdo con la UBA de manera tal de generar masa crítica –imaginate que nosotros no la tenemos y cuando presentás un proyecto de investigación necesitás un Director, entonces qué mejor que asociarse con alguien que tiene un desarrollo tan importante como la UBA- y en las temáticas que son de interés común trabajamos juntos con sus grupos de investigación y estamos en un proyecto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y con la Secretaría de Política Universitaria para hacer una especie de raíces internas, es decir, la Argentina está formando muchos doctores pero no tienen dónde radicarse, entonces: ¿Por qué no hacerlo en las universidades nuevas? Tendrían que ser aquellos que, a su vez, coincidan con nuestra línea de investigación.