¿Qué hace el Estado argentino por los atletas olímpicos?

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¿Qué hace el Estado argentino por los atletas olímpicos?

12 Agosto 2012

El taekwondista Crismanich cosechó la primera medalla de oro de estos juegos, las Leonas consiguieron una de plata y el tenis y la vela dos preseas de bronce. Muchos otros deportistas llegaron a los primeros 10 puestos y consiguieron su diploma. Los que estamos de este lado del televisor vivimos la competencia con pasión pero pareciera que los Juegos Olímpicos fuesen sólo cuestión de garra, táctica y entrenamiento. ¿Qué pasa con los deportistas durante los cuatro años que median entre una edición olímpica y la otra? ¿Con qué apoyo económico se sostienen? ¿Qué rol juega el Estado?

En principio, podemos hablar de números. En estos Juegos Olímpicos 2012 disputados en Londres, Argentina fue representada por una delegación de 137 deportistas. Esta cifra sólo se superó en 1948 con 242 atletas. En cuanto al apoyo económico, en 2004 había 334 deportistas amateurs becados y hoy son 1397 y 283 entrenadores.

El punto de anclaje fundamental de estos avances fue la creación del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) cuyo objetivo es gestionar apoyos económicos específicos para el desarrollo del deporte de primer nivel. Esta idea ya se encontraba contemplada en la Ley del Deporte sancionada en el tercer mandato de Perón. En 2009, el Congreso Nacional aprobó su creación y el ente inició su actividad en agosto del 2010. Su gestión es mixta, es decir que participa tanto el Estado como la organización privada bajo la tutela de la Secretaría de Deporte de la Nación y el Comité Olímpico. Se financia con el producto de un cargo del uno por ciento (1%), aplicado sobre el monto que las empresas de telefonía celular facturan a sus clientes por los servicios de telecomunicaciones brindados. Su presidente es Gerardo Wertheim, también presidente del Comité Olímpico Argentino, y accionista mayoritario de Telecom.

Desde su creación se invirtió más de 226 millones de pesos. Un tercio de estos fondos se destina al pago de becas que van desde los 1.800 a los 10.000 pesos mensuales. Los recursos también se utilizan para la participación de los atletas en competencias regionales como los XVI Juegos Panamericanos disputados en octubre del año pasado en Guadalajara.
El ENARD trajo varias novedades bajo el brazo. La primera y principal es el respaldo económico. Antes los deportistas contaban con becas otorgadas por la Secretaría de Deporte pero por tiempos burocráticos, debían pagar sus viajes al exterior y recién después de años recibían la devolución del dinero invertido. El ENARD, de un día para el otro, generó un presupuesto mensual de alrededor de 12 millones de pesos disponibles para su inversión.

El fuerte del ente está en un núcleo de técnicos en el deporte que seleccionan quienes serán los becados y controlan su desempeño.
También, se puso especial énfasis en deportes que no cuentan con financiamiento por parte de sponsors privados. Así es como el país participó en 21 disciplinas diferentes entre las que debutó, el nado sincronizado. Por otra parte, dará por primera vez de manera oficial un premio a cada deportista que consiguió una medalla: 150.000 pesos por la medalla dorada de Crismanich y 700.000 repartido entre las Leonas y 60.000 para los que obtuvieron bronce.

A la hora de hacer balances de la performance argentina en estos Juegos Olímpicos, desde el ENARD aseguran que los resultados están dentro de lo esperado. El progreso más importante fue que antes eran unos pocos que ganaban medallas y el resto se ubicaba en los últimos puestos. En estos juegos se ganaron menos medallas que en Beijing 2008 pero el desempeño fue más parejo entre las distintas disciplinas. Por otra parte, plantean que hasta ahora tuvieron que continuar con el planeamiento que ya se venía trabajando tanto desde la Secretaría del Deporte como desde las Federaciones deportivas. A partir del 13 de agosto, para ellos comienza el desafío de encarar un ciclo olímpico completo y su objetivo es mejorar la performance para 2016 y 2020. Para esto es fundamental el programa de becas Jóvenes Promesas que busca captar a los atletas con un percentil de más de 95, es decir, los que están físicamente dotados para determinado deporte, y apoyarlos para que formen la nueva camada de atletas para los próximos Juegos.

Si bien, seguramente, hay un camino largo a recorrer para incrementar el monto de las becas otorgadas y el control de su gestión, es necesario reconocer los cambios que se están dando. Los protagonistas son siempre los atletas pero sin un sostén económico detrás, la carrera se hace cuesta arriba.