Polémica sobre la terminalidad secundaria

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Polémica sobre la terminalidad secundaria

24 Julio 2012

En su edición de este martes 24, La Nación publicó un artículo donde señala que “Argentina es uno de los países de la región con más baja tasa de graduación en el secundario: sólo un 43% de los estudiantes secundarios de nuestro país culminan sus estudios”. Esto le permite al matutino deducir lo siguiente: "Las estadísticas son bien descriptivas del continuo deterioro que viene sufriendo la educación en la Argentina, lo cual proyecta un futuro extremadamente difícil”. Y a continuación sermonea sobre democracia, desigualdad y pobreza.

Los datos surgen de un informe de la Unesco. Allí se menciona  una “tasa bruta de graduación del segundo ciclo de la secundaria” que indicaría terminalidad secundaria. Ese coeficiente le da 43 a Argentina, por debajo de Bolivia, Ecuador o Perú. ¡Zas! En educación, Argentina está peor que nunca. Sorprendentemente, La Nación se privó de agregar que son los políticos corruptos quienes alientan este deterioro para mantenerse en el poder.

Mirando más detenidamente el informe de la Unesco, rápidamente emerge que no indica terminalidad. De hecho, a Finlandia le da 134 (¿o sea, se reciben 134 chicos por cada 100 ingresantes?). Más raro aún, a Austria le da 17 y a Alemania, 43. O sea, ¿la educación argenta califica como la germana y es dos veces y media superior a la austríaca?

El ministro de Educación Alberto Sileoni ya había advertido que esos indicadores no eran eficientes para entender terminalidad, pero La Nación ironizó que “Sileoni señaló que esas estadísticas son concebidas para una realidad que no es la nuestra".

En fin, para entender la verdadera intención de estos datos hay que escarbar en quien ofrece tan parcial lectura. Se trata de la ignota (y por tanto impune) asociación civil Argentina Proyecto Educar 2005. Su director, el ex ejecutivo de Telefónica Manuel Alfredo Álvarez-Trongé.  Entre otras instituciones, estudió en Universidad Austral (perteneciente al Opus Dei) y en la Universidad de Navarra (casa matriz del Opus Dei), además de ser docente en la Universidad Católica.

La rama más ultramontana del catolicismo se jacta de la calificación de sus integrantes. No pareciera ser este el caso.