Mujeres y poder político

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Mujeres y poder político

01 Septiembre 2012

Cupo femenino: las mujeres en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial

Frente de Mujeres: las experiencias del Movimiento Evita y Peronismo Militante

Lo que falta: aborto, el debate pendiente

Entrevistas: Elena Corregido (senadora nacional) / Felipe Pigna (historiador) / Eva Giberti (psicoanalistal) / Amanda Alma (periodista, militante feminista) / Luciana Sánchez y Magui Fernández (Colectivo Lesbianas y Feministas) / Soledad Allende y Cintia Nucifora (militantes feministas) /

 

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Por Nicolás Bondarovsky

La llegada de Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia –allá en el 2007- marcó la reconfiguración del esquema de participación política de las mujeres en la Argentina.
Nuestro país es uno de los pocos -en el mundo- donde la máxima autoridad ejecutiva es ejercida por una mujer y no es un dato menor que haya sido el peronismo el que llevó a lograr éste hecho tan trascendental para la historia de las mujeres y la política.

La figura de Evita marcó para siempre al peronismo (ver al respecto entrevista con Felipe Pigna). Logró definir en el Movimiento una participación activa de las mujeres e impulsó a otras fuerzas políticas a redefinir el rol de la mujer. Luego de los hitos históricos –voto femenino y la creación del Partido Peronista Femenino- llegó la tan bastardeada ley de cupo.

La sanción de la ley de cupo, que estableció un piso mínimo del 30 % de participación femenina en las listas electorales -aprobada el 6 de noviembre de 1991- convirtió a la Argentina en el primer país de América Latina en aplicar un sistema de cuotas para garantizar la participación de las mujeres en el Congreso.

A 21 años de su sanción, la presencia femenina en la política ha mantenido un crecimiento sostenido lo cual convierte a la Argentina como el máximo exponente en la región. La mayor presencia femenina en ámbitos políticos no sólo permitió la sanción de leyes vinculadas con los intereses del género sino que contribuyó a instalar nuevos temas en la agenda política relacionados con la defensa de los derechos humanos en general.

Materias pendientes

La participación activa de la mujer en los distintos estamentos del Estado ha logrado avances supremos en cuestiones referidas a género. “La  Argentina es uno de los pocos países que cumple en términos lo que son los cupos en el Congreso, realmente tiene una buena representación con una buena cantidad de mujeres. Es uno de los países que tiene la mejor ley del mundo en términos de identidad de género, que no es una ley que patologiza, ni criminaliza, ni judicializa”, sostiene Luciana Sánchez de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto.

Sin embargo, advierte: “Creo que así como se mejoró la calidad de participación y la cantidad de participación de  las mujeres, en un país que tiene hoy la ley de identidad de género que tiene, no puede seguir excluyéndose a las travestís, transexuales, transgéneros y a las lesbianas de la política como se las está excluyendo. Esa es una deuda pendiente enorme porque justamente, no podemos hablar de una representación femenina cuando estamos dejando afuera un montón de otros colectivos que son oprimidas por su sexo y por su género”.

Sin dudas, hay más deudas pendientes que tiene éste proceso como son la violencia de género, la trata de personas y el aborto. En éste dossier, trataremos éstas problemáticas. Hay una declaración que describe a la perfección el comienzo de ésta presentación: “Durante los gobiernos kirchneristas, pero sobre todo en los de Cristina, fue cuando más impulso se dio a los derechos de las mujeres”, dice Luciana Sánchez y agrega: “Sin embargo, el aborto es una deuda histórica”.

Enrique de la Calle recogió el guante y da un panorama sobre la discusión en torno a la legalización o despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en las primeras semanas de gestación. Es una discusión que atraviesa la sociedad argentina como también a muchas organizaciones del campo popular. A tal punto, todavía no se logró avanzar en ese sentido.

El machismo en las organizaciones políticas

Dejando de lado el protagonismo que han logrado las mujeres en cargos electivos y de gestión, aún persiste –fuertemente- el machismo dentro de las organizaciones políticas.

Así lo describe Adela Segarra en una entrevista incluida en este dossier: “En las mesas de Conducción cuando hay algún acto público las que menos aparecen son las mujeres, por ahí aparecemos algunas de costado asomando la cabeza, que somos las que tenemos algún nivel de legitimidad. Esta falta de representación política, en el sentido de toma de decisiones, creo que hay que seguir trabajándola con los Compañeros. Uno ve en los escenarios públicos pocas mujeres, entonces, creo que éste debate hay que darlo con los Compañeros”.

Continúa Segarra: “Quienes militamos desde los años 70 nos incorporamos a la política, militamos junto con los Compañeros intensamente pero no lo hacemos desde una perspectiva de género, para nosotras la política era la posibilidad de transformar la realidad y no discutíamos el lugar como mujeres en general. Estamos incorporando el debate de la participación plena de las mujeres y este proceso que nos estamos dando y que nos debíamos es interesante”.

Con el correr de las décadas, las mujeres van ganando espacios en la vida política de nuestro país. Eso se ve en los diferentes poderes del Estado como en la discusiones diarias de las organizaciones militante. Ellas saben que la lucha continúa, porque todavía falta mucho camino por recorrer. Como sintetiza la especialista y pionera en el tema Eva Giberti: "Las mujeres hemos avanzado mucho, pero todavía es insuficiente".