"La mujer avanzó mucho pero es insuficiente"

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"La mujer avanzó mucho pero es insuficiente"

31 Agosto 2012

Por Juan Ciucci

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo podemos pensar la violencia de género?

Eva Giberti: La violencia de género es un problema que viene apareciendo desde la modernidad, ya desde el año 1980 y recién en la actualidad empiezan a tomarse en serio las denuncias, ya sea por homicidios, muertes de mujeres o por las distintas  maneras de maltrato contra la mujer, adultas, adolescentes. Es una manera que se ha sistematizado y está a cargo desde lo masculino, en general no porque todos los hombres sean golpeadores o maltratadores, sino porque es una forma de cultura que tenemos heredada de los españoles, italianos, los conquistadores, que tienen un estilo de vida absolutamente patriarcal, entonces, el resultado de eso es suponer que las mujeres tienen que ser sus esclavas, que los sirven y obedecen en todos los niveles. Cuando esto no sucede al gusto de ellos, emprenden algún tipo de violencia o maltrato, que actualmente termina en lo que se llama femicidio que es un incremento notable de muerte de mujeres.

APU: Ahí veías que está evolucionando la posibilidad de pensar el problema; que antes, por ejemplo, en los medios se hablaba de crímenes pasionales y ahora se está instaurando esto del femicidio.

EG: Claro, antes se hablaba de crímenes pasionales, sabemos que no existe eso que son asesinatos premeditados y muy pensados. Además ha sido necesario cambiar la carátula de los delitos. Por ejemplo, una mujer antes iba a una comisaría y estaba lastimada porque el marido le había pegado, el policía llamaba al juez para preguntarle que título le pongo a este hecho y el juez decía, lesiones leves o graves. Esto que nos costó muchísimo, porque tanto policía como jueces querían poner lesiones, en su lugar ahora podemos poner violencia familiar o violencia de género.

En realidad es preferible violencia familiar, porque en la violencia de género también incluye la violencia contra los hombres que tiene que ver con otra cosa, no tiene que ver con que la mujer le pegue al hombre. Si decimos violencia familiar o doméstica nos entendemos mucho mejor, son las formas de maltrato, de humillación, gritos permanentes que son habituales en algunos tipos de familias, con un enorme porcentaje cada vez mayor.

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APU: También violencia patriarcal ¿No?

EG: Exactamente. Y si querés tener el último título es violencia falocéntrica. Lo que hacemos es, merced a un nombramiento que me ofreció Kirchner, fue la creación de un programa; junto con Aníbal Fernández se inventó la línea 137, que necesitamos que ustedes difundan. Es una línea gratis que trabaja los 365 días del año, las 24 horas. Cuando se llama a esa línea nosotros salimos con un auto policial, una trabajadora social, una psicóloga y un policía. Vamos a buscar a la víctima a la casa o al lugar mismo donde se ha producido la violencia.

Nosotros no somos un escritorio, no somos una oficina donde se reciben denuncias, recibimos el llamado y salimos inmediatamente a rescatar a la víctima y la llevamos a hacer la denuncia, porque es importante hacerla. A veces nos llaman los hijos y dicen, la están matando a mi mamá, el compañero de la madre que no necesariamente es el padre del chico la está golpeando. Es un número de urgencia, es el único que hay y lo hemos reproducido también en Chaco.

El Gobernador del Chaco se entusiasmó con el trabajo y  tenemos el 137 ahí y lo estamos inaugurando también en Misiones pero es algo que habría que hacer en todo el país.

APU: Eso nos interesaba de tu experiencia. Después de tantos años de análisis profesional pasaste a tener una función en una parte del Estado.

EG: Nunca había trabajado para el Estado siempre me he movido en mi consultorio pero lo que tenía muy claro, porque tengo muchas décadas de vida hospitalaria, trabajando con niños y mujeres víctimas, tenía muy claro que es inútil o es poco eficiente mandar a las mujeres a que hagan la denuncia, porque no van, están asustadas, hay que ir a buscarlas, tomarse el tiempo, poner automóviles e ir a buscarlas a la casa. Esto es lo que le ha dado el gran éxito al 137 que sólo funciona en Ciudad de Buenos Aires, en Chaco y aunque todavía no empezamos pero ahí vamos, en Misiones.

Esperamos que esto pueda cundir un poco más porque lo piden de muchas provincias. ¿Sabés cuál es el problema? Que necesitamos entrenar al policía que viene con nosotros y, una cosa es entrenar al policía de la Federal que cumple ordenes del Ministerio de Seguridad y otra cosa es la policía de la provincia, que por empezar, no responde a nosotros, tienen sus propios mandos y donde además encontramos montones de policías golpeadores.

APU: Me interesó también en una nota que has dado, pensar en el después de la denuncia ¿Qué hace el Estado con esa mujer una vez que ha denunciado a su marido o pareja que la golpeaba?

EG: Muy complicado, porque el Estado no hace lo que tendría o podría estar haciendo. Estuve en Cuba, ahí cuando meten preso al marido la mujer cobra el sueldo del marido es decir, no se queda en la calle. Es  un problema que tenemos nosotros, la mujer no se atreve a denunciar porque qué hace con sus cinco hijos chiquitos, si el hombre está preso no trabaja, entonces, quién mantiene a los chicos. Es otro problema porque son cinco chicos que ella seguro ama y adora, ella no hubiera querido tener cinco chicos pero resulta que lo que también está funcionando mal son los derechos sexuales de las mujeres que les permitiría elegir la cantidad de embarazos que quiera.

El problema es muchísimo más complejo de lo que aparece en los medios que es, violencia familiar, la golpeó, la mató. Pero el problema es social y reclama políticas públicas de gente que no improvise. Hay gente que se coloca en lugares políticos que creen que saben pero no tienen experiencia y esto forma parte de lo que tendremos que ir corrigiendo con el correr del tiempo. A la mujer habrá que darle un subsidio para que se siga manteniendo.

Estamos tratando de conseguir con el Ministerio de Trabajo pequeñas viviendas, algún lugar donde puedan refugiarse por lo menos momentáneamente, es una red, un hilado muy fino y los precisamos muchísimo a ustedes para que difundan la línea 137.

APU: En ese sentido ¿Cómo ves el papel de los medios? A partir de un video muy promocionado donde golpeaban a una mujer se estuvo discutiendo ese tema, pero cómo ves que se encara el tema desde los medios.

EG: Los medios responden a las multinacionales y responden a lo que mantienen sus avisos en las páginas de los diarios. Lo que necesitan es vender mucho y cuanto más escándalo publican mejor es, lo mismo con la televisión. Creo que con haber mostrado ese video un par de veces alcanzaba pero lo pasaron durante todo el día en algunos canales y eso lo que hace es tomar al sujeto como protagonista que se siente un macho bárbaro apareciendo en televisión 40 veces por día y en  realidad el efecto no es que se arrepienta o que los otros hombres digan, yo no quiero hacer eso, lo que terminamos teniendo son sujetos que ocupan un lugar en las cámaras.

El problema no es sencillo, ustedes los medios tienen un código de ética que habría que ir revisando y cuidando permanentemente para ponerse de acuerdo. Lo mismo con las mujeres quemadas, cuentan con lujo de detalle y lo que consiguen es que los que tienen idea de matarlas se inspiren, porque no es que imiten, se inspiran en las cosas que hacen los otros.

APU: En el caso de esta mujer pensaba, cuando se muestra el video, qué lugar tiene esa mujer después esa exhibición.

EG: En general quedan con mucho miedo. En un programa, creo que era el de Mauro Viale, una señora decía que quedó quemada pero se salvó, quedó aterrorizada. Mientras que la justicia no haga lo que tiene que hacer vamos a andar mal.

APU: ¿Cómo viste que fue evolucionando el papel de la mujer en el marco social? Cuando pensamos en género también discutimos eso. ¿Qué lugar se les está dando y qué lugar ganaron?

EG: La mujer fue avanzando muchísimo en cuanto a que está menos sometida. No está todavía totalmente emancipada ni autónoma pero está menos sometida. Aprendió a ganar dinero, no sólo haciendo tortas o lavando ropa, aprendió a trabajar en procesos administrativos de manera profesional de modo que fue ganando terreno pero no alcanza porque además esto irrita a muchos hombres porque se deprimen se quedan sin trabajo. De modo que la mujer avanza, avanzó, pero no lo suficiente porque te darás cuenta que la tata de personas es un tema que trabajamos mucho con Aníbal Fernández y con Néstor Kirchner pero eso no disminuye porque tenemos un público de sujetos que recurre a los prostíbulos a buscar mujeres entonces ahí también tenemos un problema social importante. Avanzar hemos avanzado pero muy despacito con pasitos cortos.

APU: Algo que también se está discutiendo mucho en algunos colectivos feministas es, ya que tenemos una mujer en la primera magistratura, que ha sido reelegida ¿Cómo pensar eso, como mujer, desde ese lugar?

EG: La Argentina más que un país es un continente, nosotros viajamos mucho por todo el país para tratar de instalar el programa y es muy difícil tener conductas políticas abarcativas para todo el país. La Presidenta no puede hacer milagros y es muy difícil encontrar colaboradoras y colaboradores que estén bien formados en este tema. Ella tiene, no sólo la decisión sino que sacó al frente la ley 26.485 que es la ley de protección hacia las mujeres contra la violencia, ley que nunca habíamos tenido, una ley larga que abarca también la violencia obstétrica, nadie se había atrevido a meterse con ello. Pero qué pasa, no tenemos jueces formados, tenemos jueces machistas, salvo algunas excepciones. No me garantiza nada que la presidenta haga cosas en tanto y en cuanto no le alcanzan los colaboradores y si en las provincias los gobernadores son machistas, la Presidenta no puede ir a buscarlos. No tiene más remedio que esperar a que se vayan convenciendo, por eso es muy bueno que tengamos una presidenta, muy buena la ley que ha sacado y ha sido un enorme avance pero no alcanza.

APU: Sobre todo en las Provincias.

EG: Lo de las Provincias es tremendo