De California a Córdoba

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De California a Córdoba

05 Septiembre 2018

Por Rubén Costiglia (*)

Dewayne Johnson sintió los primeros síntomas a los 48 años. Un persistente sarpullido cubría gran parte de su  cuerpo. En su trabajo como jardinero al norte de San Francisco, California, aplicaba dos herbicidas de la empresa Monsanto (hoy Bayer) Roundup y Ranger Pro, de unas 20 a 30 veces al año. En 2014 le fue diagnosticado un tipo de cáncer que ataca los linfocitos, un linfoma no Hodgkin. Dewayne demandó a Monsanto por no haber advertido del peligro que representa su producto. Recientemente se conoció la sentencia: la empresa Monsanto (hoy Bayer) deberá indemnizar a Dewayne con 289 millones de dólares.

El juicio tuvo un curso acelerado porque la esperanza de vida de Dewayne no supera el año 2020. En el juicio se mostraron documentos internos de la empresa Monsanto que prueban que desde hace décadas Monsanto conocía que el glifosato era cancerígeno y ocultó con dolo la información. Con su habitual comportamiento intimidatorio, la empresa anunció que recurrirá la sentencia y presumió de los 800 estudios que dicen que el glifosato no es peligroso. La gran mayoría de tales estudios ha sido realizado por personas ligadas de una u otra manera a la empresa.  En el 2015 la Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer, que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó al Roundup como “probable cancerígeno”.

Mientras tanto en el otro extremo de América, en Argentina continúa desarrollándose la tragedia de los pueblos fumigados con herbicidas, el glifosato entre ellos. En la provincia de Córdoba, las autoridades coludidas con los grandes empresarios, siguen negando lo que ocurre. Mientras tanto los pobladores siguen muriendo de cáncer. La población de Canals era en el 2010 de 8,645 habitantes está siendo fuertemente afectada por la fumigación con agrotóxicos. Los pobladores comenzaron a notar un notable incremento en las muertes por cáncer. Cuando fueron cuestionadas dieron cifras falsas y descartaron que ocurriera algo anormal. Ante la falta de respuesta, se creó la organización “Vecinos Autoconvocados de Canals”. Luego con el apoyo de la Red Universitaria de Ambiente y Salud y distintos profesionales médicos u realizaron una minuciosa investigación.

La investigación tuvo que partir de los anuncios fúnebres que publica en Facebook la única empresa funeraria de la localidad. Yendo casa por casa indagaron las causas de la muerte de su familiar. El resultado: en el curso de un año, desde abril de 2017 a marzo de 2018 inclusive, más de la mitad de los decesos en Canals fue producido por distintos tipos de cáncer. Más del 50 por ciento cuando en Argentina el porcentaje de toda Argentina es del 18.6. De los 111 muertos durante el período de estudio, 61 padecían distintos tipos de cáncer. El estudio es irrefutable. De California a Córdoba, de Norte a Sur, un mismo abuso criminal, un mismo crimen empresarial, el envenenamiento masivo de la población por herbicidas.

(*) El ingeniero argentino Rubén Costiglia reside en México, donde se desempeña como docente universitario y mantiene una columna de divulgación científica en el periódico Síntesis.