20 años, ¿dónde está Miguel Bru? La lucha continúa

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20 años, ¿dónde está Miguel Bru? La lucha continúa

22 Agosto 2013

 

Por Asociación Miguel Bru

Todos los 17 de agosto pensamos, deseamos y soñamos que va a ser el último. Pero el tiempo no para y ese interrogante que le puso entidad e identidad a una historia, a la de Miguel, persiste como una asignatura pendiente. Una deuda que las instituciones provinciales, tanto el poder político como judicial, le deben, en primer lugar a Rosa y Néstor, los papás, a su familia, a sus amigos y compañeros de la Asociación Miguel Bru; y en segundo lugar a toda la sociedad… a nuestra historia, que ya ha sufrido mucho, que sigue sufriendo nuestros treinta mil desaparecidos y desaparecidas y tantos casos de gatillo fácil perpetrados por la bonaerense.

Pasaron ya treinta años de la recuperación las instituciones republicanas que nos había arrebatado el terror genocida de la dictadura cívico militar. Y pasaron veinte años de lo que le sucedió aquel 17 de agosto a Miguel, cuyos responsables pertenecían a una institución que ha violado y viola permanente y sistemáticamente los derechos humanos: la bonaerense.

Esta violencia de Estado, violencia institucional, no es sólo patrimonio de la “maldita policía” sino de sus responsables políticos, que lejos de poner en agenda el debate y la transformación de la institución, de esta agencia que administra el delito, y de abordar el problema de la inseguridad desde un flanco no menor, sigue reproduciendo en su gestión la ideología del neoliberalismo.

Y cómo no hablar del poder judicial, esa corporación pública y política que también ejerce una violencia simbólica y física, por acción u omisión, sobre los sectores mas vulnerables de nuestra sociedad. Que se retroalimenta y reproduce perpetrando un sistema de injusticias sociales a las que penaliza.

Miguel, amaba la música, los amigos y amigas, su familia, los animales, sus compañeros y compañeras de la Facultad – en ese entonces Escuela Superior- de Periodismo, el fútbol, los asados, pero por sobre todas las cosas la libertad. Pero la ironía de la vida, o de la muerte, puso su destino en manos de estos siniestros personajes: el subcomisario Walter Abrigo y el sargento Justo José López, ambos condenados a prisión perpetua por las torturas seguida de muerte a Miguel.

Hace un mes se llevó a cabo el juicio por el asesinato de Daniel Migone –asesinado también en la comisaría novena hace ocho años - en el 2005, a más de diez años de lo que le sucedió a Miguel. Además de que quedara demostrado que a Daniel lo habían torturado hasta su muerte, el relato testimonial de los testigos que se encontraban esa noche detenidos, ratificaron los testimonios de otros juicios, que las torturas y los malos tratos son moneda corriente en las comisarías, y principalmente en la novena. Tambièn quedó demostrada la metodología policial y judicial de encubrimiento que vemos en todos los casos: el armado de causas y la investigación delegada en la misma policía que permite la red de complicidad, y la inacción de los fiscales a la hora de investigar, que en este caso también debimos remover de la causa.

El 22 de agosto de 2002 se creó la Asociación para institucionalizar el trabajo que Rosa Bru y la Comisión de Familiares y Amigos de Miguel venían realizando. Para que la experiencia adquirida en el marco de la lucha por el Caso de Miguel, siempre con el apoyo institucional de la Facultad de Periodismo, pudiera ser transmitida y sirviera a otras personas que pasaran o estuvieran pasando por experiencias similares.

En estos 11 años ha brindado patrocinio jurídico, asesoramiento y acompañamiento a infinidad de personas que acercaron sus denuncias a la entidad. Este trabajo se realiza junto un equipo multidisciplinario que colabora con la entidad. Además viene desarrollando trabajos de investigación con diversas instituciones académicas, trabajos territoriales en contextos de exclusión, programas en medios de difusión. En 2005 abrió una sede en CABA, la “Casa de Oficios y Cultura de Parque Patricios”, donde se trabaja en la promoción de la inclusión social y los derechos de adolescentes y chicos en situación de calle.

En estos 20 años se realizaron 36 rastrillajes buscando a Miguel. A 20 años exigimos más que nunca la aparición de su cuerpo, la investigación penal al ex juez Amilcar Vara y al resto de los policías cómplices la noche del 17 de agosto del ´93.

Por que seguimos creyendo y estamos convencidos que es posible tener fuerzas de seguridad que respeten los derechos de las personas, es que seguimos con esta militancia.

Hoy somos protagonistas de este momento histórico, promovido por la política del gobierno nacional, conjuntamente con diversas organizaciones, entre ellas la AMB, familiares de víctimas de la violencia institucional, miembros del poder legislativo, referentes de Derechos Humanos, a un debate sobre cómo le ponemos coto a la violencia policial y transformamos esa institución. Como así también nos sumamos al debate sobre la democratización de nuestra justicia, sin duda hechos fundamentales y un gran avance para dar ese paso tan importante para transformar estas injusticias que viene padeciendo nuestro pueblo desde hace muchísimos años.

Hoy estos 20 años nos marcan un punto de inflexión, un sinnúmero de familiares que luchan contra la violencia institucional se han sumado  a este aniversario. El secretario de DDHH de la nación  y muchísimos referentes en la defensa y promoción  de  los Derechos Humanos se encuentran también acompañándonos, nuestros compañeros y amigos de siempre y un montón de alumnos y alumnas. Les agradecemos muchísimo. Y  fundamentalmente a vos querido padrino León Gieco, que con tu desinteresado apoyo abrazaste esta causa que dejó de ser sólo de Miguel para transformarse en una causa colectiva por los tantísimos casos de violencia policial e institucional. Gracias a todos y todas ¡Hasta la Victoria Siempre!