Conflictividad a la baja en 2013

Por Nahuel Placanica

Con anterioridad, Agencia Paco Urondo publicó un artículo en el que se analizaba la conflictividad laboral en el último semestre de 2013 a partir de un informe preliminar elaborado por la Dirección de Estudios de Relaciones del Trabajo del Ministerio de Trabajo.

Allí, analizábamos cómo en el último semestre del año los indicadores de conflictividad se presentaban como los más bajos del periodo anual. Los datos del informe definitivo, confirman la tendencia y avanzan sobre algunos aspectos más, abarcando, ahora, todo el 2013.

Conflictividad en 2013 menor a 2012

Según reseña el informe, el registro de jornadas no trabajadas, cantidad de huelguistas y conflictos con paro fue menor en 2013 en relación al año anterior:

“En 2013 se registraron 7,7 millones de jornadas no trabajadas, alrededor de 600 mil menos que en  2012. En el mismo sentido la cantidad de huelguistas de 2013 fue de 1,4 millones, unos 100.000 huelguistas menos que en 2012. Finalmente, los 1206 de conflictos con paro de 2013 también muestran un leve descenso en comparación con 2012”.

Si observamos la trayectoria de los indicadores de conflictividad desde 2006 en adelante, se observan comportamientos dispares entre ellos:

Las jornadas de paro crecen en forma continua entre 2006 y 2009 (donde se ubica su pico máximo). A partir de entonces, comienzan a disminuir hasta tocar un piso en 2011 y vuelven a aumentar a niveles cercanos a los de 2009, en 2012.

Por otro lado, el comportamiento del indicador que mide la cantidad de huelguistas, crece abruptamente en 2008 (alcanzando su techo) y comienza a disminuir hasta 2011. En 2012 vuelve a crecer la cantidad de huelguistas, registrando un comportamiento similar a las jornadas de paro.

Por último, observamos que entre 2006 y 2012, los conflictos con paro aumentan en forma constante, con la salvedad del periodo 2008, que disminuye en relación al año anterior. En 2012, se producen la mayor cantidad de conflictos con paro: 1217.

Último semestre 2013: Conflictividad a la baja

En el informe preliminar reseñado por Agencia Paco Urondo, se observaba una tendencia de conflictividad laboral a la baja entre el primer semestre de 2013 y el segundo semestre del mismo año.  Además, se señalaba el mismo comportamiento en la comparación 2012 – 2013. Los datos ampliados en el informe definitivo del Ministerio de Trabajo, confirman las tendencias señaladas:

Sobre esta base, vale la pena mencionar algunas cuestiones. En primer lugar, que en comparación con los segundos semestres de años anteriores, la cantidad de huelguistas y de jornadas no trabajadas fueron de las más bajas desde el año 2006. En segundo lugar, que fueron pocos los sectores que en 2013 buscaron la reapertura de paritarias para adecuar los acuerdos salariales pactados a principios de año.

En tercer lugar, que el incremento de conflictos registrados tras los levantamientos policiales de diciembre no alteró la tendencia antes mencionada. Se trató de conflictos de tamaño reducido que se concentraron en algunas provincias y municipios.

Por último, mencionamos que la mayoría de los conflictos se ubicaron en el ámbito estatal antes que en el privado. El sector público explica el 65% de los conflictos, el 70% de los huelguistas y el 89% de las jornadas no trabajadas por paro.

Mayor conflictividad en los lugares de trabajo

Analizando la trayectoria desde 2006, se evidencia que la cantidad de conflictos circunscriptos al lugar de trabajo se incrementó sistemáticamente, mientras que la cantidad de conflictos por rama, que absorben la mayor de huelguistas y de jornadas no trabajadas, fue disminuyendo paulatinamente.

Para el año 2013, la relación entre conflictos en lugares de trabajo y conflicto por rama de actividad, fue la siguiente:

En el apartado metodológico se diferencian las características entre ambos indicadores:

“Se trata de dos tipos de conflicto de configuraciones y lógicas diferentes. Los conflictos de rama suelen involucrar a una gran cantidad de trabajadores, por lo que su comportamiento da cuenta en gran medida de la evolución de la cantidad de huelguistas y de jornadas no trabajadas “.

En sentido, se señala que los conflictos por rama están predominantemente relacionados con demandas de incrementos salariales en el marco de las paritarias mientras que la conflictividad en el ámbito laboral se relaciona con el fortalecimiento sindical.

“Los conflictos acotados a los lugares de trabajo comprometen un número reducido de trabajadores y son impulsados por demandas más variadas y específicas. Estudios realizados por el MTEySS permiten afirmar que el incremento este tipo de conflictividad durante el período se debe al proceso de expansión y fortalecimiento de las organizaciones sindicales en los lugares de trabajo, en el marco de la revitalización del actor sindical que tiene lugar desde el año 2003”.

¿Cómo se mide la conflictividad?

Para la confección estadística se consultan de manera sistemática desde el año 2006 más de 140 medios de prensa de todo el país. “En consecuencia, las tendencias relevadas por el Ministerio de Trabajo divergen sistemáticamente de las que presentan el resto de los observatorios”, subraya el informe en un apartado metodológico.