La vela de Rosa: de la miseria maquillada

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La vela de Rosa: de la miseria maquillada

17 Noviembre 2016

En pleno centro de la ciudad de Reus, en Catalunya, la tragedia nos recuerda que la desigualdad social y la miseria no hay que buscarlas a miles de kilómetros. Aunque ese afán de los gobiernos por “maquillar” la fuerza de las palabras verdaderas, reduzca esa miseria a “pobreza energética”. Rosa era una anciana con “carencias”. Era muy pobre. Recibía ayudas para disponer de agua, pero tampoco podía pagar la luz. Desde hacía dos meses se alumbraba con velas y en la madrugada del lunes, accidentalmente el fuego se propagó a su colchón y el humo terminó asfixiándola.

Resulta inevitable preguntarse ¿cuántas Rosas tendremos en España? ¿Cuántas personas no pueden acceder a los servicios básicos, o tienen problemas para alimentarse y alimentar a sus hijos? Los derrumbes se anuncian con grietas. Y estos sucesos nos indican desde hace años que la sociedad está conviviendo con una desigualdad creciente. El informe de Oxfam Intermón indica que, desde que comenzó la crisis, España es el país europeo donde más aumentó. Señala que más de 13 millones de personas, casi el 30 por ciento de la población, se encuentra en riesgo de exclusión. A las puertas de una nueva distribución presupuestaria, tenemos la certeza de que los gastos superan a los ingresos. Ya no se puede castigar más a las mayorías que procuran subsistir entre desocupación, recortes salariales, y caída en las prestaciones sociales básicas. Las reformas fiscales han reforzado la riqueza de los que más tienen. Los hogares más desfavorecidos son los que han sufrido una mayor caída de sus ingresos desde el comienzo de la crisis.

La mitad de las empresas del IBEX 35 no pagan el impuesto de sociedades en España, pero se llevan sus ganancias. La inversión en paraísos fiscales aumentó en un 2.000 %. Decir que la fortuna de sólo 20 personas en España supera los 115 mil millones de euros, (equivalente a lo que tiene el 30% más pobre de la población) no es “demagogia” como algunos se apresuran a calificar. Es un escándalo de inequidad e injusticia. La vela de Rosa no fue la causa de la tragedia. Tampoco “la pobreza energética”. Se llama miseria. Y la provoca la creciente desigualdad social.

(*) Periodista por el Servicio de Prensa Alternativo (SERPAL). Reside en Reus, Catalunya.

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)