La Plaza es de las Madres

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La Plaza es de las Madres

05 Agosto 2016

La imagen en la tv vuelve a ser perturbadora. Y es imposible que no recuerde aquella otra, de caballos contra sus cuerpos en la Plaza, su Plaza, un 20 de diciembre. Ahora están los carros de asalto de la federal, en las puertas de su Casa. Y ellas en una camioneta, que se sube a la vereda para esquivar la persecución policial, ayudadas por muchos que se interponen en el camino y les permiten marchar hacia la Plaza.

Todos a la Plaza, nos decimos. Para acompañarlas, para defenderlas, para seguirlas. Hay algo de sacrificial en esos cuerpos ancianos, que se vuelven a exponer para exponernos. Para que en esta instancia amarga que transita la Patria, volvamos a las calles en forma intempestiva, tanto que impida protocolos, detenciones, circulares. Algo de todo esto espanta a los medios, a los jefes de gabinete, a los presidentes. Vuelven las falsas diatribas sobre republicanismo, instituciones, gobernabilidad.

“La Presidenta de Madres de Plaza de Mayo desafía a la justicia”, titulan. El juez dice que "la orden de captura implica que puede ser detenida en cualquier momento". Y agrega, entre la amenaza y las buenas costumbres: "Todas las fuerzas de seguridad pueden disponer la inmediata detención de ella, siempre priorizando que no se ponga en riesgo la vida o seguridad de otras personas".

Esos otros somos nosotros, si estamos en el aquí y ahora de ese intento, de ese avance concreto y físico de esta nueva derecha entronizada, una vez más. Del aparato jurídico y político que se ha construido, que se está construyendo, para destruir lo que hemos conquistado. Y que expusimos al peligro tan sólo por una derrota electoral, que quizás no comprendimos lo mucho más que podía significar.

Hoy Hebe está en peligro, perseguida nuevamente. La excusa es la “corrupción”, sacrosanto reservorio que vuelve todo posible, asimilable. Que la detengan, que la expongan, que la lastimen, que la vulneren. A ella, que junto a unas otras pocas son fundantes de esta pobre democracia que transitamos. Que ha sufrido por parte del Estado la peor de las pérdidas; y que con otro Estado, aunque fuese ese mismo, se la intentó acompañar, sostener. Y al que ella sin medir costos ni beneficios, como nunca hizo, adhirió esperanzada, y empujó a tantos a seguir. Si está Hebe estamos. Donde esté Hebe estamos.

“No estemos tristes, no estemos callados, no estemos quietos”, nos dice. Vuelve a provocarnos, a empujarnos a las calles. A sus 87 años, nos encuadra, clarifica, organiza. Esta mujer nos excede, pero a veces sabemos responderle. Ayer fue uno de esos días, en una marcha espontánea de Plaza de Mayo al Congreso, con balcones saludando por la ancha avenida. Sigamos en las calles, que nos necesita. Y nosotros a ella, a las calles, a nosotros mismos.

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)