La nueva ideología del anarco capitalismo libertario: la “Ilustración Oscura”

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    Nick Land, ilustración oscura
    Un Nick Land cyborg (imagen creada por IA)
ENSAYO

La nueva ideología del anarco capitalismo libertario: la “Ilustración Oscura”

06 Marzo 2024

Nick Land: del marxismo deleuzeano de la teoría-ficción weird, al laboratorio eugenésico de edición de ADN

Resulta muy fácil explicar las ideas del iluminismo oscuro propuestas por Nick Land, quien fuera el referente máximo de la Unidad de Investigación de la Cultura Cibernética del departamento de filosofía de la Universidad de Warwick. Espacio que, entre otras figuras destacadas, vio nacer a su más brillante discípulo, Mark Fisher. Lo que es casi inexplicable es como quien fuera el mentor del giro más novedoso de la filosofía contemporánea de izquierdas de los años 90, hoy sea un reaccionario libertario racista. En The Dark Enlightenment, del año 2012, Land se aleja casi por completo de la retórica teórico-ficcional, y solo recurre eventualmente a algunas referencias de la ciencia ficción o el horror weird, referencias casuales y superficiales. Su estilo se modificó por completo. Ahora es lo que podríamos caracterizar como un “bloguero cyber-libertario”. Su lenguaje es llano, y aunque no desconoce en absoluto su complejo bagaje intelectual filosófico, lo utiliza como arsenal teórico para intentar derribar el proyecto clásico de la modernidad y la ilustración y fundamentalmente las banderas de la Revolución Francesa: Libertad, Igualdad y Confraternidad, entendidas como garantías de un proyecto colectivo común de vida en sociedad.

El proyecto de la Dark Enligthement no solo es un proyecto que busca destruir las concepciones marxistas, sino que aspira a derribar los logros civilizatorios propios de casi todo el aparato cultural y filosófico de la modernidad. Los objetivos del bien común serán puestos en duda. Se cuestionará la validez de la concepción igualitaria y se pretenderá demoler el universalismo. El texto no es sofisticado, está escrito en situación, y busca movilizar a sectores ultra radicalizados (principalmente de la sociedad norte americana, pero también empatizar con diversas corrientes similares del resto del planeta). Sin dudas, es un texto militante.

El principal adversario a destruir, para Land, es el Universalismo entendido primero como enemigo filosófico y luego como síntesis abstracta de su forma material, el Estado Moderno. En esta tarea de enfrentar a todo el edificio ideológico de la filosofía moderna, buscará impugnar a Martin Heidegger, Auguste Comte, Karl Marx, todo el idealismo alemán, el existencialismo sartreano o a casi cualquier filosofía con algún sentido modernista que haya pensado lo común (sin importar su orientación ideológica, si se trata de un comunista, o simplemente de un representante de una variante democrático burguesa del pensamiento: todo será lo mismo para Land, todo representará la misma concepción equivocada del universalismo igualitario).

La sed de aniquilar a casi toda la historia de la filosofía moderna, resalta permanentemente en el texto. Es cierto que es bastante pretencioso intentar llevar adelante dicha tarea en poco más de cien páginas, y no es menos cierto que el texto rebalsa un escaso rigor metodológico.

El progreso, la igualdad, la justicia, los problemas medio ambientales y la comunidad, (sí, todos ellos) son conceptos que carecen de coherencia para el Nick Land del año 2012. Es otra persona, y está interesado en destruir toda la construcción ideológico-filosófica moderna, porque, para él, representa el límite que impone una corporación de intereses conjurada, a la que llama “La Catedral”, al proyecto de mutación civilizatoria por la vía tecno-científica que busca defender el iluminismo oscuro. Un espacio de conjurados que abarca desde quienes adscriben a la concepción filosófica universalista hasta la prensa liberal que no acepta a la neo-reacción (la forma en que Land gusta llamar al movimiento político que sigue al iluminismo oscuro). También, por supuesto, tienen su rol protagónico en el panteón de villanos el marxismo, o cualquier mínimo atisbo de modernidad que presente cualquier filósofo, político, militante, científico, estadista, etc. (no olvidemos que también ataca con especial interés a todas las tradiciones multiculturalistas de la filosofía posmoderna que comprende la cuestión de género o la cuestión racial, o la decolonialidad).

Así, para la neo-reacción, el Estado (como la formación socio-económica-política institucional más elevada del universalismo), los subsidios, el populismo de izquierda o la derecha tradicional, serán los síntomas que expresan una enfermedad terminal inoculada a la humanidad por el virus del “proyecto social colectivista democrático”.

La Ilustración Oscura contra la Catedral y el “Universalismo Igualitario”

El Iluminismo Oscuro rechaza la concepción hegeliana, (sobre todo el concepto de zeitgeist, al que entienden como tiempo histórico), porque la conciben como una tradición opuesta al naturalismo biologicista (el paradigma que, bajo su lógica, debe ser el único en imperar).

Para los neo-reaccionarios, no se debe luchar contra las adversidades sociales, sino que deben ser integradas en el proyecto civilizatorio, adaptando los aspectos colaterales a mayores estándares de rendimiento y resultados de gestión. Por ejemplo, si la democracia, que aspira a la igualdad ante la ley, es un estorbo para el desarrollo tecnológico libertario, la humanidad debe entenderlo y aceptarlo, correrla de en medio, y desplegar un despotismo ilustrado que plantee el desarrollo tecno científico e industrial, sin importar el costo social de dicha medida.

Nick Land en The Dark Enligthement, lo dice de esta forma:

“…el reino mundial de la fe Universalista democráticao-igualitaria es un culto particular (o peculiar) que ha irrumpido, junto con caminos histórica y geográficamente identificables, con una virulencia epidémica que se disfraza como una ilustración progresiva global.”

Nick Land, La Ilustración oscura, Cuarta Parte

Para Land, el universalismo igualitario que fundó los Estados modernos, hoy detiene el avance progresivo del desarrollo civilizatorio. Los límites legales de los Estados Nación (para el caso da lo mismo si el Estado lo administra Fidel Castro luego de una revolución socialista, o si lo administra Ángela Merkel, con una clara matriz neo-liberal). Se trata de la promoción de un modelo ultra conservador en lo social y cultural y absolutamente libertario en lo económico (la escuela austríaca, aderezada con altas dosis de la concepción tecnológica aprehendida por Land durante sus años en el CCRU).  De hecho, despliega un pequeño esquema del desarrollo de las sociedades en el marco de diversos procesos y administraciones políticas, con sus supuestos resultados, lo que nos llevaría, según Land, a la inminencia de un “apocalipsis zombie”.

El esquema, tomado textualmente de su libro, es el siguiente:

Régimen (1): Tiranía Comunista
Crecimiento Típico 0%
Voz / Salida: Baja/Baja
Clima Cultural: Utopianismo Psicótico
La vida es . . .: “dura, pero justa”
Mecanismo de transición: Redescubre los mercados en el grado cero económico.

Régimen (2): Capitalismo Autoritario
Crecimiento Típico 5-10%
Voz / Salida: Baja/Alta
Clima Cultural: Realismo Empedernido
La vida es . . .: dura, pero productiva
Mecanismo de transición: Presionado por la Catedral a democratizarse

Régimen (3): Democracia Social
Crecimiento Típico 0-3%
Voz / Salida: Alta/Alta
Clima Cultural: Deshonestidad Moralista
La vida es . . .: suave e insostenible
Mecanismo de transición: Redescubre los mercados en el grado cero económico.

Régimen (4): Apocalipsis Zombie
Crecimiento Típico: N/A
Voz / Salida: Alta (más que nada gritos) / Alta (con combustible, municiones, comida seca, y monedas de metales preciados)
Clima Cultural: Supervivencia
La vida es . . .: dura-a-imposible
Mecanismo de transición: Desconocido

Para la ilustración oscura, la igualdad (no sólo la marxista) sino aquella consagrada en la declaración de independencia norte americana (por ejemplo) es una cuestión de fe, imposible de demostrar por métodos científicos, por lo tanto, inválida. Una de las contrapropuestas, frente a esto, es la “política de identidad blanca” o el “nacionalismo blanco”.  No resulta llamativo, entonces, que Land apele a una revisión histórica breve de la Guerra Civil Norte Americana (buscando replantearse si fue correcto eliminar el esclavismo) o que es momento de aceptar que se les debe permitir a los Estados Norteamericanos ir a procesos de secesión e independencia, que sin duda representarían un comienzo de desintegración nacional. El planteo es profundamente libertario, y en países como Argentina, actualmente el presidente en funciones, Javier Milei, en una relectura de la historia nacional, está llevando a la práctica ideas muy similares.

Michel Perilloux, un neo-reaccionario, continuador de las ideas de Land, incluso llegó a proponer que Donald Trump debía hacer lo siguiente:

“…cancelar la constitución, declarar la ley marcial, declararse emperador para ser sucedido por sus hijos, nacionalizar los bancos y los medios de comunicación, colgar a algunos de los peores banqueros criminales, enviar a los israelíes de regreso a Israel, llamar a la Guardia Nacional para que lleve tanques a Harvard Yard , colocar a todos los comunistas y otros elementos antiestadounidenses bajo arresto domiciliario, jubilar a todos los empleados del gobierno, reemplazar al [gobierno de EE. UU.] con la Organización Trump y comenzar a reconstruir Estados Unidos y la civilización occidental”.

El sitio Philanthropydaily describe a este grupo, antes inorgánico y espontáneo de neo-reaccionarios como: “una colección de blogueros, jugadores y tábanos de las salas de chat que se identifican como enemigos de la democracia, la modernidad y todas las formas de corrección política, liderados por una vanguardia intelectual de neorreaccionarios, que desean la introducción de la monarquía en América.”

Estas ideas vienen esparciéndose por diferentes foros del ciber espacio hace tiempo. El centro de sus discusiones se basa en demostrar la incompatibilidad entre la noción de libertad y la de democracia. LessWrong y CotoUnbound, tanto como 4Chan, o el sitio de noticias de Steve Bannon, Breitbart News (en el cual trabajó otro seguidor de Land, Curtis Yarvin, que escribe bajo el seudónimo Mencius Moldbug, a quién Land no para de citar en su libro), sirven para conocer y comprender cómo piensan, es decir, la matriz del discurso de la neo-reacción, tanto como su “metodología” y su “estilo”. Lejos de los grupos académicos británicos interiorizados en las temáticas deleuzeanas que ayer nomás maravillaban a Land, se trata de una tropa de racistas, seguidores de las diversas teorías libertarias de la economía que van desde la escuela austríaca clásica, hasta Murray Rothbard y Ludwig Heinrich Edler von Mises, pero aplicadas al desarrollo ultra tecnológico de la sociedad. Amparadas en algunos de los debates en torno a la cuarta revolución industrial y sus posibilidades todavía en desarrollo.

Estos espacios web son cloacas ciberespaciales de libertarios eugenésicos, que aspiran a gobiernos neo-cameralistas, manejados por corporaciones, con políticas económicas ultra liberales, conducidas por CEOs que puedan ser integrados, en una búsqueda por lograr una suerte de “super hombre tecnológico”, a una Inteligencia Artificial que permita un “auténtico buen gobierno”.

No son ideas tan descabelladas, en algunos círculos corporativos californianos están tomando fuerza. La ingeniera de Google, Justine Tunney, quien además fue una de las organizadoras del Occupy Wall Street, hizo circular una petición para designar al presidente de la compañía, Eric Schmidt, CEO de América. La propuesta fue parte de un pedido de referéndum, al entonces presidente estadounidense, Barack Obama. Incluía, también, transferir la autoridad administrativa del Estado a la Industria Tecnológica, y jubilar a todos los empleados del gobierno.

Por su lado, Peter Thiel (uno de los fundadores de PayPal, junto a Elon Musk), quien también se desempeña en el ambiente de los “fondos de inversión”, es decir, una cruza entre empresario tecnológico y el clásico magnate financiero, colabora con un proyecto denominado Seasteading, dirigido por Patri Friedman, ex CEO de Google, y nieto del fundador de la escuela económica de Chicago, Milton Friedman. Este es uno de los modelos sociales de los neo-reaccionarios. Se trata del establecimiento de comunidades autónomas permanentes, en el océano, con plataformas de vivienda flotantes, que busquen modelos de gobierno, jurídicos, políticos y sociales lejos de las formulaciones del Estado Moderno.

Se trata de un giro relativamente novedoso en la denominada “ideología californiana”, o “ideología de Silicon Valley”. Antes asociada a ciertas concepciones liberal progresistas, hoy, a caballo de los planteos de Nick Land (una estrella fundamental de la filosofía de los 90s y los 00s) y la utilización de Steve Bannon de estos planteos, sumado al ascenso de Donald Trump (quién económicamente no se vincula a estas ideas, pero sí lo hace cultural y políticamente), ha ganado fuerza, forma y proyección en el Mundo. Gran parte de este acervo filosófico mutó políticamente de Occupy Wall Street a la toma del Capitolio: ¿Del liberalismo progresista de izquierda, a la oscuridad “necesaria” para desbloquear los límites del desarrollo de la humanidad?

Con frecuencia, cada vez que un candidato o un militante político opositor a estas ideas las describe utiliza términos o expresiones como “ideas antiguas”, “viejas experiencias premodernas fracasadas”, o todo tipo de argumentos que vinculan a estas corrientes de pensamiento, hoy extendidamente difundidas, sobre todo en internet, con fases del pasado ya superadas y olvidadas, podemos caer en la tentación de coincidir, sin embargo, deberíamos repensarlo.

Hasta cierto punto el argumento es válido, se trata de ideas basadas en el estado Prusiano (siglo XVII), o experiencias como el cameralismo o la doctrina económica austríaca, ambas surgidas en el contexto del Siglo XVIII (por poner dos ejemplos).

Sin embargo, cabe preguntarse si en virtud del “reseteo de la humanidad”, al cual algunas de estas corrientes suscriben, no es una búsqueda novedosa por rediseñar los pactos de convivencia social, las lógicas del comercio y la distribución del trabajo nuevamente. Aceptando aspectos de la modernidad, y el desarrollo, pero nutriéndolas de ideologías ya no neoliberales, sino posneoliberales por derecha. Es decir, una nueva fase ideológica, producto de la disputa interna del capital por lograr una nueva hegemonía en el marco de una crisis global sin precedentes. Es cierto que, a la fecha, el sistema financiero internacional continúa estando vinculado al sistema productivo, y que el sistema productivo sigue teniendo una predominancia con respecto a los sectores desarrolladores de tecnologías bio-cognitivas, pero no es menos cierto que esa hegemonía está en disputa y que las manifestaciones ideológicas de esta disputa son el surgimiento y desarrollo de estos híbridos ideológicos y económicos que entienden como completamente divorciada a la democracia de la libertad, y que ven en los marcos regulatorios de los Estados Nacionales (ya sea administrados por gobiernos de izquierda o gobiernos de derecha) límites para el desarrollo de su voracidad económica.

Sin dudas se trata de un fenómeno tremendamente novedoso, aunque muchas de sus inspiraciones se encuentren en experiencias económicas y sociales muy anteriores incluso a la modernidad. Resulta tentador caracterizarlas como “viejas ideas”, lo espeluznante es advertir, luego de estudiarlas en detalle, que tal vez resulten las ideas más novedosas e innovadoras desde el advenimiento de la modernidad hasta nuestros días.

¿Cuál es el programa de la Ilustración Oscura?

En términos concretos, sobre el final del libro, asoman algunas de las ideas cuasi programáticas del Iluminismo Oscuro. Son las siguientes:

1. El reemplazo de la democracia representativa por un republicanismo constitucional (o mecanismos gubernamentales antipolíticos más extremos)

2. Masiva reducción del gobierno y su riguroso confinamiento a funciones nucleares (como mucho)

3. La restauración del dinero físico duro (monedas de metales preciados y notas de depósito de lingotes de oro) y la abolición de los bancos centrales.

4. La desmantelación de la discreción fiscal y monetaria del estado, por ende, aboliendo la macroeconómia práctica y liberando la economía autónoma o cataláctica. (Este punto es redundante, dado a que es la conclusión rigurosa de los puntos 2 y 3, pero es el premio real, así que vale la pena enfatizar).

Hay más, lo cual es decir menos política, pero es claro que nada de esto pasará al menos que haya un cataclismo civilizacional existencial. Pedirles a los políticos que limiten sus poderes no llega a nada, pero ninguna otra opción va por lo menos por la dirección correcta. Sin embargo, este no es el problema más profundo ni el más abarcante. Tal vez la democracia comience con un mecanismo procedimental defendible para limitar el poder del gobierno, pero rápidamente se convierte en algo diferente: una cultura de robo sistemático. Tan pronto los políticos aprenden a comprar apoyo político de la “cartera pública”, y a condicionar electorados a aceptar el robo y el soborno, el proceso democrático se reduce a la formación de “coaliciones distributivas” (del tipo Mancur Olson). Mayorías electorales unidas por un interés común en un patrón de robo colectivamente ventajoso.

Nick Land, La Ilustración Oscura

Como dijimos, los enemigos comunes del Iluminismo Oscuro son, entonces: el Estado, los subsidios, los políticos entendidos como una casta (a los que se les opone un sistema de castas aún peor (el neo-cameralismo), la ideología de género, los bancos centrales, el papel moneda.

El propósito de mostrar la “falla” en los sistemas vigentes, y de analizar sus “resultados realmente existentes”, es lograr proponer que la única solución que adapte el desarrollo del potencial tecnológico humano, es la creación y consolidación de monarquías manejadas por corporaciones, donde quede abolido el principio de igualdad vigente en toda la filosofía moderna, y el mercado pueda desarrollar sus potencialidades sin ningún tipo de limitación humana ni institucional, analizando, incluso, la modificación genética del ADN para lograr humanos que puedan ser más aptos para las tareas que propone la ilustración oscura. Para evitar el “colapso zombie”: eugenesia, despotismo ilustrado, neo-cameralismo, y liberalismo extremo son las propuestas más claras.

Las referencias a cuestionar: el Estado, la Catedral (que, supuestamente, organiza culturalmente una conjura que mantiene los privilegios de la “clase política” mundial), el universalismo igualitario, y cualquier versión moderada del liberalismo, tanto como del marxismo y sus gradientes de “terceras posiciones intermedias” en cualquiera de los dos sentidos. En esto ha mutado la “ideología de Sillicon Valley”, así pretende, este sector de la burguesía planetaria, disputar la hegemonía y la dirección del sistema mundial. Por lo pronto, estas “viejas ideas”, a las cuales estos pensadores les adhirieron “nuevos tejidos robóticos”, en una suerte de sincretismo retro-futurista, aplicadas a la práctica, nos dan el mismo resultado que cuando un grupo de super hackers logra derribar las barreras de seguridad cibernética de un complejo programa estatal de defensa, para escribir un mensaje político repleto de faltas de ortografía o insultos parecidos a los que puede lanzar un niño de 10 años en la escuela primaria.

Sin embargo, el efecto material de este tipo de políticas, retóricamente pobres y en la mayoría de sus afirmaciones, dejadas atrás por, al menos, dos siglos de luchas por conquistar mejoras sociales en la historia de la humanidad, es su capacidad para penetrar en las poblaciones del mundo nuevamente, aunque todos sus planteos sean absolutamente opuestos a los intereses de quienes posiblemente puedan votarlos si llegan a presentar sus ideas en elecciones libres, abiertas y democráticas (para esto, el caso de argentina es realmente ilustrativo). En este punto, todo proceso de transformaciones sociales que persiga la justicia social y que falle en el intento, condenando a una deriva moral a sus pueblos, puede ser el mejor caldo de cultivo para imponer disparates por el estilo, en medio de un mundo que agoniza en términos filosófico-morales.

La pregunta que sigue estando vigente, en la actualidad, es la siguiente: ¿Qué ideas y acciones oponerle a este tipo de proyectos neoconservadores? Las formas políticas más efectivas, al menos las verificadas en la experiencia, son aquellas ligadas al nacionalismo: políticas soberanas que promueven el desarrollo y la inclusión, al tiempo que recuperan la cancelación del futuro que implicó para los progresismos del mundo la idea de que el futuro solo le pertenece a las utopías planteadas y dirigidas por las corporaciones. Es en este aspecto en que el aceleracionismo de izquierda plantea una solución para salir del atraso tecnológico-industrial de los socialismos realmente existentes luego de la caída del Muro de Berlín.

Si la tecnología y las transformaciones que la humanidad puede experimentar (aquellas que le otorgaran un marco de desarrollo inimaginable) solo pueden ser provistas por las corporaciones, y el resto de modelos alternativos solo puede ofrecer la austeridad de los bloqueos económicos, inflación desmedida, desabastecimiento, incapacidad para satisfacer las necesidades básicas de la sociedad y ausencia total de confort, entonces el futuro solo podrá ser una oferta realizable por los actuales dueños del mundo. Si en cambio, los procesos soberanos incorporan nociones que pongan en el centro del problema no solo el control de la economía para evitar la erosión inflacionaria, sino para promover el desarrollo tecno-industrial, al mismo tiempo que la redistribución y el ascenso social, junto con una política que tenga un oído puesto en el Deseo (y no en el goce), podrá encontrar contextos para reordenar una opción posible en el marco de la agónica reorganización del mundo en el ocaso de una ya vieja hegemonía liberal norteamericana.

* El presente texto es un fragmento de un ensayo titulado: "CCRU, HIPER REALIDAD Y DARK ENLIGHTENMENT". El autor agradece la colaboración desinteresada e ilustrativa del escritor uruguayo Ramiro Sanchiz, especialista en la filosofía de Land y el CCRU.

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"La pregunta que sigue estando vigente, en la actualidad, es la siguiente: ¿Qué ideas y acciones oponerle a este tipo de proyectos neoconservadores?"