Cuando “vallas” a la Bolsa

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Cuando “vallas” a la Bolsa

15 Julio 2016

Tarde de miércoles. Casi las siete de la tarde. Vallas en la cuadra de 25 de mayo, desde Perón hasta Sarmiento, sobre ambas manos. Hay cantidad de policías en la zona. En la esquina de Alem y Perón -vialidad habilita intersecciones, aunque la historia no se corresponda- aparecen más uniformados. Varios levantan sus brazos impidiendo que los transeúntes bajen al cordón o crucen la calle.

El semáforo abre, un coche se tira sobre la vereda para ceder paso a un vehículo blanco que a paso histérico sube la pendiente. Dos o tres motos con policías primerean y la pequeña caravana pasa rápido, con un par de coches que acompañan. Comitiva, custodios o una mezcla de ambos ingredientes. Todo sucede en una fracción de segundos. Ni un gesto de demagogia para saludar a los que cruzaban la calle. Casi un atropello urbano.

Eso no impide que una doña de tapado le comente a su ocasional compañera de cordón: "Era el presi". La mujer con niños a cuestas le contesta que no se había dado cuenta. El breve diálogo lo interrumpe un avinagrado larguirucho que le advierte a la señora de buena pilcha: "ojo, es yeta".

Unas horas después, algunos diarios oficialistas, resaltan la tranquilidad y las sonrisas que el presidente les dedicó a quienes lo esperaban en la Bolsa de Comercio. No era para menos: su titular, Adelmo Gabbi, aprovechó su discurso para desquitarse del pasado reciente, deshaciéndose en elogios hacia el actual gobierno. No sólo el anfitrión se mostraba contento. También el presidente que hasta se animó a recurrir a citas de dudosa prosapia futbolera, para pedir a los empresarios que se sumen al blanqueo de capitales. Les habló como un igual: “Tenemos que sentirnos protagonistas, y sincerar nuestra situación”, dijo.

En general, el plural permite acortar distancias. Aún cuando no las hay, como en este caso. Pero… una vez que se pasa el momento de tensión que significa salir a la calle, ya está. Y más allí dentro, donde el hombre se siente protegido. De todos modos conviene estar atento para no perder las formas. Algo así fue lo que le observó el ghost writer de sus preferencias y la nueva directora de discursos. Si no puede correrse el riesgo de dejarse llevar y sincerar situaciones hasta decir que: "Ya no más vamos a tener que protegernos ni escondernos".

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)