Cristina, la antiestadounidense

Cristina, la antiestadounidense

26 Marzo 2016

El anuncio nos tomó por sorpresa, aunque no debería serlo tanto. Un 24 parecía demasiado, hasta una provocación. Pero lo que podía llegar a pasar, fue aún peor. La visita de Obama nos devolvió a una pasión proyanqui inusitada, un tanto olvidada. Con pocas reacciones y manifestaciones callejeras en su contra, pudo pasear por la Ciudad de Buenos Aires sin mayores inconvenientes, e incluso recibir no pocas muestras de admiración.

Él, que va terminando su segundo mandato, ha emprendido una recorrida por el sur del continente reactivando los intereses de los EEUU en la región. Y eligiendo a su ejemplo para todos: Mauricio Macri. “Quedamos impresionados por el trabajo hecho en estos 100 días”, dijo. Y sin dudas compartimos la impresión, por la velocidad con que ha avanzado la reacción conservadora en nuestro país.

“Él está fijando un ejemplo para otros países en este hemisferio”, agregó. Intentan dejar la década de gobiernos populares en un lejano recuerdo, entre menciones de corrupción y errores del “desviacionismo populista”. Se abre un nuevo período, o eso quisieran. El paseo incluyó una apoteótica conferencia en la Usina del Arte, discurso leído en el Paseo de la Memoria, y el servilismo de una importante parte de la clase política, cultural y mediática argentina.

Pero quizás la frase más importante de esta visita la haya dicho Obama antes de llegar a nuestro país. "A la presidenta —Cristina— Fernández yo la veía a menudo en los eventos del G20 o en eventos similares. Teníamos una relación cordial, pero en lo que respecta a sus políticas, sus políticas de gobierno eran siempre antiestadounidenses. Creo que ella recurría a una retórica que data probablemente de los años 60 y 70 y no a la actualidad", indicó en una entrevista para CNN en español.

Ella sigue siendo el enemigo, la contrincante, quien debe ser batallada, más allá de su ausencia en la disputa pública. No fue ésta la chance del retorno de Cristina, por alguna nota o aparición pública. Pero sí lo fue desde estas palabras, desde esta idea de una líder que ese enfrenta a EEUU. Así recupero esa frase la agencia oficial rusa, por ejemplo.

¿Qué hay en esta puntualización? ¿Por qué no obviar su mención, en su visita oficial? Fue Obama quien la convocó, quizás creyéndola abatida. Y relacionando su accionar con una “retórica” del pasado, quizás demodé. Estos ataques no hacen más que fortalecer su lugar, su conducción. Quien fuera recibido casi como el dueño de casa, recordó que Ella es quien se le enfrentó en los encuentros internacionales. Que fue quien intentó llevar como ejemplo ante el mundo una política distinta a la que promulgan el FMI y sus secuaces.

Son esas cosas las que no le perdonan, evidentemente. Y son esas mismas cosas las que la irán construyendo, las que fortalecerán aún más su figura, su mito. En la ausencia presencial de estos días, sigue ganando aun sin accionar. Hoy, cuando todos parecen festejar la sumisión ante los yanquis, Cristina sigue siendo la referencia, la “antiestadounidense”. Esa prenda de unidad con la que podrá construirse un gran frente que ponga límites al accionar de la nueva cruzada neoliberal en el continente.

No es poco lo que le toca aún enfrentar, y no parece contar con demasiadas ayudas. Algunos ya abjuran, los temerosos que se suman a cualquier triunfo. Y no pocos Judas reaparecen. Pero persiste la voluntad del volver, a ese sueño eterno que ya no son las conquistas que vivimos, sino lo que aún nos falta conquistar.

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos para un instante de peligro. Selección y producción de textos Negra Mala Testa y La bola sin Manija. Para la APU. Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)