Copi en el Cervantes: un hueco en el espacio, Gabriela Ram

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Copi en el Cervantes: un hueco en el espacio, Gabriela Ram

18 Julio 2017

Quieras o no quieras,/ tus genes tienen un pasado político; / la piel, un matiz político; / los ojos, un aspecto político. / Lo que dices, así suena, / lo que callas, también suena, / de cualquier forma, político. Wislawa Szymborska

 

Copi escribe con la mano de la irreverencia, dictado brutalmente por la voz de la ruptura y la transgresión. Copi escribe en los años '60, en los '70 y en los '80. Es del Río de la Plata y escribe desde París cortado suave y transversalmente por la época. Escribe injertos, escribe trans, escribe monstruo. Con la disrupción al poder y una autoproclama vanguardista, los mundos de Copi se imprimen en el marco de lo posible, cediendo el lugar de la exótica y bruta transformación a sus personajes. Estos hombres y mujeres de ficción, son capaces de atravesar una infinidad de cambios de piel, sexo e ideología . Transformaciones discursivas, de tiempo y de espacio. De aspecto, identidad y patria. Resurgimientos impensados para cualquier mortal libertario. Copi pareciera no ser hablado por la época, sino estar prestando su mano oracular a la época por venir. Quizá sea la contradicción apoderada de sus genes políticos, la que propició el nacimiento de sus adorables bestias. Su abuela materna, Salvadora Onrubia, fue una militante anarquista que colaboró para que Simon Radowitzky se fugara del penal de Ushuaia. Su padre, Raúl Damonte Taborda, un pintor que decide regresar de París a Buenos Aires para hacer la revolución contra Perón (en palabras del propio Copi).

 

El homenaje

Es precisamente este Copi al cual homenajea el Teatro Nacional Cervantes, guiado por el 30 aniversario de su muerte. En el marco de una interesante renovación que propone la nueva dirección de este teatro oficial, encabezado por Alejandro Tantanian, el segundo semestre apuesta todas sus fichas de programación central a este homenaje. El mismo es co-producido con la Comedie de Caèn de Francia. Por un lado, el montaje que une las obras El homosexual o la dificultad de expresarse y Eva Perón. Por el otro, El día de una soñadora y otros momentos.

En principio, la unión de El homosexual y Eva, pareciera un tanto arbitraria. ¿Responde esto al carácter de injerto propuesto habitualmente por Copi en sus obras? ¿O solo tiene que ver con una noción de espectacularidad? Partiendo de esta base, es notoria la diferencia entre ambas piezas. En El homosexual, vemos a Copi, el bruto rupturista. Su esencia trans que, cuando creemos haberla tomado por asalto, se escapa por márgenes insospechados. Cuerpos al servicio de la escena, de la escencia y de la marginalidad. Cuerpos tomados por el placer de ser lo otro, capturantes y dominantes de una belleza monstruosa y precisa, ajustada a aquella mano oracular.

Terminado El homosexual, llega la verdadera imposibilidad. Un hueco en el espacio -del Estado- . Un intervalo, espectacularizado también, que pareciera estar anticipando lo que vendrá, y de algún modo lo que ya vino, lo que llegó con esta política nacional que viene intentando reducir las pequeñas luchas ganadas. Para hablar de teatro es necesario hablar desde la época: Lo que dices, así suena / lo que callas, también suena, / de cualquier forma, político. Es así, que en este transcurrir político -o en el que toque- nunca podríamos escindir el arte de las ideas. Entonces el lenguaje se torna arma.  Entre los años '60 y hoy hemos librado batallas y dado discusiones que ya no podemos pasar por alto, por lo cual cuidar y proteger a un autor homenajeado implicaría también  adaptaciones y replanteamientos. O no, como en este caso. Hablar de travesti en género masculino hoy, atrasa. El lenguaje no es azar.

Algo similar sucede con Eva Perón, escrita en el año '69 y estrenada en el '70 en París. La obra traspasó todo tipo de críticas y manifestaciones, tanto en su primer temporada en la cual sufrió un atentado, como en sus posteriores lecturas, puestas en escena y re lecturas. Fue vista como un insulto a la figura de Evita y al interior del peronismo. María Moreno, en su prólogo a las obras de Copi editadas por Anagrama, dice que hay una única cosa en la que Copi no es trans: es antiperonista. Y que no es posible etiquetarlo de gorila por esto, dado que el gorila es artísticamente estéril. Copi, dijo que Eva Perón es una obra que habla del cáncer. Entonces, ¿existiría la obra sin Eva? Nos toca entender que, probablemente, las opiniones de un autor se ven en sus obras, y no en sus declaraciones. En ese sentido, pensando en un traslado de época, ¿Sigue siendo transgresor poner en cuerpo de un hombre los personajes de Eva y su madre? ¿Hay algún mito nacional más toqueteado y manoseado que el de Evita, a esta altura? ¿Se puede pensar algún nivel de subversión en estos términos, en el año 2017? Si bien en El homosexual, la dirección sostiene ese carácter grotesco, surreal y neobarroso de Copi, es extraño que en el caso de Eva Perón opte por una puesta sumamente realista en términos formales; salvada pura y exclusivamente por el descollo actoral que disfrutamos en el personaje de la Madre. También es difícil ver una maniobra por fuera de lo comercial en la elección del actor que toma el papel de Eva, bien intencionado quizás, pero en quien se advierte el límite antes que el riesgo. Esa elección también es decisión. Casi obsesivamente volvemos al fanatismo de la inclusión de lo privado en lo público, una triste tendencia actual. ¿No es buen momento este para desmonopolizar espacios en el arte? Si la calle Corrientes ya oficia de amplia pantalla televisiva, ¿es necesaria la incorporación de estos fenómenos al teatro del Estado? Todas estas son preguntas que cada quien responderá a su antojo. Sería provechoso no guiarnos por morales mitificadoras, para no quedar detenidos en ofensas superficiales que puedan distraernos de los asuntos verdaderos. ¿Por dónde nos entra la política? ¿Qué posición ocupa un teatro del Estado en el marco de un gobierno de derecha, que lleva a cabo un plan de ajuste y represión? En consecuencia de esto, ¿qué lugar queremos tomar desde el teatro independiente?, y tantas, tantas cosas más.

El día de una soñadora, también forma parte de este “momento Copi” del Cervantes. Una adaptación de la autobiografía de Copi y otros textos, desplegada en el cuerpo de Marilú Marini. Despliegue que sería hermoso poder disfrutar, si no tuviésemos que ocuparnos de leer los subtítulos proyectados en el telón, dado que la actuación es realizada en idioma francés, por una actriz argentina, con textos escritos en Argentino (en términos de Copi), en el Teatro Nacional Cervantes, de Buenos Aires, Argentina. Los programas entregados en cada obra de este teatro explican: “...concebimos el teatro público no como un servicio obligado a satisfacer una demanda preexistente, o que esté al servicio de determinada política oficial, sino como una institución que ofrezca a la ciudadanía expresiones artísticas en las cuales reflejarse o negarse...

Debajo de ese texto un gruesa línea divisoria.
Debajo, los nombre y apellidos de las autoridades presidenciales y ministeriales de cultura.
Debajo,
un hueco.

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs).