"Los casos de Cristina son procesamientos absurdos"

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"Los casos de Cristina son procesamientos absurdos"

27 Junio 2017

Por Santiago Gómez

Eugenio Raúl Zaffaroni es reconocido mundialmente por sus aportes al derecho. En Brasil estudian el código penal comentado por el ex juez de la Corte Suprema de Justicia, hoy magistrado de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Su lectura de la realidad argentina la enmarca dentro de un proceso global, en el que las corporaciones trasnacionales destruyen los Estados, usando los defectos del poder judicial y apoyándose en sus monopolios mediáticos. Antes del lanzamiento de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner conversamos en su casa sobre la posibilidad de que sea detenida, la cual no descartó, las semejanzas con el procesamiento de Lula, la detención de Milagro Sala, "hay que intevenir Jujuy", señaló, y la necesidad de una reforma constitucional. “La ley de medios no debe ser una ley, la prohibición del monopolio debe estar en la Constitución”.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo analiza el accionar del poder financiero a través del poder judicial y cuáles son los mecanismos dentro de la institución judicial que permiten que sea tan efectivo lo que el poder financiero hace?

Raúl Zaffaroni: No sé si hay mecanismos en sí mismo. El poder financiero son corporaciones trasnacionales que están por encima de la política porque tienen un desplazamiento horizontal que la política por definición no tiene porque es local, esto es un fenómeno mundial. ¿Qué sucede en nuestros países periféricos? Nuestros poderes judiciales son en general vulnerables. Hay miles de jueces en el país, la mayoría son burócratas, no en el mal sentido de la palabra, sino que es gente que dice: llego a tal hora, hago mi trabajo, no me meto en política, no sé nada de política. Como dijo Perón el que no sabe de la política se la hace otro, sin lugar a dudas. Creo que el error que cometen es no darse cuenta que algo que está pasando los está ensuciando a todos.

Hay una minoría del poder judicial, una minoría de jueces, que adopta una actitud siempre oficialista, a los otros le sirve en alguna medida, a veces, a veces no, pero molesta dentro de la corporación porque altera la paz burocrática, corre un cierto riesgo. De cualquier manera, cuando se da vuelta la tortilla, le presta el servicio al resto de decir “fueron ellos”. En este caso, lo que está pasando, es una autonomización de un segmento del poder judicial, así como se autonomizan las policías un segmento del poder judicial se autonomizó.

El poder judicial federal penal está autonomizado y representa un peligro, tanto para la oposición como para el gobierno. Estamos viendo el comportamiento claramente de venganza que lleva a cabo, reparto generoso de procesamientos por cualquier cosa, los casos de Cristina son procesamientos absurdos, no tienen ni pie ni cabeza. Hablar de traición a la patria es un disparate, hablar del dólar futuro es otro, imputarle a alguien que manejó durante dos mandatos todo el presupuesto nacional que ganó 23 millones de pesos en seis años... bueno, sí, un hotel algo tiene que ganar, si sumás la entrada de seis años de un hotel puede dar eso. Lo mismo con lo de Lula y el departamento de Guarujá, estupideces de esas, todo eso es absurdo. Prácticamente ya un procesamiento no se le niega a nadie, es como un vaso de agua.

Por otra parte, también representa un peligro para el gobierno y creo que lo sienten, representa un tremendo riesgo, porque ven que van saliendo investigaciones y cosas en manos de un grupo autonomizado. Toda concentración de poder es peligrosa, republicanamente. La estructura del poder judicial está peligrosísimamente riesgosa, desde el punto de vista republicano, empezando por la cúpula misma. No hay ningún país del mundo, civilizado, que tenga una estructura judicial en la que cinco personas sean su cúpula y decidan lo que quieran sobre cualquier causa, sobre cualquier lugar del país, cuando se les da la gana, si no se le da la gana no, esto institucionalmente es realmente un absurdo.

Tenemos una justicia federal penal que se quedó con un código que en su momento fue un avance pero en definitiva es el código fascista con el funcionario este raro, comisario con carácter de juez, que es el juez de instrucción que concentra una serie de poderes, decide unilateralmente, personalmente, cosas que después le pueden corregir en otras instancias pero demoran tiempo, de modo que el poder directamente en el proceso penal está en la instrucción. El que ya pasó la instrucción está en las manos de Dios, no fue sobreseído está en las manos de Dios, prácticamente el que pasó la instrucción está condenado, de modo que le poder se concentra ahí.

Por un lado tenemos un defecto procesal de esa naturaleza, con la figura napoleónica del juez de instrucción, que es un comisario con título, y luego esta estructura piramidal con una cúpula de cinco personas omnipotente que saben todas las materias y deciden en cualquier material, es ese defecto institucional que aprovechan las corporaciones trasnacionales, en combinación con ellas mismas, con sus monopolios mediáticos.  

APU: Usted propone una reforma constitucional y señala que los tres países que consiguieron sostenerse en pie a pesar de los ataques trasnacionales fueron Bolivia, Ecuador y Venezuela, que transformaron su Constitución…

RZ: Y se sacaron de encima los poderes judiciales que traían. La estructura de los poderes judiciales, me refiero, no se trata de echar a todos los jueces.

APU: ¿Cómo tendría que ser esa nueva estructura judicial para ese nuevo Estado?

RZ: Tampoco podemos inventar la pólvora, sino mirar lo que son las estructuras judiciales de países avanzados, mirando los resultados: Alemania, Italia, Austria, países de tradición europea continental, nosotros no tenemos tradición anglosajona en nuestro derecho. Tener un tribunal constitucional, con mandatos largos, que se renueve por tercios o por cuartos, con nombramientos cruzados y tener una corte de casación que unifique criterios de interpretación, no esta anarquía que tenemos de códigos únicos con veinticinco interpretaciones posibles. Eso se puede arreglar en un rato, no es que tenemos que inventar un modelo nuestro, los modelos están más o menos en el mundo, pero el que tenemos nosotros no existe, no hay ningún modelo que se parezca a esto.

No me refiero ya ni a Europa, Colombia, América Central, tienen cortes supremas con salas constitucionales, no me gusta ese modelo, pero lo tienen, pero son cortes supremas de veinte o veinticinco jueces, nosotros tenemos cinco personas que hacen de todo, saben de todo, y no se dividen en salas. Cuando uno ve la estructura del poder judicial nuestro y la compara con el derecho constitucional comparado, estamos en la edad de la  caverna. Bueno, un día eso se paga y se pagó, se está pagando.

APU: Hasta al presidente de los Estados Unidos el poder financiero le pone condiciones…

RZ: Y a Merkel también.

APU: ¿Qué tendríamos que hacer institucionalmente desde el Estado para modificar eso?

RZ: Reempoderar el Estado, no cabe la menor duda. Acá no es que el Estado esté desapareciendo porque somos todos más felices, el Estado está desapareciendo porque lo están destruyendo las corporaciones trasnacionales que ocupan hoy el lugar de la política y estamos transitando un mundo  de corporaciones trasnacionales con un bote agujereado, necesitamos transitarlo con una lancha acorzada. Es un modelo de Estado que no funciona, no tenemos más república, no tenemos más sistema federal, separación de poderes, no tenemos nada. El Ejecutivo hace lo que se le da la gana, extorsiona a los gobernadores, los gobernadores tienen que presionar a sus diputados y senadores, manipula el Congreso de esa manera, como manipula el Senado y así consigue los acuerdos que se le da la gana, de modo que no hay más República, no hay más división de poderes, no hay más sistema de pesos y contrapesos, se acabó todo, estamos en una crisis total de la República, no de la democracia, sino de la República.

APU: A través de Wikileaks se supo que el juez Sergio Moro, que investiga la causa Lava Jato, fue capacitado por un programa llamado “Proyecto Puentes”, vinculado al Departamento de Estado. ¿Tiene los Estados Unidos también esa capilaridad en nuestro poder judicial, de meterse en la capacitación del poder judicial y el Ministerio Público, operan también ahí en su batalla cultural?

RZ: Se llevan gente de vez en cuando a visitar, no tanto que den cursos acá, porque los jueces no van a cursos, porque una vez que los nombran jueces tienen ciencia infusa, pero cuando los llevan los pasean.

APU: ¿Eso se puede regular?

RZ: Se podría regular pero me parece que lo que hay que hacer es una capacitación en serio y tiene que partir de las propias universidades. Los jueces no nacen de una incubadora, los formamos en la academia, así que tenemos que ver qué doctrina y qué derecho enseñamos, pero yo creo poco en las regulaciones de esa índole. Si el señor quiere irse a Estados Unidos, que se vaya a Estados Unidos, si quiere ir a Cuba, a China, por mí que se vaya a donde quiera, pero lo que creo fundamental es tener en cuenta que es la formación del jurista.

Hay un programa que viene de Europa que se llama el Plan Bologna, que propone eliminar de las carreras de derecho todo lo que sea historia, filosofía del derecho, sociología, para dejar sólo materias técnicas, para que el abogado sea un práctico tramitador al servicio de las corporaciones. Lo que tenemos que hacer es agarrar eso y darlo vuelta, incentivar la formación de disciplinas que le permitan acercarse a la realidad.

Cómo limitar los abusos judiciales

APU: Los abogados están obligados a reflexionar sobre la arbitrariedad, pueden terminar en una posición en la que tienen que decidir si una persona queda libre o la encierran y en el caso de Milagro Sala encerrarla injustamente. ¿Cómo se puede evitar esos abusos?

RZ: El caso Milagro Sala responde a la patología institucional de la que hablé recién: se acabó la República porque sí. Si uno lo tomase objetivamente, fuera del contexto político y de poder, y agarra la Constitución, lo que corresponde es que intervengan la provincia Jujuy. Es parte del desmembramiento de la República, el señor hace un feudo con el cual hace lo que quiere, nombra a sus diputados, jueces del tribunal supremo, y no pasó nada, estamos todos felices y va el presidente a bailar el carnavalito. Lo menos que corresponde, por lo menos, es intervenir el poder judicial de la provincia, constitucionalmente hablando.

Pero como se desbarató el sistema de pesos y contrapesos eso no va a pasar. No es que digo esto porque creo en Montesquieu, que son tres poderes, hay más que tres poderes, pero en todo sistema republicano tiene que existir una forma de controles recíprocos, que se anularon totalmente.

APU: Acompaña también el proceso judicial de Cristina ¿Cree que podrían llegar a hacer una locura semejante?

RZ: Creo que no en una situación como esta, pero es la tercera vez en las últimas décadas que vemos un programa económico de ajuste, menor recaudación, más ajuste, menor recaudación, y finalmente un colapso. Lo vimos con Martínez de Hoz, lo vimos con Cavallo, y ahora vamos por el mismo camino. Creo que no lo harían en una situación normal, pero cuando llega el colapso, en las dos veces anteriores, se hicieron barbaridades que nos costaron vidas: la guerra de Malvinas y lo de Plaza de Mayo. Creo que en una situación de colapso podrían hacer una locura de esas.

Hacen todo lo que creen que su poder les permite hacer, de repente se dan cuenta que excedieron su poder, que fue lo que pasó con el fallo de la Corte del 2x1. Indiscutiblemente le dieron manija a la Corte para que haga eso, no sé cómo, ni a través de quién, no tengo ninguna información al respecto, pero es indiscutible que la impulsaron a hacer eso y cuando se dieron cuenta que se habían excedido, giraron en 180 grados y dejaron a la Corte sola. Esto políticamente no se hace, si se hace en la unidad básica del barrio creo que la integridad física de quien lo hace peligra o al menos se lleva un par de moretones.

APU: ¿La calle es la única vía para ponerles un freno?

RZ: Sí, lo mismo que pasó las veces anteriores. Lo que tenemos que tener cuidado es que esto no nos cueste vidas humanas, después lo demás lo arreglamos, pero los muertos no los resucitamos y generalmente los ponemos nosotros.

APU: Destruyen la República y junto con ella la credibilidad en el poder judicial.

RZ: La sociedad tenía una confianza en el poder judicial que no era merecida, de modo que lo que está pasando es un sinceramiento.

Reforma del poder judicial

APU: En algún momento se propuso una reforma del poder judicial ¿Cómo tendría que ser?

RZ: Tiene que ser una reforma constitucional. De entrada se puede hacer algún parche, ampliar la corte a doce, dividirla en salas, pero la solución definitiva es la reforma constitucional, donde tomemos en serio la estructura del judicial conforme las estructuras de las grandes democracias, dentro de nuestra tradición jurídica y política y adaptar un modelo más o menos a nosotros, no hacer locuras.

APU: ¿Cómo sería el ingreso a ese poder judicial?

RZ: ¿De un tribunal constitucional? Los nombramientos, en general, en los modelos europeos continentales son cruzados. Si son doce, tres los define la cámara de diputados, tres el Senado, tres el consejo de la magistratura, tres por votos de todos los abogados, con mandatos de doce años, que se renueven cada tres años por estamento, de forma tal que no se reforme todo de golpe, es una ingeniería institucional para obstaculizar al máximo la posibilidad de que se hegemonize.

APU: Cuando se habló de la democratización de la justicia circuló la idea del voto popular para los jueces. ¿Es una solución?

RZ: No, esa es una idea que surge cada vez que a alguien se le ocurre hacer una revolución. Los franceses la tuvieron, así les fue, los guillotinaron a todos, después vino Napoleón. Los países en los que eso se hace da un resultado catastrófico. En algunos estados de Estados Unidos lo tienen y cuando al tipo le está por vencer el mandato empieza a meter penas de muerte, barbaridades de esas.   

Qué hay que modificar en la Constitución

APU: ¿Además de la reforma del poder judicial qué otras cosas vamos a tener que incorporar en esa nueva Constitución que necesitamos?

RZ: La primera cosa es la coparticipación federal, hay que reafirmar nuestro federalismo, hay que ver si el Senado que tenemos sirve o si en realidad tenemos que pensar en otro tipo de Senado para resolver la cuestión del reparto de dinero, que es lo que interesa en lo federal. Hoy nos damos cuenta que la base es esa y no que los senadores se pongan a discutir la ley de divorcio, eso que se lo dejen a la Cámara de Diputados, pero sí que se pongan a discutir la obra pública, los fondos, el reparto. No puede ser que el poder ejecutivo reparta lo que recauda como se le da la gana, cuando se le da la gana y a quién se lo manda y a quién no, eso es una forma de extorsión directamente.

Después hay que reponer cosas de la Constitución del 49, como el artículo 40, tenemos que garantizar nuestro subsuelo, nuestros recursos naturales, hay que poner normas de protección ambiental, la prohibición de poner fuerzas armadas en función policial tiene que estar en la Constitución y no en una ley, lo de la ley de medios no tiene que ser una ley de medios, la prohibición del monopolio mediático también tiene que estar en la Constitución, sino no tenemos democracia.

Hoy tenemos que pensar en la institucionalización fundamentalmente. Cuando pienso en la estructura del poder judicial, en el Senado, en un sistema de controles, cuando se piensa en la  deuda externa y en la posibilidad de contraerla no sé si no habría que limitarla a un porcentaje del PBI, en ver la intervención legislativa, la intervención de las cámaras, o la intervención del Senado en el contrato de deuda, no puede ser que eso quede en manos de un señor que por si mismo en un año y medio nos enchufó 80 mil millones de dólares de deuda, esas cosas tienen que estar en la Constitución.

APU: El Frente Brasil Popular también propone una reforma constitucional en la que se habilite la estatización de activos de quienes fueron condenados por corrupción, pensando en el caso del empresario de la carne, y por otro lado la incorporación de un ingreso mínimo, una asignación universal. ¿Qué piensa al respecto?

RZ: Lo del ingreso mínimo es interesante, lo otro no sirve para nada. Después, en definitiva, le incautan el auto al dueño de los lápices.