La DEA en la Argentina: caja de dólares en negro, jueces y fiscales cooptados y una historia criminal 

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    Julian Maradeo
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La DEA en la Argentina: caja de dólares en negro, jueces y fiscales cooptados y una historia criminal 

15 Noviembre 2022

Julián Maradeo investigó durante un largo tiempo el accionar de la agencia norteamericana DEA en la Argentina, y demostró sus métodos que poco tienen que ver con la lucha contra las drogas, y que se ejecutan por fuera de la legislación argentina. 

El año que viene se cumplen los 50 años de la DEA en la Argentina. Este años salió el libro de Julian Maradeo ("La DEA en Argentina") que repasa esta “historia criminal”, pero también poniendo mucho foco en el futuro inmediato donde se manejan cajas de dólares en negro, se coopta a integrantes de las fuerzas de seguridad y se actua por fuera de la Ley. 

Agencia Paco Urondo: ¿La DEA  en Argentina se comporta de determinada manera según el signo político? ¿Cómo se desarrolló la relación según los distintos gobiernos?  

Julián Maradeo: Voy a intentar ser sintético, pero me parece que sistematizando el accionar en función de los objetivos y las diferentes conductas que ha tenido la DEA a lo largo del tiempo, ya que el año que viene se cumplen 50 años de su creación que fue el primero de julio de 1973, fundada por Richard Nixon y, en ese momento, se utilizó el lema de “la guerra contra las drogas”. Recuerdo que cuando comencé la investigación la mayoría de los trabajos que fuí repasando que abordaban históricamente la actuación de la DEA en Argentina todos señalaban que el comienzo había sido a partir del primer convenio bilateral establecido durante el gobierno de Alfonsín, en 1987. Sin embargo me encuentro -en un momento de la investigación que se llama “el estado del arte, que es todo aquello que está publicado sobre el objeto de investigación en cuestión- con el libro de Michael Levine, un ex agente de la DEA que había actuado como agente de encubierto en Argentina. Su relato hablaba de que su participación en Argentina había sido en 1977, y ya de entrada ponía en jaque la otra versión. La primera imagen que contaba en su libro “La gran mentira blanca” es que cuando participa de una acción en 1976, puntualmente un mes después del golpe de estado cuando vinieron a secuestrar a tres integrantes de lo que se llamó “Conexión Francesa” que era una banda que se dedicaba al tráfico de heroína que comenzaba en Asia y utilizaba, entre otros países, a la Argentina como forma de llegar a Estados Unidos. Entonces como mínimo tenía dos fechas.  

La particularidad es que Michael Levine vive en Bronx, su barrio natal, actualmente tiene 85 años y lo pude contactar. Me contó cómo fue la relación entre la DEA y la Argentina por supuesto siempre en función de la agenda de la DEA, y ahí tenemos un primer dato que que es algo transversal en estos casi 49 años: a la DEA no le interesa quién es su socio local ya sea dentro de la política, de la justicia o de las fuerzas de seguridad; a la DEA le interesa quienes pueden resultar funcionales en pos de sus objetivos. 

Entonces lo que empiezo a darme cuenta es que, cuando leo los cables desclasificados de la Embajada de los Estados Unidos, en realidad la Argentina en julio de 1973 tenía una oficina de estatus regional y, recordemos, que hoy Argentina tiene una oficina de estatus país. La oficina de estatutos regional es superior. Entonces le pregunté a Levine: ´¿Cómo puede ser que Argentina -que en la narrativa oficial es un país de tránsito y mucho más en ese momento, cuando se jactaban de quizá una incautación de un kilo de cocaína- tenga una oficina de estatus regional?´ 
Me cuenta que en realidad Argentina era para la DEA durante la década del ´70 una base de operaciones ilegal de cara a Bolivia. Recordemos que la DEA ha participado en Bolivia entre otras cosas en los golpes de estados, pero también en los ataques contra los productores de coca.

La DEA siempre buscó las formas -aunque tuvo que ir por supuesto sofisticandolas- de moverse a su antojo en la Argentina, y en esta sofisticación de las estrategias a lo largo de las décadas, fundamentalmente debe enfocarse que la DEA lo que ha ido haciendo es mejorar, volver más eficientes las técnicas de cooptación tanto de las fuerzas federales y provinciales de seguridad, como de fiscales y jueces federales, como de funcionarios y de distintos tipos de agentes que le sirven dentro de la contraparte local Argentina, en función de su propia agenda. 

La DEA fue emprolijando su forma de actuar en Argentina. Sin embargo en 2020 encontramos que fue condenado un informante oficialmente reconocido en la DEA en una causa por instigar el delito de narcotráfico. Tal vez la particularidad fue que ningún funcionario tomó nota de ello para realmente como mínimo comenzar a revisar si la DEA respeta los acuerdos bilaterales a través de los cuales está obligada solamente a compartir información estratégica o cooperar. 

APU: ¿Cómo la DEA montó una red de informantes en la Argentina? ¿Cómo puede cooptar jueces, fiscales, o hasta un despachante de aduana como lo ejemplificas en tu libro? 

JM: Hay algo que me han dicho diferentes funcionarios, jueces, fiscales, jefes de policía, jefes del área de Drogas Peligrosas dentro de Gendarmería y es que la DEA tienen dos ventajas por sobre cualquier agencia o cualquier agente argentino: la primera, es el tiempo, la DEA se monta sobre la estructura de la Embajada para por ejemplo poder sentarse con jueces, fiscales o con los distintos dirigentes políticos: para la DEA no existe la grieta, lo que sí existe es quién le resulta funcional en determinado momento pero son lazos que se van construyendo a lo largo del tiempo. Entonces el tiempo es uno, y el otro es la capacidad de obtener recursos. 

Recuerdo que hace un tiempo una funcionaria que estuvo a cargo de la relación con la DEA durante dos años, hasta hace muy poco, me decía que por ejemplo hoy Argentina no está imposibilitada de acceder a tecnología importante para la investigación del narcotráfico. Lo que sucede es que cuando la Argentina tiene que obtener alguna de esas tecnologías se tiene que iniciar un proceso licitatorio que demanda su tiempo. 
En cambio a partir de un convenio con la DEA en un mes y medio esa tecnología baja a territorio. Entonces estos son dos elementos a través de los cuales la DEA empieza a tejer vínculos, por supuesto es muy importante también las distintas fragilidades que tiene el sistema, por ejemplo a la hora de la investigación criminal. 

Tengo un ejemplo puntual que me dio el equipo de la PROCUNAR, que actualmente es conducido por el fiscal Diego Iglesias, sobre cómo la DEA empieza a tramar estos vínculos en función de las fragilidades que identifica. En 2018 la PROCUNAR, ante las versiones periodísticas sobre que el Primer Comando Capital (PCC) que es un cartel brasileño que está expandiéndose en en Sudamérica, estaba ingresando en Argentina a través del NEA fundamentalmente a través de Misiones, le solicita a la Agencia Federal de inteligencia (AFI) en ese momento comandada por Gustavo Arribas y Silvia Majdalani un informe de inteligencia que corrobore o en todo caso desmienta estas versiones periodísticas, y al tiempo lo que recibió por parte de la AFI fue un informe sobre la base de Google.
 
Automáticamente la PROCUNAR se vio obligada a solicitar este mismo informe a la DEA, y ahí recibió un informe de inteligencia de fuste que le permitió comprender que en realidad no estaba ingresando todavía el PCC a través de Misiones, sino alguna célula cuentapropista.

Estas son las rendijas a través de las cuales se cuela la DEA para empezar a trazar vínculos. Ahora después hay otro tipo de elementos de manera sistemática lo que ha hecho desde 1973 hasta el presente es contratar argentinos que son los que ofician a modo de GPS de los agentes norteamericanos, que en su mayoría no conocen la idiosincrasia local, y hay dos tipos de argentinos que fundamentalmente contrata la DEA. El tercer tipo son los informantes lo que pasa que ellos no son contratados, sino que se les pagan premios en función de la validez de la información que aportan. 
Uno es el empleado de la Embajada, y el primero fue René Abraham Tenembaum que fue contratado en 1970 y en 1973. Se incorpora la oficina de la DEA en Buenos Aires y en simultáneo era protagonista del ciclo “Titanes en el Ring”, y luego fue reemplazado en la década del ´90 -a pesar de que durante un tiempo compartieron ese puesto- por el que actualmente reina en el segundo piso de la Embajada de Estados Unidos en la oficina de la DEA, que es Guillermo Arturo González. Un ex- policía bonaerense discípulo de Mario Naldy y de muy buena relación durante mucho tiempo con el ex espía Antonio Horacio Stiusso. 

¿Qué es lo que hace este tipo de argentinos, fundamentalmente, Guillermo González? Cada vez que llega un nuevo jefe de la DEA a la Argentina como en febrero llegó John Wallace, desde Estados Unidos, actual jefe de la estación Buenos Aires, es quien lo recibe y le señala con quién debe reunirse, pero también es quien le baja línea a modo de diagnóstico sobre cómo está la Argentina. 

Y el otro tipo de argentino, mucho menos conocido y que incluso con quienes charlé para el libro no tenía ni idea de que existían, son aquellos que pasan a retiro en las fuerzas federales de seguridad y son contratados como “investigadores” por la Embajada. En realidad lo que hacen, ya que la DEA no tiene permitido actuar en territorio en Argentina, sí lo tiene, por ejemplo en Paraguay, lo que hacen es actuar como interlocutores de las fuerzas federales de seguridad en territorio. 
A la DEA lo que le interesa de la Argentina fundamentalmente es acceder a información privilegiada con la menor cantidad de mediaciones posibles entonces contratan estos agentes retirados de las fuerzas federales de seguridad.

Uno de los casos paradigmáticos que cuento en el libro es el de Carlos Gutiérrez,  un Oficial de enlace entre Gendarmería y la DEA en el programa “Frontera norte” que funcionó en Salta hasta 2012 y que el propio Gutiérrez me cuenta que la DEA lo que hacía era exigirle resultados -algo totalmente ilegal- y lo que recibían eran una caja de dólares en negro cada una de estas fuerzas federales que trabajaban o que trabajan en realidad con la DEA para que pudieran pagar informantes, para el pago de distintos tipos de de gastos de caja chica. ¿Esto lo revela el libro? Lo hace para el ciudadano de a pie, lo cierto es que no hay funcionarios de seguridad nacional y provincial de la Argentina que no lo sepan. Yo hablé con muchos y ninguno se enteró por mí, todos lo saben. Lo que sucede es que muchos temen que la DEA, entre otras cosas, empiece -si se quita este apoyo- a retacear la información de inteligencia estratégica a la cual a las cuales acceden las fuerzas de seguridad en función de la estructura global de inteligencia que tiene Estados Unidos en todo el mundo.  

APU: ¿Cuál es el vínculo entre la DEA y la Justicia Argentina? 

JM: Diría que es un trabajo hasta imperceptible. Fundamentalmente lo que buscan las agencias norteamericanas, en este caso la DEA, pero hay una que está creciendo mucho en los últimos años que se llama Homeland Security, que se encarga del ciber delito, pero la DEA se monta sobre la propia estructura de la Embajada, y es la que más notoriamente la que lo aplica. Le interesan jueces y fiscales que se muevan en consonancia de sus propios intereses, para eso lo que hace es premiarlos no solo con acceso a información privilegiada sino con tours judiciales a lo largo de un mes con todo pago por EEUU.  

Voy a contar una anécdota, que es grosera pero que expone en qué nivel se maneja todo esto. Recuerdo que cuando estaba por terminar el libro, me reúno con una fuente de la Policía Federal Argentina que me cuenta que en 2020 ellos estaban haciendo un seguimiento sobre un grupo de narcotraficantes italianos y la causa la tenía el Juez Federal de Zárate- Campana, (Adrian) González Charvay, y en ese momento el área de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina le solicita información que tenía el expediente y se las retacea con el argumento de que no quería que se filtre lo que contenía el expediente. Alrededor de 2 meses después el área de Drogas Peligrosas de la Policía Federal recibe un mail, justamente de Gonzalez Charvay, con detalles sobre lo había en el expediente. Lo que sucedió fue que el inconsciente le había jugado una mala panzada pasada y se lo había intentado enviar a la DEA pero en realidad se equivocó de remitente y se lo envió a la Policía Federal Argentina. 
Un dato de color que muestra en realidad -en un nivel casi imperceptible- como se mueve la DEA. 

Lo cierto, también, es que la DEA va visitando a los jueces federales, a los fiscales federales que les interesa, pero también a los del Fuero Penal Económico. En el libro relato fundamentalmente un caso porque es muy patente, que es el del Foro Penal Económico, el juez Luis Imaz. De este caso, pude hablar con los protagonistas.  Recuerdo que Carlos Broitman, el abogado de los narcos me obsequia una categoría que es la del abogado facilitador, que es aquel abogado de un acusado de narcotráfico con pedido de extradición por parte de la DEA y que es contactado por la DEA para que si se pliega a su estrategia de defensa en busca de la extradición luego va a ser premiado según su propio objetivo. Y en el caso de Luis Imaz, que fue abogado de Julio César Posse, aquel que cuando comenzamos la entrevista mencioné que es fue primer informante reconocido oficialmente por la DEA y condenado en Argentina, fue abogado defensor de Julio César Posse y actualmente es juez del Fuero Penal Económico. 

Esos son los tentáculos a los cuales hay que ir prestando atención de manera muy detallada para notar incluso lo difícil que es percibir cómo la DEA va detectando y va posicionando a sus propios jugadores. Recuerdo que cuando lo entrevisto a Posse, le pregunto por qué cree que él había caído luego de haber realizado alrededor de 300 operaciones para la DEA en Argentina y me dice, siendo muy sincero, que no entendía por qué habían cortado el hilo por lo más delgado. O sea, cuando él tenía el apoyo de la Embajada y que generalmente lo que se hacía en casos de esas características es levantar una pared dentro del expediente. Estos son argumentos cero técnicos, sino de la praxis. Posse me explica que la DEA cuando tiene un integrante de la banda que se quebró y se convirtió en su informante -son claves los informantes para poder atacar a una banda de narcotraficantes- lo que hace es cantarle al juez, que dentro de ese expediente hay un informante suyo y el juez como si nada y sin que nadie se entere lo quita del expediente y nadie se entera. 

APU: ¿La DEA tiene un interés estratégico en la zona de Rosario, en Los Monos? 

Sí, es un punto importantísimo porque incluso hay un anuncio extraoficial del Ministro Anibal Fernandez en San Nicolás, que demuestra el grado de desconocimiento que está teniendo el ministro de Seguridad. A la DEA no le interesa la problemática local argentina, esto parece que es lo que los gobernadores no terminan de entender o hacen que no entienden. Lo que les interesa es usufructuar las problemáticas para trazar vínculos con los gobernadores, en esta caso el de Santa Fé, en función de su propia agenda y lo que pueda afectar a Estados Unidos.  

Hay un interés estratégico de la DEA en torno no solamente a narcotráfico sino a todo lo que pueda llegar a acontecer en en Rosario como cuestiones de seguridad o con la justicia federal santafesina. Ahora hay dos dos cuestiones que aparecieron en los últimos meses: primero, el anuncio de Perotti en febrero, si no me equivoco de este año sobre un acuerdo para trabajar con la DEA, a quien le interesa, por ejemplo, mucho la la hidrovía del Paraná no lo que lo que pasa con “Los monos”, excepto que crezcan de manera tal que empiecen a formar parte del tráfico de estupefacientes a Estados Unidos. Ahí ya sería otro cantar, pero no hay ningún especialista que señale eso. 

El anuncio fue la creación de un grupo de élite conducido por Maximiliano Bertolotti de muy buena relación con la DEA y ese grupo de élite va a ser formado, si no lo fue ya en un entrenamiento que se celebra en Bogotá donde se desarrollan técnicas militarizadas. Los especialistas señalan que aquellos grupos que se han ido a formar en técnicas militarizadas, luego cometen excesos generalmente en territorio a pesar de que no hay especialistas que salvo la escalada de violencia en Rosario señale que en Argentina se están se están viviendo situaciones como las que se vivieron en algún momento en Cali, en Bogotá o en Sinaloa. 

Algo más grave ocurrió hace un mes en San Nicolás, que está alrededor de 70 km de Rosario, cuando quizás se le escapó al ministro de Seguridad Aníbal Fernández quien comunicó esto que no figura en la página del Ministerio de Seguridad: la creación de un tercer GOC. 

Son grupos grupos operativos conjuntos que fueron creados en 2017 por Patricia Bullrich, son grupos interfuerzas que inicialmente se instalaron en el NOA y en el NEA. Yo lo que demostré en la investigación y aparte fuentes oficiales y documentos confidenciales a los cuales accedí del Ministerio de Seguridad Nacional es que inicialmente la DEA le impuso a Patricia Bullrich dos condiciones: la primera, es que en el proceso de selección de los integrantes de los grupos operativos conjuntos la DEA debía tener una reunión a solas entre los los aspirantes a formar parte de los GOC y los agentes norteamericanos. A solas significa sin integrantes del Ministerio de Seguridad Nacional. 
Para que se entienda voy a hacer gráfico: son agentes de seguridad argentinos, formados por instituciones argentinas, para actuar en territorio argentino, conducidos en las sombras por agentes norteamericanos. 

Por otro lado es que la DEA, y esto figuran los informes del Ministerio de Seguridad Nacional lo que pasa que son informes confidenciales, le pone a disposición de estos grupos operativos conjuntos -que acaba de anunciar Aníbal Fernández- una caja de dólares en negro que son entre 3.000 y 10.000 dólares en negro. 

El tercer punto y es que los jefes de las fuerzas de origen -puede ser Gendarmería, puede ser la Policía Federal, pueden ser las policías provinciales que también según la región componen estos GOC- les solicitan al Ministerio de Seguridad Nacional que les informe qué hacen sus agentes con la DEA porque ellos no están al tanto. 
Cuando asume Aníbal Fernández los grupos operativos conjuntos pasaron a la órbita de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal en este momento conducida por Damián Neustadt, a quien le consulté sobre si habían hecho las modificaciones necesarias para que esto no siguiera ocurriendo y decidió no responder. 

En mi última nota en Revista Crisis expongo el video en el cual Aníbal Fernández ante los medios locales de San Nicolás relata con muchas imprecisiones de qué se va a tratar este tercer grupo operativo conjunto. Creo que lo que queda a la vista es que no solo no se modificó nada, sino que aparte el plan de que no solo sean tres grupos operativos conjuntos, sino que faltan crear tres más, es un nuevo paso de la DEA en este caso durante la gestión de Aníbal y Alberto Fernández.  

APU: ¿Te quedaste conforme con esta investigación? ¿Pudiste demostrar esta historia criminal?

JM: Creo que sí que queda demostrada en realidad, la complejidad de la historia criminal y delictiva de la DEA en Argentina. Me encantaría que haya trabajos similares, por ejemplo en Bolivia, por ejemplo en Paraguay o en Brasil donde la DEA está muy activa e incluso tiene más libertad de acción que en Argentina. Y creo que Argentina está empezando a mirar desde hace unos años sobre qué se hace en Paraguay y está yendo en esa dirección. 
Y me hubiera gustado que dentro del ámbito político pero también de la justicia hubiera más gente que se animase a salir a hablar.  

Por eso siempre destaco la valentía de Valentina Novick, quien durante 2019 y 2021 en la gestión de Sabina Frederic estuvo a cargo de la relación con la DEA y que cuando leyó -antes de el libro- mis artículos en Revista Crisis se animó a hablar, a contar, a ratificar e incluso a ir más allá de lo que yo contaba en los artículos y en ON. Hay mucha gente que me ha contado cosas mucho menos valiosas y riesgosas, y Valentina Novick se animó a hablarlo básicamente porque tiene un deseo genuino para que todo cambie sino creo que vamos a seguir jugando el mismo juego. 

El año que viene la DEA en Argentina cumple medio siglo, me parece que no habrá ninguna modificación de fondos solamente quizá alguna vez algún enojo de un ministro pero si hay algo que entendió la DEA es que debe jugar a dar un paso de comparsa: dos pasos adelante uno atrás para seguir avanzando. 
 

 

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