Cuando se aplicó el voto electrónico en Salta, la oposición denunció “fraude”

Cuando se aplicó el voto electrónico en Salta, la oposición denunció “fraude”

27 Agosto 2015

Por Enrique de la Calle

Después de las elecciones tucumanas del domingo pasado, referentes provinciales y nacionales de la oposición exigieron un “cambio de sistema electoral”. “No puede ser que se siga votando como en el siglo pasado”, describió Mauricio Macri, del PRO, y criticó la utilización de boletas de papel. Desde el kirchnerismo, en cambio, pidieron respetar la voluntad popular: “Con este sistema la oposición ganó y perdió elecciones, solo denuncia irregularidades cuando pierde, cuando gana parece que todo sale bien”, resumió Juan Manzur, el gobernador tucumano electo. Desde el massismo propusieron alquilar máquinas en Brasil para aplicar la boleta electrónica.

Como se sabe, el sistema de voto electrónico se utilizó en solo dos jurisdicciones argentinas en 2015: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Salta. En la primera, se impuso el macrismo con quejas del candidato Martín Lousteau al sistema elegido. Además, un especialista en tecnología denunció vulnerabilidades en el esquema aplicado.

Sin dudas, lo más llamativo ocurrió después de las elecciones primarias en Salta que definieron las fórmulas para gobernador provincial. El candidato opositor Juan Carlos Romero, apoyado por el macrismo, denunció “fraude” y pidió votar en las generales “también con boletas en papel” (¡!). Había perdido por paliza contra Juan Manuel Urtubey. En su presentación judicial, Romero indicó que “hay catorce formas de hacer fraude” y que había “50 máquinas que no estaban homologadas por el Tribunal Electoral”. Así lo consignó con preocupación el diario La Nación.

Por su parte, Clarín habló de "fraude electrónico”, palabras elegidas por el opositor Romero. El peronista disidente criticó al sistema electrónico con las mismas palabras que hoy otros opositores destinan a la boleta en papel: "Aquí hubo un fraude bochornoso. Se ha consumado uno de los fraudes más grave de la historia argentina. Hemos vuelto a la década del 30 cuando se hacía fraude desde el Estado para subvertir la voluntad popular. ¡Es una vergüenza!", describió. Como se ve, nada nuevo en la política argentina.