La nueva estrategia de Binner: criticar a CFK para convertirse en el primer opositor
No importó que se tratara de un acto oficial con empresarios en Plaza España y la inauguración del Instituto de Biología Molecular. Con un sesgo gorila modelo-1945, el gobernador santafesino denunció vía twitter “la llegada a Rosario de camiones cargados con electrodomésticos y colchones como anticipo de la visita de Cristina Fernández”.
No satisfecho con la indiferencia que recibió como toda respuesta, volvió a la carga en el republicanísimo rol de orador en el acto presidencial. Olvidando sus exabruptos vía la mencionada red social, reclamó "un diálogo abierto, constructivo, serio” y se animó a advertirle a la presidenta que “la recibimos como presidenta, no como la representante del 50% del país". Para terminar sus sesudas chicanas, remató: "la división, el enfrentamiento entre hermanos, en el país del blanco y negro no podremos realizarnos como argentinos". Las afirmaciones se condijeron poco con las agresiones matinales, pero la tribuna del diario La Nación y Clarín no repara en estos detalles.
Desairando las (modestas) intenciones electoralistas del gobernador, la presidenta hizo un brevísimo racconto de la performance económica y social desde 2003 hasta la fecha y le contestó a Binner que “la ciudadanía evalúa a través de la forma más cristalina que es a través de los votos”. CFK insistió con su concepto de “industrializar la ruralidad” y felicitó a los santafesinos: “Santa Fe se desarrolla más que en otros lugares, porque la conciencia y la práctica cooperativista en esta provincia es muy fuerte”.
Es probable que Binner salga segundo. Y no falta quien pontifica que Lula terminó segundo tres veces antes de convertirse en presidente de Brasil. Pero la edad no es la única diferencia. Lula perdía por su coherencia histórica. Binner apuesta su prestigio de institucionalista por una elección que no va a ganar. ¿Qué lo diferencia entonces de Ricardito? (Agencia Paco Urondo)
