Greenpeace: entre los clisés y las consignas que confunden, por Leandro Fernández

Greenpeace: entre los clisés y las consignas que confunden, por Leandro Fernández

01 Abril 2011

Mostrando esas fotos y bajo el lema de “Cristina: Carbón o Glaciares”, la ONG mezcla consignas en contra de la empresa minera Barrick, de la Usina de Carbón de Río Turbio, y reclama la implementación de la Ley de Glaciares, cuya relación e interpretación por parte de los jóvenes, lejos de informar y concientizar, logro confundir y mezclar diversas problemáticas ambientales en la misma bolsa, revuelta por el amarillismo ambientalista y repleta de vínculos inconsistentes.

Por empezar, la campaña de móvil-activismo ofrece la oportunidad de mandar un sms con CLIMA al 2020, para defender los glaciares, por 80 centavos. Para averiguar sobre el plan de cómo se utilizará la plata recuadada en esta móvil-campaña para defender los glaciares y cuál es el porcentaje que queda en la compañía telefónica. Greenpeace respondió “lamentablemente un altísimo porcentaje del valor queda para la compañía telefónica, sin embargo, creemos que la campaña permite movilizar a la gente por la causa ambiental”.

Por otra parte, mediante el slogan “Carbón o Glaciares”, y una amplia campaña publicitaria, Greenpeace le exige al gobierno nacional el cierre de la central de carbón de Río Turbio, vinculándola de forma directa el derretimiento de nuestros glaciares y la falta de agua, ignorando deliberadamente que el problema del derretimiento de glaciares se relaciona con el calentamiento global del planeta, fenómeno producido a partir de la revolución industrial y cuyos principales responsables son los países desarrollados.

En la actualidad, el 25% de la energía mundial proviene del uso del carbón. Las economías más importantes del mundo, como Estados Unidos, la Unión Europea y China hacen un uso intensivo de esta fuente de energía y se niegan a tomar compromisos para reducir su uso. La producción que se prevé alcanzar para la central argentina es solamente de 1,2 millón de toneladas de carbón, lo cual representa menos del 0,02 % del total consumido en el mundo. Entre China, EEUU y la Unión Europea, se consumen 4.200 millones de Toneladas de Carbón. Parar la única usina del país no detendrá el derretimiento de glaciares como dice Greenpeace. En estas circunstancias, ¿Es ético reclamar que todos los Argentinos paguemos los costos de la deuda ambiental de un cambio climático que no provocamos? costos de esta deuda ambiental deberian pagarlos todos los argentinos?

En forma complementaria, otros slogan que utiliza la organización Greenpeace, es apostemos a favor de las energías renovables. Sin embargo, omite cierta información, como por ejemplo, que la Argentina es el país donde más crecieron en el mundo las energías baja en carbono. En términos de crecimiento por año, el país encabeza la clasificación en materia de crecimiento en las inversiones, que durante 2010 fue de los 568%, comparadas con las de 2009. Los datos fueron difundidos por la BBC y producidos por el Instituto de Energía Limpia de Pew, una prestigiosa institución de investigación sobre energía y cambio climático.

La campaña de Greenpeace contradice numerosos esfuerzos que se han realizado por parte de los países en desarrollo en los foros ambientales internacionales y en el marco de la Organización de las Naciones Unidas, para exigir que los costos del Cambio Climático, sean asumidos por los países que han sido responsables históricamente y que la deuda ambiental provocada por los países más desarrollados no sea transferida hacia todos los países.

Con un claro cambio de la política ambiental internacional, a la sostenida durante la década neoliberal, el Presidente Néstor Kirchner en el año 2007, sostuvo el principio de la deuda ambiental de los países desarrollados, en la asamblea general de Naciones Unidas declarando “Existe una deuda moral y ambiental que debe ser efectivamente pagada por los países desarrollados”. Teléfono para Greenpeace... (Agencia Paco Urondo)