Destrato oficial a distritos que se pintaron de violeta en 2023

  • Imagen
    Patricia Bullrich-Santiago Hardie-Bahía Blanca
    Promesas. Bullrich y Hardie en Bahía Blanca.
Crónicas del abismo

Destrato oficial a distritos que se pintaron de violeta en 2023

13 Mayo 2025

Dos días después de completarse un bimestre tras la inundación que el 7 de marzo azotó a Bahía Blanca, el Gobierno nacional decepcionó las expectativas que había despertado a los comerciantes locales el día en que se cumplió el primer mes de la catástrofe.

El 7 de abril, la ministra Patricia Bullrich visitó la ciudad y anunció que el Suplemento Único para la Reconstrucción (SUR) destinado a personas físicas con viviendas afectadas se extendería también a comercios y empresas, por alrededor de 26.000 millones de pesos. Bullrich anticipó que el socorro podría canalizarse como un subsidio directo o por la agencia recaudadora ARCA, aunque no aclaró que la segunda opción refería a medidas como la que se firmó dos días más tarde para suspender intimaciones y extender los plazos de declaraciones juradas.

Como tras comentar el proceso de inscripción del SUR mencionó que “el gobierno nacional decidió ampliar la ayuda a todos los comercios y las empresas que están en las zonas inundadas” y añadió que “tenemos unos 26.000 millones de pesos para ese objetivo”, los medios de comunicación y los posibles beneficiarios asumieron que se trataría de un programa similar.

El viernes 9 de mayo, cuando los reclamos por las demoras comenzaban a crecer en el sector, fue uno de sus funcionarios quien enterró las ilusiones. Santiago Hardie, director de la Agencia Federal de Emergencias que depende del Ministerio de Seguridad, marcó en la Radio Altos que “lo que se anunció fue vinculado a través de ARCA, que ya emitió varias resoluciones con beneficios impositivos para pymes y comercios” y agregó que “se habló de 26.000 millones de pesos porque esos beneficios tienen un costo”.

Por la misma emisora respondió Mercedes Corbaz, presidenta de la Cámara de Comerciantes, que se preguntó “¿Cómo puede ser que se juegue así con las expectativas? Y no solamente lo digo por el sector comercial porque esto es una cadena: el sector productivo comercial de la ciudad impulsa el trabajo, el orden, la reorganización. Que se haya jugado de esta manera me parece que es una vergüenza”.

También el viernes se conoció un comunicado de la principal entidad bahiense del sector, la Corporación del Comercio, Industria y Servicios. Menos combativo que las expresiones de Corbaz, el documento de la Corporación igualmente reclamó que se implementen “en forma urgente las medidas pertinentes a través de ARCA”. Un modo de decir que, contra lo que dijo Hardie, tampoco a través de beneficios impositivos se han puesto en práctica políticas de ayuda.

Lo barato sale caro

Las malas noticias vienen siendo una constante en el sudoeste bonaerense, una de las regiones donde el presidente Javier Milei recolectó gran apoyo en el balotaje ante Sergio Massa, en noviembre de 2023. Menos de un mes después, Bahía Blanca fue arrasada por un temporal de viento y en 2024 su economía comenzó a sufrir el impacto de la recesión y los recortes de inversión pública, un factor subestimado a nivel local pero de enorme impacto.

En las urnas bahienses Milei superó los 63 puntos, casi ocho por encima del nacional. Lo mismo ocurrió en Saavedra (68,88%), Guaminí (58,49%) y Coronel Rosales (72,87%), tres municipios que ya evidenciaron serios problemas para solventar su funcionamiento. El caso más extremo es el saavedrense, donde la planta municipal sufrió un recorte salarial de traumática asociación histórica: 13%.

Esa combinación de factores explica que, ya antes de la inundación, las y los comerciantes bahienses expresaran que se encontraban peor que un año antes y con menor nivel de ventas que en el cierre de 2024, de acuerdo al periódico relevamiento del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca. Como el CREEBBA depende de la Bolsa de Comercio local, sus estimaciones no son adjudicables a forma alguna de populismo o izquierda.

La misma entidad dio a conocer este lunes 12 sus cálculos sobre las canastas Básica Total y Alimentaria en la ciudad. La primera, que marca la línea de pobreza, creció 3,3% en un mes. La segunda, que establece la de indigencia, subió 4,2% en el mismo lapso. Casi dos puntos por encima del nivel general de inflación, que el mismo CREEBBA estimó en 2,5%.

No es novedad que cada día sale más caro ser pobre. A la distorsión relativa de precios de larga data se suma la penosa situación del sector comercial, urgido de márgenes de utilidad que le permitan recuperase tras la inundación, y un credo liberal nacional que excluye de su prédica contra los impuestos al más regresivo: el IVA, que grava por igual a productos prescindibles e imprescindibles.

Sueños rotos

La desilusión económica es cotidiana y paciente, con resultados que sólo emergen en números cuando se acumulan, dibujando un identikit colectivo.

Es lo que ocurre con los recortes del presupuesto y los salarios nacionales en la ciudad y la zona, que cesan su efecto multiplicador pero luego pasan a estar naturalizados. Por caso,

  • el Gobierno aún no ha enviado los 500 millones de pesos que se comprometió a aportar para la reconstrucción de la Universidad Nacional del Sur tras la inundación que empeoró la situación presupuestaria que sufría como sus pares de todo el país;
  • la paralización de la obra pública incluyó a la del paso urbano entre las rutas 3 y 33, cuya cuantía representó el 95% de lo adjudicado al distrito bahiense entre 2017 y 2024 y lo colocó entre los seis de la provincia de Buenos Aires con más presupuesto asignado.

Bahía Blanca y su región circundante ya han naturalizado la sucesión de promesas que se pierden en el vacío del olvido, simplemente porque tras el periodo de euforia no se las vuelve a mencionar. El descontento de comerciantes y empresarios por lo ocurrido en torno a las ayudas extraordinarias por la inundación aparece hasta ahora como una excepción.

En ocasiones, sin embargo, los golpes llegan con la fuerza sorpresiva de la elocuencia. Últimamente, los mazazos fueron dos:

  • la disolución de un supuesto emplazamiento de una planta de licuefacción de gas natural de las petroleras estatales argentina y malaya, que el gobierno de Milei utilizó para presionar al de Axel Kicillof en busca de su adhesión al llamado Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones; y
  • la radicación en Chile de un centro de base de datos de Amazon, que en el mejor de los casos retrasaría un desembarco en Bahía que nunca estuvo confirmado, aunque se le hayan otorgado beneficios de zona franca.

Ni inversión pública, ni privada. Para los distritos del sudoeste bonaerense, teñidos de violeta intenso en 2023, todo es magia: nada por aquí, nada por allá.