“Con La autopista del Sur, Cortázar anticipó lo que significó la posmodernidad"
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró hoy el Pabellón Argentino del Salón del Libro de París, en su última actividad oficial en Francia, y expresó su "profundo agradecimiento" a esa nación europea que “acogió a miles y miles de argentinos” exiliados en tiempos de la dictadura militar, entre ellos numerosos artistas.
Cristina Kirchner cortó las simbólicas cintas de la muestra, donde la Argentina ha sido país “invitado de honor”, acompañada por el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault; la ministra de de Cultura y Comunicación, Aurelie Filippeti, y la ministra delegada de Relaciones Exteriores encargada de la Francofonía, Yamina Benguigui.
Asimismo, participaron de la ceremonia, ante un numeroso público, el canciller Héctor Timerman; el secretario de Cultura, Jorge Coscia, y el secretario de Comunicación Púbica, Alfredo Scoccimarro.
Tras la bienvenida que le dio la ministra de Cultura Francesa, Cristina Kirhcner saludó a estudiantes argentinos que viven en la Casa Argentina en París y al director d la radio La Colifata, Alfredo Olivera.
A continuación recorrió el pabellón argentino y se detuvo especialmente en el sector de homenaje a Julio Cortázar, a un centenario de su nacimiento, y luego comenzó el acto con las palabras de bienvenida del ministro Ayrault.
Ayrault destacó que la Presidenta era la "invitada de honor" a esa exposición, y recordó que este año se celebran los 50 años de la firma del Acuerdo de Cooperación Cultural y Científico entre ambos países, durante la "memorable visita a la Argentina del entonces presidente Charles De Gaulle".
Destacó el valor que Francia otroga a su relación con la Argentina y concluyó con un "Viva la amistad argentino francesa".
La ceremonia se cerró con el discurso de la Presidenta, quien sostuvo que “para nosotros es Francia donde culturalmente tenemos un mayor grado de vinculación, como lo demuestran muchos de nuestros escritores y nuestra propia historia” que vivieron en ese país.
Subrayó que “el 3 de octubre de este año se cumplirá el quincuagésimo aniversario del primer acuerdo de cooperación cultural y científica argentino francesa que firmó el entonces mandatario Charles De Gaulle" con el gobierno argentino.
"El general Perón ordenó entonces recibir al mandatario francés como si fuera él mismo", recordó Cristina, al evocar las indicaciones que había dado el entonces ex presidente, desde España, a la militancia de su partido.
“Cómo no pensar –agregó- cuando veo aquí a Estela de Carloto, a Marta Vazquez, a Tati Almeida, a Susana Rinaldi, a Miguel Angel Estrella, en François y Danielle Miterrand, que tanto lucharon por los derechos humanos, y que a tantos argentinos rescataron de las garras de la dictadura”.
“Muchos de estos artistas y escritores a quienes hoy rendimos homenaje, no estarían aquí si no hubieran sido acogidos en este país”, dijo, por lo que destacó su “gran agradecimiento a esta Francia que recibió a miles y miles de exiliados”.
Se refirió luego a la labor de escritores cuyas obras están presentes en la muestra, como Julio Cortázar, de quien mencionó su cuento “La Autopista del Sur” como uno de sus favoritos, por haber sido anticipatorio de la globalidad que hoy se vive en el mundo.
También habló del caricaturista Joaquín Lavado, Quinto, presente en el acto, “el padre de Mafalda” quien, afirmó, ha sido y sigue siendo apreciado por muchas generaciones que lo han interpretado aunque no hubieran vivido los tiempos en que fueron escritas las obras sobre la famosa niña.
Rindió también homenaje a Germán Oesterheld, autor de “El Eternauta”, entre otras obras; a Jorge Luis Borges y a Ernesto Sábato, al tiempo que contó que en su reciente encuentro con el Papa Francisco, éste le pidió que también recordara a uno de sus autores argentinos favoritos, Leopoldo Marechal, también de origen francés.
Expresó su reconocimiento “por la presencia de tantos argentinos que están aquí, que viven, estudian en Francia”. “En nombre de todos los argentinos –agregó- quiero expresar mi eterno agradecimiento al país por la acogida que dio a miles de argentinos que encontraron aquí en Francia su segunda patria, y felicitarlos por el rol que Francia sigue teniendo en el mundo de la cultura y los derechos humanos”.
También evocó que Argentina y Francia “fuimos de los primeros países que firmamos el Tratado contra la Desaparición Forzada de Personas, que convierte a nuestros países en pioneros en esta materia”.
Discurso del Premier francés
Por su parte, al abrir el acto, el primer ministro francés Jean-Marc Ayrault destacó que "Francia y la Argentina están hermanadas por lazos particularmente fuertes" y que "el Presidente de la República reafirmó su apego a estos vínculos al recibirla ayer" a Cristina Kirchner en el Palacio del Eliseo. "Son los mismos lazos que hemos evocado hace un año en la Casa Rosada", recordó.
"Lo que nos une es, en primer lugar, una historia común y de valores compartidos, la herencia del Iluminismo inspiró la emancipación de América Latina. La Argentina contemporánea mantiene esta visión", agregó.
Sostuvo que "esos valores nutren nuestra inspiración común y nos permiten promover conjuntamente la universalidad de los derechos del hombre, combatir las desapariciones forzadas, la pena de muerte o la intolerancia y favorecer el progreso de nuestras sociedades".
Subrayó que "esta afinidad cultural e intelectual, esa latinidad que hemos compartido también ejerce su influencia sobre nuestros intercambios humanos", ya que "hace más de un siglo unos 400 mil franceses buscaron en vuestro país una nueva vida. Charcot, Clemenceau, Jaures, o incluso en la Aeropostale de Mermoz y Saint Exupery han demostrado que el Atlántico podía ser una vía de unión entre artistas, pensadores y pioneros de ambos países".
Evocó que "más recientemente durante los años negros de la dictadura militar, Francia se convirtió en un lugar de acogida para los exiliados argentinos como lo recuerda la hermosa exposición “Tierra de Luz”, que usted inauguró ayer con la Ministra de Cultura, Aurelie Filippetti".
Afirmó que "en este ámbito, la literatura es un lugar privilegiado de reencuentro. Varios nombres me vienen a la cabeza, pienso por supuesto en Jorge Luis Borges, muy próximo a Henri Micheaux o a Roger Caillois; Julio Cortázar, que pudo plasmar tan bien el espíritu del París intelectual y artístico de los años 50; Joseph Kessel, nacido y educado en la Argentina; el padre de Asterix, René Goscinny, que vivió su infancia en Buenos Aires; Ernesto Sábato, quien vivió en París en los años ’30, investigador del Instituto Curie durante el día y amigo de los surrealistas a la noche en Montparnasse".
"Todo esto, -siguió- como lo declaró el general De Gaulle en 1964, ante los estudiantes y profesores de Derecho en Buenos Aires, que franceses y argentinos se parecen mucho".
Ayrault dijo que "el homenaje a la Argentina, que rinde por primera vez el Salón del Libro es bien merecido. En estos cinco días vuestro país presentará las letras argentinas con toda su riqueza y diversidad. Una bella exposición sobre Julio Cortázar, debates apasionantes, estoy seguro sobre temas que ilustran la vitalidad de una nueva generación de autores. También otras manifestaciones han honrado recientemente la creatividad de la Argentina: el Festival de Dibujos Animados de d’Angouleme que ha sido la ocasión, con su autor Quino, para otorgar a Mafalda, que cumplió 50 años de eterna juventud, el rango de Oficial de la Legión de Honor. Como usted sabe, señora Presidenta, se trata de la distinción más alta que Francia ha dado a una heroína de dibujos animados".
Señaló que "en este mismo, espíritu, la Casa de América Latina propone una evocación de Victoria Ocampo, prestigiosa por su apoyo a escritores como Camus o Malraux, un verdadero puente intelectual entre nosotros".
"Este puente -agregó- está sólidamente edificado. El plan “Victoria Ocampo” cumple este año 30 años y usted creó el Programa Sur, que favorece vuestra literatura en el exterior. La casa de ediciones argentinas publica cada año, con o sin apoyo, obras de autores franceses. Se lo agradezco calurosamente".
Dijo que "tanto Francia como la Argentina sostienen a los diversos actores de la cadena de edición: autores, editores, libreros. Ayudan a aquellos que se dedican a la revolución digital sin sacrificar los puntos esenciales: el precio único del libro, tanto si se publica en su forma clásica o en forma digital con tasas de impuestos idénticas, puesto que el principio de neutralidad tecnológica impone que el libro digital sea tratado de igual modo que el libro clásico".
Recordó que Francia "defiende, asimismo, los derechos de autor en las instancias europeas e internacionales. Preserva una red de librerías independientes, indispensable para la vida social de las ciudades y de los barrios".
" Sé que mi gobierno -afirmó- puede contar con el apoyo de los actores del gremio que se han movilizado para el Salón del Libro que contará, estoy seguro, con la presencia de autores de gran éxito popular. Para mí, es una ocasión de agradecerles. Me encontré con sus responsables hace algunos días, conozco su determinación, compromiso y quiero volverlos a saludar"."Señora Presidenta, -dijo- Usted es la invitada de honor de este salón con la Argentina, país al que representa con su visita".
Destacó que "en 2014 celebramos en unos días los 50 años de nuestro acuerdo de cooperación cultural, científica y técnica firmado por el general De Gaulle en ocasión de su visita memorable a vuestro país y a toda América Latina, un viaje que hace soñar puesto que ahora los viajes son muy cortos. Se quedó tres semanas y fue un momento formidable".
"Hoy -siguió- es un homenaje que se rinde a la Argentina y es una invitación a perseverar en nuestra ambición de lograr una asociación cada vez más estrecha, más rica, al servicio del diálogo entre nuestras culturas. Nosotros, como ustedes, luchamos por la inserción cultural porque creemos que hoy en día con la mundialización, es un valor que debe ser defendido, promovido, y esta fuerza la compartimos".
Afirmó asimismo que "debo recordar aquí lo que nos une, la fuerza de nuestros lazos. Viva la amistad franco-argentina! Viva la Argentina! Viva Francia!", concluyó.
Discurso completo CFK
Señor Primer Ministro de la República de Francia; señora Ministra de Cultura; señora Ministra de la Lengua Francesa; señores y señoras escritoras de la delegación que nos acompaña desde Argentina; escritores, editores franceses; miembros de la Cámara del Libro; titular de este maravilloso evento literario que significa la Semana del Libro de París, un evento literario a nivel global: mi primer agradecimiento, porque en realidad, yo no soy la invitada de honor. El invitado de honor es mi país, la República Argentina, yo solamente la estoy representando como la Presidenta de los 40 millones de argentinos y quiero agradecer a la France, precisamente que haya designado a mi país, la Argentina, como la invitada de honor de la edición de este año 2014 de la Semana del Libro en París.
Evidentemente, como señalaba el Primer Ministro, nos unen muchísimos lazos, que van desde la historia. Porque cuando el otro día escuchaba La Marsellesa, yo decía que es un himno universal porque está vinculado con las ideas libertarias que pusieron fin a una etapa, la monarquía, el clero, la nobleza para venir e ingresar definitivamente la modernidad y, por lo tanto, es una letra que podemos identificar a nivel universal y que tuvo que ver en la historia de nuestro país, en nuestras ideas libertarias, en nuestros jóvenes jacobinos, como Mariano Moreno; French y Beruti; Bernardo de Monteagudo, que fueron los pensadores de la Revolución de Mayo y que abrevaron, precisamente, en esos postulados de la Revolución Francesa, de los escritos de Jean-Jacques Rousseau y de todas las ideas libertarias que eran del mundo.
Por eso, creo que hay un vínculo que se da antes de la cooperación literaria y que tiene que ver simplemente con el devenir histórico. Por eso, para nosotros, luego de los vínculos que tenemos con nuestra patria de origen, España, es con Francia donde culturalmente tenemos mayor grado de vinculación. Y así lo demuestran nuestros propios escritores, nuestra propia historia.
Usted recién hacía referencia a que hoy se cumplen, o sea, en este año, mejor dicho en el 2014, en octubre, para ser precisamente el 3 de octubre, en el 50 aniversario del primer acuerdo de cooperación cultural y científica que firmara el General de Gaulle, Charles de Gaulle, para los que no lo saben el General Charles de Gaulle fue recibido en nuestro país por el General Perón, quien manejaba y conducía el movimiento político, ordenó recibir al General de Gaulle en la Argentina como si se tratará de él mismo y las juventudes políticas – fundamentalmente la Juventud Peronista – se lanzó a la calle en inmensas manifestaciones, el peronismo estaba proscrito gritando: “¡Perón, de Gaulle tercera posición!” y “¡Perón, de Gaulle un sólo corazón!”. Miren de dónde nos viene la historia a los franceses y a los argentinos y eso que acá hay algunos que nunca fueron peronistas ni lo serán, pero que reconocen la historia. A ver, lo importante no es cómo se piensa, lo que no se puede hacer es desconocer la realidad y la historia. Y la historia y la realidad están más allá de las ideas y debemos reconocerla. También como no pensar mirando desde aquí a Estela de Carlotto, a Marta Vázquez, a “Taty” Almeida, a Susana Rinaldi, a Miguel Ángel Estrella, como no pensar también en esa Francia de Francois Mitterrand y Danielle Mitterrand que tanto lucharon por los derechos humanos y que tantos argentinos rescataron de las garras de la dictadura. (APLAUSOS).
Miguel Ángel Estrella, eximio concertista, cuyo pecado era tocar conciertos en los cañaverales tucumanos a los humildes changos tucumanos, esto bastó para ser considerado con un enemigo de la dictadura, tuvo que ser arrancado por Danielle Mitterrand de las manos de la dictadura porque sino no estaría todavía entre nosotros deleitándonos con su música y su arte inigualable. Por eso también un gran agradecimiento a esa Francia que recibió a miles y miles de exiliados. Susana Rinaldi también representa esa cantidad de artistas que tuvieron que irse amenazados del país porque si no tal vez tampoco estuvieran aquí. Recuerdo cuando conocí a Danielle Mitterrand, me recibió en su casa de Saint-Germain-des-Prés, ya estaba solita y ella sola me preparó un café, no encontraba el café en la alacena de su cocina y yo la ayudé. Te acordás Miguel Ángel, vos me llevaste, yo le ayudé a encontrar el café y luego a preparar el café y luego, juntas también - fue la última vez que la vi – visitamos la ex ESMA en nuestro país, junto a otros organismos de derechos humanos, ex centro clandestino de detención y hoy sitio y espacio para la memoria.
Por eso venía a esta semana del libro, acompañada por una delegación muy importante, recién veíamos a uno de los principales caricaturistas –Rep – hacer una magnífica caricatura de la vida de Cortázar. De Cortázar también, este año es el centenario del nacimiento, de uno de nuestros más grandes escritores. Julio Cortázar.
Para mí el cuento que más me gusta de Julio Cortázar, más allá de su novela magnífica y más conocida: “Rayuela”, me gusta muy especialmente: “La autopista del Sur”, para mí ese cuento es un adelanto a la post-modernidad, es un adelanto a la soledad, a la interconexión, a esa modernidad que se choca, se mezcla y no nos deja reconocernos los unos con los otros en esta suerte de Babel en que muchas veces parece convertirse la globalización, y la describió mucho tiempo antes de la post-modernidad. Por eso, también, los intelectuales tiene ese rol indispensable de marcar camino y de ver pensamientos e ideas que todavía no se han hecho carne y realidad en la sociedad.
También, hoy, homenajeamos a Joaquín Lavado, “Quino”, el padre de Mafalda. (APLAUSOS). Mafalda está directamente vinculada a mi juventud, Mafalda era la que decía lo que ningún diario decía y lo hacía de una manera que no podía ser censurada. Hoy, mi hija, es increíble cuando uno puede distinguir el arte de lo otro, de lo que no es arte, cómo se transmite de generación en generación y puede ser interpretado aún cuando no haya contemporaneidad con los personajes. Yo tengo 61 años y me acuerdo de los cuadritos de Mafalda, de algunas historietas memorables, como aquella del 29 de junio, el día siguiente del golpe de Onganía, y la cara perpleja de Mafalda, se preguntaba: “¿Y eso que llamaban la Constitución o la democracia?”, no lo recuerdo muy bien, pero en un solo cuadro y una sola pregunta pudo simbolizar lo que significaba eso.
Y hoy, mi hija, de 23 años, que no conoció esa época, que vivió siempre gobiernos de libertad, de democracia y de participación, se fascina con Mafalda igual que lo hizo mi hijo de 37 años. Con lo cual, nos revela también lo que es el arte. Así que, vaya nuestro homenaje, de todos los argentinos, un homenaje universal también a ese gran artista que es Quino, Joaquín Lavado.
Se mencionó también aquí a muchísimos otros. Yo quiero mencionar especialmente en este año a uno, tal vez el último poeta vivo que teníamos, de lengua hispanoamericana, Juan Gelman, que ha fallecido hace poco y que estuvo exiliado en otro gran país como es México, Premio Cervantes, y también gran escritor, y también a Oesterheld, desaparecido también durante la dictadura, creador de esa maravilloso personaje, El Eternauta, a Jorge Luis Borges, a Sábato, a todos los hombres y mujeres que en distintas visiones políticas e ideológicas, tuvieron algo en común…la posibilidad de transmitir ideas, pensamientos y de conmover.
Porque, ¿qué es la principal función del arte? El arte conmueve, te conmueve y te mueve sentimientos, te genera sensaciones. Esto es, a mí criterio, la interpretación más genuina del arte. Si el arte no te choca, no te promueve sensaciones, sentimientos, no te conmueve, bueno, está en discusión si realmente es un ejercicio teórico o si es arte.
Y también, quiero comentarles algo porque me gustaría que, ya que es de aquí, editores franceses y editores argentinos, quería transmitirles…Ustedes saben que antes de venir aquí a Francia, yo estuve almorzando con el Papa, con Su Santidad, y le comenté que venía aquí a la Feria del Libro y me dijo algo…me pidió casi algo, que yo también comparto porque habíamos charlado mucho también de un autor argentino que está creo aquí mencionado, un autor argentino que ya murió pero que fue ocultado, ignorado, invisibilizado y que es de origen francés: Leopoldo Marechal. (APLAUSOS)
Leopoldo Marechal, su abuelo vascofrancés, su apellido era Marék Chal, y él en el año 1930, lo argentiniza y lo convierte –todo seguido- en Marechal, y como era un hombre muy identificado con el peronismo, fue muy invisibilizado, muy ocultado y el Papa me decía “qué bueno que sería que se acordaran de ese gran autor argentino Leopoldo Marechal”. Ambos compartimos el gusto por su obra, para nosotros dos más importante, que es “Megafón, o la guerra”, él me dijo que tiene un ejemplar, se llevó un ejemplar de ese libro a Santa Marta, donde vive, y me decía que sería bueno recordarlo.
Así que, vaya como pedido de Su Santidad, que podamos recordar a ese gran argentino, a ese gran escritor que fue Leopoldo Marechal y que podamos editar sus obras para que sean conocidas por más argentinos.
Finalmente, quiero agradecer la presencia de tantos argentinos que se han acercado, que viven aquí en Francia, que están estudiando en Francia, que viven aquí en Francia…(APLAUSOS)…que se han acercado con tanto cariño, que tanto quieren a Francia y que tanto quieren también a su patria. Quieren a Francia porque los acogió cuando estaban en peligro, cuando su patria sentían que los abandonaba y los dejaba de lado, les soltaba la mano, como decimos nosotros y, entonces, como decía mi abuela, es de bien nacido ser agradecido.
Y yo quiero decirle, señor Primer Ministro, en nombre de todos los argentinos, el eterno agradecimiento de mi país a la acogida que ustedes tuvieron para miles y miles de argentinos y argentinas que encontraron su segundo hogar, su segunda patria aquí en Francia. (APLAUSOS)
Felicitarlos por el rol que Francia sigue teniendo en el mundo de la cultura, en el mundo de los derechos humanos. No puedo olvidar cuando en París firmamos Francia-Argentina, como países signatarios casi en primer lugar, el Tratado Contra la Desaparición Forzada de Personas que nos convierte a Francia y a Argentina en pioneros en esta materia. Y la verdad que a nosotros no nos gustaría ser pioneros en esta materia porque es a costa del sufrimiento y de la sangre de nuestros hijos, de nuestros amigos, de nuestros parientes, pero volvemos a agradecer a Francia el rol que ha tenido en todo esto.
Y, bueno, nada, desearles a todos los escritores franceses, argentinos y de todas las nacionalidades que hoy exponen en este evento toda la suerte del mundo y agradecerles, una vez más, este inmerecido honor de estar aquí ocupando el lugar de invitados de honor de la Semana del Libro Francés. Muchas, pero muchas gracias a todos. (APLAUSOS)