Padre Mugica, el cura villero

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Padre Mugica, el cura villero

12 Mayo 2013

“Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia, luchando junto a los pobres por su liberación. Si el Señor me concede el privilegio, que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición.”

Por Victoria Dursi* | Se cumplen 39 años del asesinato a Carlos Mugica, “el cura villero”, “el padrecito”, como le decían sus compañeros de la villa, con los que compartió los últimos años de su vida. A pesar de su origen aristocrático, hijo de una familia conservadora  y antiperonista, el camino que fue transitando a lo largo de su vida lo llevó a unirse a los hombres y mujeres trabajadores de las villas. Su militancia fue en la 31 de Retiro donde su obra, todavía hoy, permanece en el corazón de sus habitantes, quienes levantan su nombre y su bandera como símbolo de amor y de lucha.

Integrante del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, hizo carne el “ama a tu prójimo como a ti mismo”, hermanándose con los sectores más marginados, con el pueblo entero de la Patria Grande. Es suya la oración “Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no. Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre. Señor, quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos. Señor, quiero estar con ellos a la hora de la luz.”

El documental es una oportunidad para conocer su historia y escuchar su palabra. Para aquellos que no vivimos esos años o para quienes no tuvieron la posibilidad de escucharlo, es un buen modo de acceder a su pensamiento, y sobre todo a su accionar. El documental recopila los testimonios de quienes lo conocieron, familia, amigos, compañeros del Movimiento de Sacerdotes, integrantes del frente villero. Se hacen presentes también las voces de dirigentes políticos, aquellos que comenzaron en la lucha junto a él, de los que luego se distanció cuando vio la necesidad de dejar las armas.

Con gran cantidad de imágenes de archivo, el documental se centra en los años más difíciles que le tocaron vivir, con el tan ansiado y festejado regreso de Perón y el posterior nombramiento de López Rega como Ministro de Bienestar Social, del que Mugica renuncia por no encontrar allí la respuesta esperada a las demandas de los villeros. En esos años se convirtió en una figura pública, muy presente en los medios de comunicación, los cuales utilizaba para dar visibilidad a su lucha. Esta exposición permanente, acompañada de su compromiso incorruptible contra la explotación social, le costó la vida. Su muerte anuncia el inicio de los años más oscuros del país, aquellos que comenzaron con las acciones de la Triple A y que terminaron en la dictadura más sangrienta de nuestra historia.

Hoy, que aún está pendiente esclarecer el rol de la Iglesia católica durante la dictadura militar y se debate sobre su complicidad, resulta imperioso rescatar la figura del Padre Mugica, quien como parte de la institución se mantuvo tan ajeno a muchas de las cosas que la misma representa. Con el reciente nombramiento de Jorge Bergoglio como nuevo papa de la Iglesia el tema adquiere nuevamente relevancia y nos permite reflexionar acerca del lugar que tiene hoy la búsqueda de justicia social en la agenda de la institución.

* Integrante de Legados, espacio político de Artes – FFyL, UBA.