Emergencia alimentaria en el Bajo Flores: "No hay respuestas del Gobierno de la Ciudad"

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Emergencia alimentaria en el Bajo Flores: "No hay respuestas del Gobierno de la Ciudad"

18 Diciembre 2020

Por Santiago Asorey / Fotografía Camila Alonso Suarez

Karina Valobra, abogada e integrante de la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores, conversó con AGENCIA PACO URONDO sobre el reclamo territorial que viene realizando a la gestión porteña encabezada por Horacio Rodríguez Larreta. En este marco, denunció la insufiencia de las entregas de alimentos. "Hay un progresivo recorte de entrega de cajas alimentarias que en forma esporádica y asistemática entrego el IVC (Instituo de la Vivienda de la Ciudad) y una disminución de mercadería a personas adultas mayores, a quiénes le retiraron alimentos básicos y artículos de limpieza de los ya raleados bolsones", señaló.

APU: ¿Cuál es el reclamo que le viene realizando al GCBA en relación a la entrega de alimentos?

Karina Valobra: Durante la pandemia el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tuvo una política alimentaria fragmentaria e insuficiente. De allí que los comedores comunitarios hayan estado sobrepasados en la demanda y pese a que la consigna era quedarse en casa, en los barrios populares sin un plan de distribución alimentaria garantizado, las familias tuvieron que salir y hacer colas para acceder a necesidades básicas. Con sus deficiencias, lo único sistemático que recibieron las familias con niños y niñas en edad escolar fueron las canastas nutritivas de las escuelas públicas que con el receso escolar se suspenden.

Esto implica que 3764 niños, niñas y adolescentes que conforman la matrícula del Bajo Flores quedan sin su plato de comida. Pero además hay quienes no concurren a las escuelas en el barrio, es decir, que ese número se engrosa con quiénes concurren a escuelas fuera del barrio que son muchos. Además, hay un progresivo recorte de entrega de cajas alimentarias que en forma esporádica y asistemática entrego el IVC (Instituo de la Vivienda de la Ciudad) y una disminución de mercadería a personas adultas mayores, a quiénes le retiraron alimentos básicos y artículos de limpieza de los ya raleados bolsones. Los comedores han sufrido mermas en los gramajes y si bien algunos pudieron restablecer la cantidad original otros aún no han tenido una respuesta positiva y han visto disminuidas las raciones. Por otro lado, algunos comedores cierran durante enero.

Venimos anticipando estos problemas y hemos reclamado desde la red y desde los espacios organizados del barrio la continuidad de las entregas a la matrícula completa se las escuelas y fortalecimiento y aumento de cajas de alimentos a personas mayores y familias que requieren asistencias por diversos motivos. El IVC tiene una especie de "scoring" para entregar las pocas cajas que entrega. Ese "scoring" no contempla la grave situación generalizada que se vive en el barrio y se agravó con la pandemia en el contexto de crisis económica en el que todo esto se inició. Adicionalmente exigimos la entrega de cajas navideñas. Fue un año muy duro y no podemos sumarle hambre e incertidumbre, los vecinos y vecinas del barrio perdieron familia, hay niños que quedaron huérfanos y personas con largas convalecencia. Los sacrificios que hace la gente de los barrios populares para sobrellevar la vida cotidiana son gigantes. Es imprescindible acompañar con un estado presente

APU: ¿Cuál es la situación que leen desde la Red de lo que está sucediendo en el Bajo Flores?

KV: Durante la pandemia las familias que dependen de economías populares, empleos informales, trabajo a destajo, o en casas particulares y venta ambulante se han visto imposibilitadas de trabajar. Pese a la prohibición de despidos muchos perdieron sus trabajos y quiénes tenían empleo tuvieron dificultades para cobrar el total de sus haberes.  Las deudas de alquiler acumuladas y el aumento de la canasta básica hacen que si bien la apertura de esta etapa les permite trabajar a quiénes consiguen un trabajo sus ingresos no les permite afrontar los gastos mínimos. Por eso es imprescindible fortalecer y profundizar las políticas asistenciales y de recuperación económica.

APU: ¿Qué responden desde el Gobierno que encabeza Horacio Rodríguez Larreta?

 KV: El Gobierno de la Ciudad tuvo una estrategia de recorte de las políticas y dilación de las respuestas. Bajo el argumento de que la gente ya puede salir a trabajar vacía las pocas políticas de asistencia dispuestas durante uno de los momentos más dramáticos de la historia. La comunidad docente sostuvo las entregas durante la pandemia y de lo que se trata ahora es que se mantenga el esquema de distribución que estas escuelas garantizaban durante el verano, esto no necesariamente involucra a la comunidad docente, porque las entregas pueden garantizarse a través de otros programas que funcionan durante el verano y de lo que se trata es de que contemplen las matrículas escolares completas.

Lo que garantizaron los docentes es que las entregas no sean arbitrarias como si lo fueron las del IVC, también los docentes del barrio acompañaron y visibilizaron los dramas familiares como los que ocurrieron durante la pandemia, muchos cortes de agua, situaciones de niños y niñas que perdieron a sus padres o madres o de violencias que sufrieron los más pequeños fueron visibilizadas por sus maestros y maestras que mantuvieron como pudieron la comunicación con los pibes y las pibas. Articularon solidaridades y apoyos pese a que desde el Ministerio de educación ni siquiera se garantizó conectividad ni ninguna estrategia o recurso adecuado para la realidad de los pibes del Bajo Flores. La preocupación por la cuestión alimentaria es compartida por los y las docentes de nuestro barrio que auto gestionaron un petitorio con las familias para la continuidad de las entregas que también fue presentado al gobierno de la ciudad y sobre el cual tampoco se obtuvo respuesta.