Paula Pareto: del judo a las canchas de fútbol

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Paula Pareto: del judo a las canchas de fútbol

06 Enero 2018

Por Tercer año de Periodismo Deportivo – ETER

El nombre de Paula Pareto es sinónimo de judo gracias a sus importantes logros, como la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos Beijing 2008, la obtención del mundial de judo en Kazajistán en 2015 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos disputados en Río de Janeiro el año pasado. Sin embargo, el judo no es la única disciplina que une a Pareto con el deporte. Paulita y el Resto es el nombre del equipo de fútbol 7 femenino que la judoca conformó con sus amigas de la infancia en 2005. El equipo dio resultado y obtuvo 11 campeonatos en los torneos Nortchamp, una sede de fútbol ubicada en San Isidro.

“Decidimos llamarnos así porque, cuando arrancamos, nos divertía la idea de armar un equipo entre nosotras. Éramos compañeras de jardín de infantes y de colegio. Y la única que tenía una idea de cómo jugar era Paulita”, explicó Constanza Panizza, quien supo ser la capitana del equipo y se encargaba de buscar más jugadoras que se sumaran al proyecto. “Al principio nos llamamos Peke Team, pero al ver como jugábamos ya nos reíamos nosotras mismas. Literal éramos Paulita y el resto. Así que decidimos poner ese nombre que tan bien nos identificaba”, agregó.

Estatura pequeña, 1,50 metros, una mujer fuerte tanto de brazos como de piernas, ágil de la cintura para arriba y hábil en su agarre contra otra rival, son las características principales de la judoca de San Fernando. Pero, detrás de esas virtudes ideales para el judo, uno se hace la pregunta de cómo las utilizaba en el fútbol y en qué posición del campo se desempeñaba. Coni Panizza, quien supo ser la mejor capitana del torneo en cinco ocasiones, comentó: “Paula empezó jugando arriba, pero por una cuestión de cómo se fue desarrollando el equipo terminó jugando abajo a la izquierda”.

“Era la única posición que nadie quería entonces jugaba ahí y subía, y bajaba. Se trasladaba mucho y tenía excelente resistencia.” Además, la ex capitana de Paulita y el Resto explicó que “Pauli era una mujer fuerte, de mentalidad ganadora e ideal para los contraataques. Así fuéramos perdiendo 4-0, ella siempre iba con la cabeza al frente”.

Gracias a la actitud positiva, tanto de Pareto como de las compañeras de equipo, los resultados llegaron a base de buen fútbol. Once veces fueron las que Paulita y el Resto se consagró campeón en Nortchamp. “Yo creo que el hecho de haber ganado tantos torneos es gracias a que nos conocemos mucho entre todas”, añadió Coni, quien convirtió 57 goles a lo largo de los torneos. “Jugamos de memoria. Después de once años de jugar juntas ya nos conocemos muchísimo y, obviamente, siempre le pusimos muchas ganas y cabeza para ganar”, continuó Panizza.

El equipo comenzó a tener inconvenientes por los tiempos de las jugadoras. “Con Pauli podíamos contar, pero pocas fechas por sus viajes. Ya el nombre quedo simbólico, porque realmente aprendimos a jugar con y sin Paula. No necesitábamos de ella para ganar, aunque su resto físico siempre nos daba una mano”, explicó Constanza.

Después de mucho tiempo, a fines de 2016 decidieron ponerle fin a su exitoso ciclo deportivo. Las integrantes del equipo comenzaron a tener prioridades personales y ya el tiempo dedicado al equipo era casi nulo. “Dejamos de jugar en Northchamp porque crecimos. Muchas tuvimos hijos y diferentes compromisos”, aclaró la ex capitana del equipo de Pareto. Así llegó el fin de un equipo que tuvo muchos éxitos logrados a través del compañerismo, el respeto hacia el otro y una relación entre las jugadoras excelente.