Las zonas del conflicto sirio

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Las zonas del conflicto sirio

16 Mayo 2017

Por Guido Luppino

En las últimas horas se concretó el plan de zonas de seguridad para el territorio sirio, atravesado por un conflicto armado desde el año 2011. El mismo fue encabezado por Rusia, con el fin de llevar algo de calma al país que no ha podido tener momentos de armisticios desde comenzado la guerra.

El pasado 6 de mayo entró en vigencia el acuerdo de armisticio para estas regiones, firmado por Rusia, Irán y Turquía. Se han aceptado cuatro zonas de seguridad: la provincia del noroeste llamada Idlib, el norte de la ciudad de Homs (región del oeste del país), Guta Orienta (ciudad aledaña a la capital) y parte del sur de Siria.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó su apoyo a estos acuerdos, a diferencia de los tratos que lleva adelante directamente el presidente sirio, Bashar al-Assad.

Desde Damasco, capital de del país, el gobierno sirio expresó su buena intención de llevar a cabo estos acuerdos con el objetivo de lograr un armisticio que lleve a la definitiva paz en el país. Pero, por otro lado, también sostuvo que la ONU ni otros organismos internacionales tienen el derecho a supervisar o intervenir en el cumplimiento de los mismos. A la vez, se argumentó que las zonas de seguridad serán respetas por el ejército sirio si los rebeldes también lo hacen. De esta manera, no se descartó la posibilidad de atacar en caso que los rebeldes ocupen o ataquen en dichas zonas.

Recordemos que los denominados rebeldes, es la facción de la oposición militar más fuerte que tiene hoy en día el gobierno sirio. El Ejército Libre Sirio cuenta con al apoyo de los Estados Unidos para derrocar a la dinastía al-Assad, que gobierna Siria desde 1971.

Desde el gobierno sirio, el propio Bashar al-Assad lleva adelante otra iniciativa de liberar determinadas regiones, con el fin de crear zonas de seguridad que frenen el constante derramamiento de sangre y, a la vez, se pueda brindar una mejor calidad de vida a la población civil. Este es el caso de Yarmuk, al sur de Damasco, ciudad que siempre fue conocida por tener refugiados palestinos. Desde el mismo gobierno se busca la ayuda de los rebeldes opositores para poder sacar de la zona a facciones extremistas como el ex Frente al-Nusra (recientemente cambiaron su nombre a Tahrir al-Sham, tras consolidar una nueva alianza con otros grupos salafistas).

A diferencia de los acuerdos encabezados por Rusia, estos no tuvieron la misma suerte en la aceptación internacional ya que la ONU ha criticado los mismos. Si bien el mismo presidente afirma que esto puede evitar mayores bajas, desde la oposición cuestionan el cambio demográfico que generan estos tipos de acuerdos.

Por lo pronto, en Siria el territorio continúa partido por lugares tomados tanto por bastiones del Estado Islámico (ISIS), otros de los rebeldes y, finalmente, las regiones dominadas por las fuerzas progubernamentales.

En cuanto al conflicto político civil, es sabido que no hay oposición política dentro de Siria, ya sean partidos políticos o diversas agrupaciones. Por eso mismo, el frente opositor de mayor importancia al gobierno sirio se encuentra con sede en Estambul, Turquía. La Coalición Nacional es el principal sector opositor político, y en los últimos días han nombrado un nuevo líder, Riad Seif. Este personaje es un ex legislador que siempre ha criticado abiertamente al gobierno de al-Assad, sobre todo sus políticas económicas. Seif estuvo 5 años presos por activismo político contra el presidente sirio, recuperando su libertad en 2001. Desde el año 2012 se encuentra en el exilio, mismo año que se formó la Coalición Nacional. En su nuevo puesto reemplazará a al-Abdeh.

Recordemos que por los levantamientos de la Primavera Árabe, a finales del 2010, Siria entró en un conflicto civil donde el presidente resiste en su cargo. Con el tiempo, las potencias extranjeras comenzaron a intervenir con mayor relevancia en la guerra, especialmente los Estados Unidos y Rusia, en apoyo a las distintas facciones. Hasta el momento, el conflicto dejó más de 400 mil bajas, entre militares y civiles.