Estados Unidos: haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago

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Estados Unidos: haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago

09 Marzo 2022

María José Haro Sly*

La deuda de los Estados Unidos de América es enorme, y sigue creciendo a un ritmo exponencial,  alcanzando los US$30 billones (trillion en inglés) en 2022, de acuerdo con los datos oficiales del Tesoro.  Estamos hablando de unas 670 veces el préstamo del FMI a Macri o unas 78 veces el PBI de Argentina.

Deuda de los EE.UU.

Fuente: Presupuesto Federal en Imágenes, EE.UU. (2022)

De acuerdo con la editorial de Forbes, los EE.UU. tuvieron déficits fiscales 77 de los últimos 90 años. Para el período 2020-2029, las proyecciones del Congreso de ese país estiman un déficit promedio de menos 4.3%.

Déficits y Superávits de EE.UU. desde 1969-2019 y proyecciones hasta 2030.


Fuente: Oficina del Presupuesto Federal del Congreso, EE.UU. (2022)

¿Cómo cubre EE.UU. sus constantes déficits? De los 30 billones de dólares de deuda, unos 3.7 billones corresponden a acreedores internacionales. Los principales son Japón con títulos del Tesoro por $ 1.304 billones (17%), China con 1.068 (14%), Reino Unido con 647 billones (8%), Irlanda con 334 (4%) y Luxemburgo con 323 (cerca del 4%).¿Cómo cubre los 26 y pico de billones de dólares restantes? Fácil, imprimiendo dólares.

Desde la década de 1970 que EE.UU. abandonó el patrón dólar-oro, el dólar vale dólar. Que en otras palabras podría entenderse como un acto de fe: “En Dios creemos” dice el lema del billete verde del que tanto se habla en Argentina.

El aumento de la oferta del dólar – de la maquinita – es exponencial y creció aún más rápido desde la pandemia.


Oferta Monetaria de dólares

Como explica Cohen (1) “para todos los estados nacionales, el problema son los costos del ajuste. La posición en la pirámide monetaria depende de la capacidad relativa para evitar la carga del ajuste, haciendo que otros paguen en su lugar”. El quid de las potencias económicas es básicamente externalizar el ajuste a los estados menos soberanos. He ahí el poder estructural de las potencias.

Particularmente, en EEUU, el poder de compra de la moneda viene cayendo sistemáticamente. Sin embargo, lo interesante es que el manejo del déficit, el endeudamiento astronómico y la pérdida poder de compra de la moneda, – que en cualquier economía como la Argentina son un problema-, en el caso norteamericano parece ser prueba de su fortaleza.

Pérdida del Poder de Compra del Dólar Estadounidense

Un reporte del New York Times del 22 de febrero de 2022 manifiesta que “El déficit comercial de bienes de EE. UU. se disparó a niveles récord en 2021, superando el billón de dólares, ya que los estadounidenses continuaron gastando mucho en computadoras, juguetes, bicicletas, ropa, productos farmacéuticos y otros productos fabricados en industrias extranjeras durante la pandemia. El déficit comercial general, tanto en bienes como en servicios, también alcanzó un récord anual, aumentando un 27%, ya que las importaciones del país superaron con creces sus exportaciones”.

De acuerdo con un informe del Consejo de Relaciones Exteriores (Council of Foreign Relations), de Marzo de 2019, “Estados Unidos tuvo un superávit o un pequeño déficit durante las décadas de 1960 y 1970, después de lo cual se abrió un gran déficit en la década de 1980 y continuó expandiéndose durante las décadas de 1990 y 2000. Con mucho, el mayor desequilibrio comercial bilateral es con China. Estados Unidos tuvo un déficit de bienes de $ 419 mil millones con China en 2018. El siguiente mayor contribuyente al déficit de bienes, con $ 151 mil millones, es la Unión Europea, seguido de México con $ 81.5 mil millones”.

Los superávits comerciales, un mito


 

Fuente: Observatorio de la Complejidad Económica, Universidad de Harvard (2022).

Déficit de la balanza comercial en EE.UU.

Fuente: New York Times con datos del U.S. Census Bureau (El gráfico está al revés para facilitar la comprensión del déficit).

El análisis del Servicio de Investigación del Congreso Estadounidense explica cómo puede un país sostener estos niveles de déficit comercial y, sin embargo, ser la primera potencia económica:
“El dólar, como moneda de reserva global de facto, facilita el déficit comercial al ampliar la disponibilidad de dólares y activos denominados en dólares. Sin este rol único, Estados Unidos se habría enfrentado a grandes desafíos manteniendo los déficits comerciales sin hacer ajustes económicos internos.
La demanda extranjera de dólares y activos denominados en dólares ejerce una presión alcista sobre el valor de cambio del dólar, lo que eleva el costo de las exportaciones estadounidenses y reduce el costo de las importaciones. Como resultado, el déficit comercial es el monto de compensación de las entradas de capital. Los economistas argumentan que intentar reducir el déficit comercial sin abordar los desequilibrios macroeconómicos subyacentes podría afectar negativamente a la economía de varias maneras, incluida, entre otras, la reducción de la tasa anual de crecimiento de la economía y la tasa de productividad. Además, la mayoría de los economistas argumentan que las tasas de salarios internos, la tasa de desempleo y la tasa general de crecimiento de la economía son el producto del entorno de política macroeconómica y no el producto del comercio en general o el déficit comercial”.

Como planteó el economista coreano Chang (2) en sus libros, las grandes potencias  exigen a los países en desarrollo exactamente lo que no hacen con sus propias economías. El autor plantea la idea de que estos países se desarrollaron gracias a un camino proteccionista y heterodoxo, y después “patean la escalera” clamando por ajuste y ortodoxia.

¿Suena familiar, no?

Así si no firmamos, estaremos con el agua al cuello; y si firmamos, también. Y esa es la idea.

*Lic. en Sociología y Ciencias Política (UNILA, Brasil), Máster en Relaciones Internacionales con foco en Economía Política Internacional (UFSC, Brasil), Máster en Ciencias Políticas en la Escuela de la Ruta de la Seda (Universidad de Renmin, China) y Doctoranda en Sociología en la Universidad de Johns Hopkins (EE.UU).

Bibliografía:
1- Cohen, Benjamin J. International Political Economy: an intellectual history. Princeton: Princeton University Press, 2008.
2-  Ha-Joon Chang, Pateando La Escalera, El Desarrollo Estratégico En Una Perspectiva Histórica, Fundación Mexico Social, Siglo XXI, 2011.